lunes, 16 de diciembre de 2013

Romanticida

Soy una persona extremadamente romántica y creo en el amor sobre todas las cosas, de ahí que ante determinadas situaciones, con gente con la que sé que aún no me une un vínculo afectivo, las sabotee casi inconscientemente. Me pongo nerviosa porque es muy superior a mí, si lo pensara seriamente lloraría. No tengo sucesos demasiado emocionantes pero cuando ocurren, o están cerca de ello, quito la vista o trato de decir lo contrario. No pueden vivirse con cualquiera, no pueden recordarse sin ese sentimiento, sólo pueden parecerse en la forma y mostrarse un poco mágicos, y tocarte tambaleándote como si sonasen campanillas en un anime o manga, cuando aún no puedes permitir creértelo.

Sé que hay gente capaz de hacer vibrar tu interior sin sentir sinceramente nada, y tal vez por eso huyo, escapo a toda prisa de espejismos dolorosos a la larga. Pero ahora mismo están muy lejos... lejos en el frío.

Siempre he creído que el drama y la comedía se daban la mano, y que la tragedia por fin no tendría que ser tanta entre risas y excesos. Me gustan también otros géneros, como lo grotesco, lo malvado, lo siniestro, lo mítico... de ahí que disfrute con lo bizarro y las exacerbaciones. Creo que comedia y tragedia se encuentran en ellos, y por tanto tienen un sustrato común. Pero todo me parece hoy una percepción que aspira a una verdad incognoscible, o mejor dicho, inexistente, y hablar de acuerdos es presuntuoso. Amo los defectos y sin embargo no me permito ninguno. Estoy un poco gris, como el cielo.

Ni siquiera es tibio, es como cuando lo tibio se queda frío, sin ser completamente un frío helado. Un estado poco destacable que algunos llamarán calma pero yo llamo vacío, o al menos el antónimo de intenso.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Linger

Si actualmente alguien me emociona tanto como Dolores O'riordan de The Cranberries, ésa es Florence Welch de Florence and the Machine. No es que se parezcan realmente pero las dos logran inspirarme los mismos sentimientos, una combinación perfecta de fuerza y delicadeza, que hacen que su voz persista en mi memoria. Banshees maravillosas. A Dolores la vi en directo aquí en la ciudad, estuvo apenas a cinco metros de mi.

Sonidos, sonidos... que acallen el llanto.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Mi mazurca

El sábado pasado cené en un restaurante asiático y no sé por qué a partir de entonces tengo dolor en el estómago, no es que me afecte a nada más, pero cada vez que como algo me duele bastante y es como si me costase digerir. Seguimos a jueves y no me siento mejor. Pero realmente menciono este suceso, que es lo más nimio de mi cotidianidad, como punto de partida para comentar que por fin he retomado Anna Karenina como se merece. Pensé en escribir una entrada titulada "Karenina congelada" por todo el tiempo que tenía aparcada la obra, y, al menos, esta semana ha logrado que la siga.

Hay una parte del libro en la que uno de los personajes, Kitty, una bonita joven que comienza a despuntar en sociedad, sintiendo amor por otro joven que la cortejaba hasta ese entonces, se reserva para bailar con él. Kitty llega a rechazar a cinco pretendientes, por el deseo intenso que tenía de bailar la mazurca con dicho joven. Pero cuando llega la hora del baile el joven saca a bailar a Anna y la desolación de Kitty se va palpando con cada movimiento. Se ve sola, y no importa que su madre le consiga inmediatamente otra pareja de baile. El baile para ella ha terminado.

Creo que he pasado demasiados años esperando bailar la mazurca con un joven que nunca me amó, y supongo que el resto de pretendientes ahora bailan felices sus vidas con doncellas que les prestaron más atención. No puedo quejarme porque haya despertado del ensueño y de repente escuche los primeros acordes, y me perciba completamente sola en la pista, sin pareja, cuando todos están bailando o listos para hacerlo. Supongo que es demasiado injusto que ahora desee ser feliz.

Esto no va de ninguna forma y me lleva a pensar a ratos que a las mujeres a las que suele irle bien en el amor es precisamente porque no preguntan y no respetan, sólo imponen. Que ofrecer condescendencia o autonomía, comprensión o lo que quiera llamarse, no es más que cavar tu propia tumba y dar margen para que no te necesiten. Cuando pasas, cuando eres realmente despreocupada, frívola y caprichosa, entonces el éxito llega fácil, es ilógico pero es cierto. Y no hay más.

Puedo quedarme perfectamente sentada mientras suena la música por mucho que soñase el bailarla con alguien, estoy acostumbrada al fracaso. Puedo seguir deseándolo en mi mente y asumir que como tantas otras cosas no me ha tocado a mi, por mucho que haya buscado la ocasión. La oportunidad tiene que presentarse o tienen que dártela. Quizá sea tarde para desear.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Aquel lugar feliz (lo que aún recordamos)

El año pasado en un ejercicio de relajación no demasiado profesional tampoco pero que trataba de ponerte en contacto con tu lugar feliz, tras algunas preguntas y pequeñas pruebas, después de la respiración y el resto de detalles, la práctica requería volver a un lugar del pasado que tratase de reflejar tu idea del paraíso. Y no sé si es porque estaba echada, o porque de repente la naturaleza y las personas se me hacían indispensables, o sencillamente porque era irremediable que fuese otra época, pero pensé en la tarde de abril de 2005, cuando nos tiramos sobre la hierba que había al lado del Aulario Norte, donde se daban las clases de Bellas Artes, rodeada de compañeros que tal vez no fuesen mis mejores amigos, pero que aportaban calidez y sonrisas al momento. Donde estaban mis amigos artistas, y donde me acompañaban la chica bluedependiente y el chico que probablemente más me quería en aquel momento. Ése era mi lugar feliz, con 20 años, al que podría regresar una y otra vez sin cansarme sintiendo el sol, echando fotos, riendo, escuchando sus voces y teniéndolos tan cerca.

Ayer justamente hablé de ello con uno de los protagonistas de la escena y fue excepcional leer que para él también fue un momento a recordar. No pensé, sin embargo, en los ratos que pasaba con x, ni muchas otras anécdotas que podían asemejarse, era ése, ése y ningún otro, con ellos.

No siempre el amor decide la vida, los amigos y las personas que están, que te acompañan en cierto punto son piezas exactas. Mi puzzle está plagado de piezas que se quedaron puestas, como una parte irreemplazable. Y quizá volver a mirar una de ellas se me hace melancólico desde la perspectiva del tiempo, y sólo querría volver y quedarme donde estuvimos juntos.

Supongo que he tenido días mejores. Y que no me siento parte del proyecto ni la felicidad de otro alguien.

Todo podría haber sido distinto, pero no, y las relaciones son también una cuestión de coincidencia, el momento es decisivo, y ése no fue el nuestro. El de ahora... no se sabe. Y cada vez sé menos de la corriente del que baja.

Creo que algo me hizo inmensamente feliz y triste al mismo tiempo en una sola línea, algo cercano a lo que soy y es mi recuerdo y por eso estoy tan conmovida y me he dado cuenta de lo mucho que extraño ver mi reflejo en los ojos de otro, y sentir su reflejo en mi corazón, y atesorar ese momento como si fuese eterno...

sábado, 23 de noviembre de 2013

Six

La inocencia es una condición extraña para enfrentarse al mundo, básicamente se me antoja la manera de afrontar acontecimientos con una respuesta no demasiado diestra pero sí íntegra, sin esperar nada porque todo se desconoce, sintiendo más que sabiendo. No estoy demasiado de acuerdo con la definición de la RAE en este término. Las cualidades raras hay que cuidarlas, algunas veces incluso son imposibles de preservar pero ésta... ésta depende directamente de lo que es una persona. Quizá no comparto eso de que depende de la experiencia. Conocer eventos similares sólo te da una tenue noción de anticipación que no tienes por qué saber usar como base. Todo lo que viene es nuevo otra vez. Hay que querer empezar o dejarse llevar, hay que ceder a la oportunidad.

No tenía un plan y sigo sin tener uno (podría ser lo más acorde con las circunstancias), pero estoy en un proceso que seguro desembocará en algún punto interesante.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Unlucky

En 2006 construí un hombre de espejos. Estaba hecho con fragmentos de modo que uno no pudiese contemplar su imagen más que fragmentada en él. Rompí yo misma los pedazos porque todo me daba igual, incluso la superstición de los siete años venideros de mala fortuna. Pero a día de hoy, acabando 2013 estaba deseando empezar 2014 sin maldiciones. Esta misma tarde buscando horquillas en una caja he roto sin querer otro espejo...

Tendrá que ser en 2020, supongo.

¿Cuánto dura un espejismo?

No consigo encontrar cuanto dura, pero el mío tal vez duró un par de días y ahora es un "ver qué pasa".

Tendré sed pero no pienso comer arena.

sábado, 9 de noviembre de 2013

"el que baja" y la que está en las nubes

Sábado por la mañana con la única resaca de mi pensamiento. Estos días han sucedido eventos extraordinarios y no sólo por lo que se anticipa el primer y único viaje del año: Barcelona y su salón del manga, sino por la aparición y desaparición de personas que han pasado a formar parte o dejar de formar parte de mi círculo.

Lo que más me apetece es hablar de la increíble suerte que creo que tengo y lo perfecto que podría ser todo si consiguiera relajarme y dejar de estropearlo complicándolo. Al menos soy consciente de que aunque pensaba que no me siento influida por los miedos que acumulo en relación a mis anteriores fracasos, lo estoy, y esta oportunidad se me presenta tan sumamente importante que estoy aterrada, sin más, muerta de miedo, temerosa por todo y comportándome como una cría. Justo lo que no debería pasar.

Estoy maravillada de que cosas así me sucedan a mí, lo predecible era siempre lo malo, y de repente es una locura asombrosa y lo sigue siendo aún más cuando el tiempo sólo hace mejorarlo todo, y descubro un nuevo gesto o una parte que no conocía y me quedo mirándolo, inmóvil, sintiéndome feliz. Esa felicidad que parece un lujo con un precio a cambio dentro de mi estúpida debilidad. Esto es sencillo, bueno, intenso, elegante, inteligente, atractivo de mil maneras, es todo lo que podía imaginar, todo lo que buscaba en un compañero de vida, y no puedo tolerarme fallar. ¿La solución? relajarme y ser yo misma (¿fácil, no?), sin complicaciones, leerlo y releerlo y dejar de hacer la idiota. Y por eso lo estoy escribiendo.

Creo que esta vez mis sentimientos van a fluir tan deprisa como un tren en marcha y la pérdida de control es otra losa implícita, que sinceramente, no me importa ¿desde cuándo lo ha hecho?, ¿por qué me siento tan insegura? o acelerada, o lo que sea... Sólo son cambios y bastante tranquilidad, de hecho tengo inquietud por comenzar a hacer ejercicio en casa, mejorar mi alimentación y trabajar. He vuelto a coger a un lápiz. Y se me ha dado bien, y voy a buen ritmo, y estoy leyendo y tengo ganas de que llegue otro día para hacer algo nuevo.

Tal vez ya esté pasando y es lo que realmente me asusta...

jueves, 7 de noviembre de 2013

Y así será mi barco

Si quieres construir un barco no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho.
Antoine de Sáint-Exupéry

lunes, 28 de octubre de 2013

Happy

No todo está perdido en este mundo de villanos.

lunes, 21 de octubre de 2013

Tampoco eres Madonna

Me hace gracia descubrir que hay más gente que me lee de la que yo pensaba (al margen de los anteriores hallazgos). Y más gracioso aún es el hecho de que mi opinión les importe. Pero bueno, a los arrebatados nuevos indignados sólo les comentaré que soy consciente de que cada uno vive la mentira que quiere vivir, yo voy de frente y asumo mi parte, eso no quita que su capacidad de reunión sea despreciable, y tampoco iba con ellos la cosa. Se puede ser sin parecer y parecer sin ser, y aquí no ha pasado nada. Mis aspiraciones están muy lejos de robar protagonismo a quien reclama protagonismo.

En fin... la gente que tiene mi admiración lo sabe y su trabajo habla por ellos mismos, pero está claro que vivimos en el mundo de la imagen, las influencias y la comunicación, y la especulación ha contaminado todos los sectores, de ahí que ser un vendedor de humo hoy día sea un prestigio, ¿por qué vamos a enfadarnos? A mí no me sale, sólo digo eso, no digo que no sea difícil hacerlo, el mentir constantemente, reír constantemente, vender constantemente estados supercalifragilísticoespialidosos... Sinceramente, el día que logre flotar mi empresa pagaré gustosa a alguien que haga todo eso por mí.

Madonna podía cantar "like a virgin" pero todos sabemos que de virgen tenía muy poco.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Pasando

Hay seres tan indiferentes que no me inspiran ningún sentimiento a la hora de dedicarles unas líneas, pero la traición es algo que detesto, así que como observo que causa expectación sólo le diré a ese adolescente que conocí en el lugar prácticamente perfecto que a día de hoy no goza de mi confianza, no sólo porque sus acciones y maneras de proceder son inefables y progresivamente se vuelven más inestables y egoístas, sino que no responden a fines coherentes con lo que son sus hipotéticos principios (y ese tipo de gente está perdida). Nadan y nadan en demagogias, quebranto constante de valores humanos - adviértase la diferencia con respecto a morales - y refugios turbios en salvamentos que no son tales para seguir nutriéndose de excusas inmaduras acerca de quién es responsable o no de su desgracia, volviendo una y otra vez a lacras que a los veinte años más vale tener superadas (y más en los tiempos que corren). Un despropósito. De ahí que el hecho de elegir posicionarse en un bando u otro me deje a este lado de la ecuación. Mi identidad es algo que filtro yo, y comparto con quien quiero, así que más vale no tenerme como enemiga (sobre todo cuando eres un delincuente a ojos de la ley). El resto de secuaces ni merece mención.

Tampoco es que me sorprenda, no se puede esperar respeto de quien no sabe respetar, ni (esto muy importante) de quien no se respeta a sí mismo, de quien altera los patrones que propone en cuestión de una semana, de quien dilapida bienes ajenos sin condescendencia, de quien está mal porque no tiene el valor de estar bien, de quien es una absoluta máquina de autocompasión que no genera nada productivo a las personas que, bien o mal, lo han convertido en quien es. La omisión de auxilio a una hermana, como otro ejemplo, y ese tipo de razones...

Mis entradas pueden resultar llamativas por la forma en que he hablado de mi familia, por ejemplo, pero, por supuesto, nada de lo que exprese aquí es algo que no haya dicho a la cara, de ahí que las frustraciones que poseo están más relacionadas con lo que espero de mí que de lo que espero de los ellos, porque sinceramente: hace ya bastante tiempo que no espero nada de nadie. Y soy muy consciente de que la gente baila su son y quieren que bailes tú con ellos, que no bailes o que los dejes bailar, y, muy especialmente, que no bailes mejor que ellos.

Metáforas aparte, en esta ficción autobiográfica que a veces logra teñirse de literatura, no hay lugar para quien juega a dos bandas, ni los "amantes" de zorras, ni los "amantes" de zorros, o ambos sexos (y quien me lea sabe que entrecomillo la palabra amante porque en castellano está fatalmente utilizada) y como llevo una racha descorazonadora estoy de bastante buen humor, justo el humor francés del desconcierto ante la evidencia de lo patético de la existencia humana. Soy de las que ríe cuando algo grave pasa como mecanismo de defensa, para canalizar el nerviosismo o pensar mientras, pero esta vez puedo sonreír con tranquilidad ya que ni los desencuentros, ni los extraños desafíos-burlas cibernéticos, o las pobres alianzas entre enfermos mentales causan afectación en mi cotidianidad.

Lo siento por vosotros.

lunes, 14 de octubre de 2013

Zombies

En el vuelo de ida a Praga el año pasado encontré el típico suplemento de periódico con artículos varios. No lo leí muy a fondo pero lo guardé porque, aparte de contener un reportaje sobre Fukushima, databa de una fecha bastante importante para mí. Este fin de semana, haciendo repaso por casa, llegué hasta dicha revista, y ojeando un poco encontré un artículo de opinión acerca de la obsolescencia programada. Si no es suficiente con mi creciente descontento hacia el sistema el leer cosas como que el nylon que hoy conocemos es de baja calidad comparado con el nylon que su creador desarrolló en sus inicios, que las medias podrían fabricarse de modo que no se produjesen carreras, que podrían durar prácticamente una vida, que las antiguas bombillas incandescentes vivían también más según eso, o que las impresoras incluyen un chip para dejar de imprimir una vez llegan a la página especificada... Te preguntas qué clase de broma pesada es este mundo, ¿dónde está la conciencia con respecto al planeta?, en serio, ¿qué estamos haciendo?, ¿qué estamos consintiendo? y ¿por qué? A veces podría pasar toda la semana con el mismo pantalón, con mis deportivos rotos y pienso que cada vez necesito menos cosas. Desde que volví del piso he tratado de reutilizar todos mis materiales igual que hice allí para convertirlos en objetos útiles, para que dejen su inactividad y se conviertan en algo aprovechable. Pero el consumismo limita nuestras fuerzas, aún en esta época de crisis no se aboga por conseguir productos duraderos, se lucha por seguir enriqueciéndose a costa de la pobreza ajena. Y yo sinceramente no sé para quién quiero trabajar porque no quiero ser parte de esto, no quiero ser parte ni del conjunto ni del colectivo, no quiero nutrirme de la pobreza de nadie y ni siquiera quiero dinero. Querría poder moverme, deshacer fronteras, eliminar la burocracia que nos limita, conocer personas que funcionen de otra manera... Pero estoy tan atrapada como el resto que detesto y la elección no es otra que escoger lo menos malo dentro de que todo lo es. Y es básicamente levantarse otro día para intentar rescatar algo positivo de esta tragedia colectiva.

Nos comemos unos a otros.

jueves, 10 de octubre de 2013

Círculos

Mi vida ha completado un círculo, justo el correspondiente a 2003-2013, diez años. Podría haber sido cualquier otro año y su correspondiente diez años después pero es justo ése. En 2003 terminé el instituto, empecé la universidad y comencé a relacionarme con los detonantes que han logrado protagonizar esta década. Al inicio de este curso se cierra, sintiéndome más adulta que aquella adolescente pero con muchas similitudes que han logrado dar coherencia a este proceso. Los fantasmas han muerto, las libretas se han agotado (justo la que guardaba desde ese año), las mentiras han caído por su propio peso, y hoy mis ojos siguen llenos de lágrimas pero no tienen ninguna venda. No le temo a nadie. Sólo puedo seguir creyendo en mí (que es lo único perdurable de este periodo), y ya está...

Quisiera regalarme los ojos de ahora a como era entonces y ver tan claras las cosas, y sin embargo también quiero poder volver a mirar mi futuro como lo miraba entonces: con la inocencia de las personas que no temen el fracaso, con la alegría de la inmensa juventud, de los sueños y las promesas que era imposible que fuesen mentira, y hoy... hoy todas aquellas palabras son falsas pero no las ilusiones y los sentimientos que crearon. Algo bueno tuvo que tener algo tan malo.

La realidad es el futuro apocalíptico de las películas de ciencia ficción de los ochenta pero sin naves ni replicantes. Es todo lo que no queríamos que fuera. Pero hay algo salvable: nosotros sí somos lo que queríamos ser, soy como quería ser, dentro de las circunstancias lo único que me inspira querer seguir es no haberme defraudado a mí misma.

El próximo círculo será duro, y no estará cualquiera, eso seguro.

miércoles, 2 de octubre de 2013

"Beautiful people"

No sirvo para escalar en sociedad. No sirvo para aguantar el mamoneo y sonreír a gente idiota. No sirvo para organizar eventos con el único fin de venderme o promocionarme. No sirvo para sumergirme en el mundo del diseño/fotografía/publicidad/o cualquier otro rollo/ y rodearme de gente como la que describo. No sirvo y no me da la gana. Prefiero ser una artista marginal, sin futuro, como ahora. Prefiero ser fiel a mis creencias.

Amigos de amigos... amigos que conocen a... amigos que trabajan en... Sólo utilizo este sistema para ayudar realmente a gente que me importa. 

Cuánta mentira...

jueves, 26 de septiembre de 2013

Busco compañero de vida

Se busca compañero de vida. No necesaria demasiada experiencia, la justa para conservar el entusiasmo y las ganas de seguir aprendiendo. Busco un hombre capaz de expresarse libremente, que conserve su personalidad a pesar de mi criterio pero sea capaz de elaborar planes comunes. Que no me tema y no huya de mí. Que me trate en base a quién soy y no a quién le parece que soy, o a quién le recuerdo. Busco alguien que no mienta y que fomente nuestra confianza día a día. Necesito una persona que amplíe mis horizontes intelectuales y comprenda mis taras psicológicas (al igual que yo las suyas). Se busca un individuo emprendedor al que le encante viajar y relacionarse con otras culturas, tolerante, con conciencia socio-ambiental y sentido de la justicia. Se valorará una actitud activa y creativa en el sexo sumado a una expresión afectiva igualmente desinhibida. Me gustan los hombres con aficiones al margen de su profesión, que logran ser constantes en una actividad simplemente porque les gusta. Absténganse personas que no sepan escuchar, cuyos argumentos sean siempre una trampa, gente que no contemple una pareja como algo que le concierne a dos, personas que no quieran llegar a ser "mi familia", que antepongan el criterio ajeno al de la gente que verdaderamente los quiere, o incapaces de sentir amor.

Supongo que ahora mismo no me sería necesario nada más y sin embargo me parece aún difícil encontrar alguien así, y que quiera estar conmigo claro...

Remuneración: Amor incondicional, respeto y lealtad (al margen de todo el tiempo de mi vida).

domingo, 22 de septiembre de 2013

Seguir

¿Cómo dejar de querer a alguien que no te ha defraudado lo suficiente? ¿cómo dejar de querer a alguien que no quieres dejar de querer?


Soy perfectamente capaz de "seguir" sin dejar de hacerlo... (sin dejar de quererte).

sábado, 14 de septiembre de 2013

En mi camino

Ayer tuve un encuentro extraño y reconfortante. Iba andando hacia los bares hablando con un amigo inglés que no tenía ni idea del reciente movimiento hipster y swag (sí, curioso), así que le estuve explicando la procedencia de los términos y lo absurdo que me parecía el que la gente que se engloba en el estereotipo normalmente, o por lo general, no conocen nada acerca de la obra de Kerouac, ni se ha leído On the road (y además tampoco le importa). El caso es que de repente, una chica muy guapa algo más bajita que yo se acerca disculpándose diciendo que es la primera vez que interrumpe a alguien así por la calle y que incluso estaba ofuscada por ello. En un primer momento pensé: "tierra trágame", va a empezar a echarme la bronca por meterme con los modernos de ahora. Pero nada más lejos de la realidad. La chica dijo que estaba de acuerdo conmigo y que se alegraba de escuchar a gente tan culta, con las mismas inquietudes que ella, me explicó lo del camino hasta Santa Mónica en relación al libro y que el término swag realmente procedía del final de la ruta. Básicamente detalles que complementaban mi relato, también para situar a mi amigo inglés. Nos acompañó un pequeño trayecto y de repente en una de tantas esquinas y antes de separarse de nosotros, tras su magnífica intervención, me dice: "te recomiendo que lo hagas, lee la novela y hazlo" y le digo: "pero si la novela ya la he leído", y contesta: "sí sí, pero léela y haz la ruta, yo la he hecho". En ese momento me quedé alucinada. El inglés se quedó igual de perplejo. Por supuesto se refería a la Ruta 66, trayecto que recorren los protagonistas de la novela. Aquella chica angelical de ojos verdes inmensos recorriendo los Estados Unidos, la misma que se cruzó en nuestro camino y alabó mi discurso...

De verdad que gente así motiva. Tal vez escrito no suene tan emocionante pero para mí lo fue. Sentir esa conexión y esa energía de alguien semejante, espontáneo... Ojalá encuentre más personas así en mi camino.

Tengo un sentimiento grato de compañía, a pesar de mis muchos errores y choques con piedras antiguas. He conseguido terminar el proyecto a tiempo y este lunes podré entregarlo. Creo que es suficiente, de momento.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Adiós, rata

El resto de mi vida empieza hoy.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Los hombres que no amaban a las mujeres

Hoy me parece un día precioso. La gente se queja cuando llueve y está gris, pero estando sola en casa, teniendo la ventana completamente abierta para que pase el viento, siento una calma cálida en el mismo tono que percibo. El gris también me gusta para vestir.

Ayer para mí empezó septiembre, y septiembre es salir porque sí, planes espontáneos, gente nueva y antigua, noches frescas, risas, coches, vueltas, música, conciertos, bares... no sé, es bastante. Es patear calles y hablar como una loca, y ayer hice todo.

Las mujeres sufrimos mucho, y sufrimos por los hombres. Quedar con mujeres me hace darme cuenta de que no estoy nada sola. Tengo un montón de suerte de sentirme tan bien esta mañana. Tenemos miedos y sueños que suelen ser parecidos, perseguimos imposibles posibles y saltamos y gritamos para no llorar. Pero si llegamos a llorar no importa, no importa volver a casa con algunas lágrimas en las mejillas, importa querer vivir y querer seguir arriesgando.

Las mujeres son increíbles, no conozco seres más fuertes ni más sensibles.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Cordura

No lancé la botella, sólo comenté algo insustancial para tantear el terreno, y gracias a ello el día de hoy no es un completo error. No existe la frase que me libre ya del olvido... Aún así no descarto mi alegato en futuros sucesos, total, no se pierde nada por hablar, lo más difícil es tener la oportunidad de hacerlo.

¿Y ahora qué?

El insomnio nocturno está destruyendo mi escaso equilibrio mental. Noches en blanco, mañanas de dormir algunas horas, pupilas sensibles a la luz todo el día, dolor de cabeza, tristeza... Quiero acabar y tratar de normalizar mi descanso, sobre todo porque me produce sobre-reflexión y me da por analizar comentarios o acontecimientos que ya no tiene ningún sentido recordar. Y de repente esta noche he recordado que no he dicho algo muy importante en mi legítima defensa, y con ello me refiero a esos puntos que necesitas matizar antes de dejar de hablar a alguien. Pues sí, como apenas soy obsesiva en ese aspecto hay algo que me reconcome y no he dicho, y no entiendo cómo pude olvidar un alegato tan contundente. Ahora viene el dilema de qué hacer, si sobrellevar mi insomnio y preservar mi dignidad o tirarla por el suelo completamente y aventurarme a lanzar una botella al océano con un mensaje que a nadie importa excepto a mí. ¿Por qué soy tan imbécil? Porque no sé parar. No sé parar cuando la realidad que me venden es injusta u observo tanto conformismo hiriente. No entiendo cómo hay gente que construye unos refugios mentales tan ilusorios y aún así le funcionan.

Mentiras convertidas en realidad. Reconversión ficticia de la historia.

martes, 3 de septiembre de 2013

Compañeros y amantes

Creo que ya sé lo que me pasa, y por qué aparte del vértigo que me produce el terminar el máster y su "después" sigo tan agobiada. Parece en apariencia un poco absurdo, pero no creo que haya otra explicación.

Para mucha gente la frase: Más vale solo que mal acompañado, es una máxima que para mí nunca ha tenido sentido, básicamente porque siempre he hecho lo posible por no estarlo, y aunque haya tenido la valentía de pensar en ella y dejar a otros ha sido, en parte, por incompatibilidad total o decepción tan desbordante que el afecto ya no pudiera contrarrestar una incipiente maldad, maldad deliberada, inconsciencia egoísta o ausencia de correspondencia. En algún caso la causa más importante ha sido la ausencia de mundo común, y con esto me refiero a ese ideario que se va fraguando sin querer, las horas muertas hablando de lo que nos pasa, lo grande de sentirse comprendido y apoyado, motivado y alejado de ese daño que aparece en lo cotidiano del devenir...

En mi caso ha sido bastante difícil el disfrutar de un buen compañero que además fuera un gran amante, o dicho al revés, de un buen amante que además quisiera ser mi compañero. Realmente es sustancialmente más fácil que se produzca la segunda, puesto que candidatos suele haber más. La compañía emocional es lo que más tiempo demanda, más esfuerzo y más heridas, de ahí que en general sólo se quiera contar con encuentros fáciles que no compliquen demasiado los intereses personales. Al conocer a alguien no sabes realmente cuál es su planteamiento a nivel sentimental, cómo se desenvuelve en una relación, qué cosas implica y qué no el estar con alguien, y sólo saliendo con esa persona llegas a verlo. Para mí, por ejemplo, es vital el poder comunicarme y sentir que no es una conversación vacía, que el otro punto de vista sirve para fortalecer el mío, que realmente el otro se hace útil de la manera en la que yo quiero sentirme para él. Pero esa parte es un núcleo que debe precisar de otros aspectos para no sentirme demasiado frustrada.

Estoy desengañada, aplacada, demasiado entristecida ya como para pensar que el futuro en este sentido pueda ser algo mejor. ¿Por qué tendría que ser mejor que estos últimos diez años? ¿Porque son otros? Serán iguales pero diferentes, idas y venidas, regalos inmerecidos, minutos y horas llenados de otra manera.

Y sí, realmente creo que lo que pasa es que no sólo es que esté sola y que sea alguien que contempla la vida muy reducida al estarlo sino que no vislumbro una opción real para dejar de estarlo. Las opciones de amantes son caminos que no me interesan, y la opción de compañero se divisa remota. De ahí que haya construido mi abismo: empezar otra vez sin nadie, sin trabajo, sin estar matriculada en nada...

Fue bueno mientras duraron las cosas y aún conservaba la esperanza de forma más o menos intacta. Era realmente reconfortante pensar que podía convertir un aspirante a amante en un compañero sencillamente con esfuerzo y dedicación, pero los años te hacen ver que ahí lo que importa no es eso. Lo que importa es que la otra persona quiera lo mismo que quieras tú, que quiera ser tu compañero y tu amante, que quiera que tú lo seas para él. Y no hay cruzadas infinitas de buenos actos o virtudes que consigan hacer brotar un sentimiento que no tiene un leve atisbo de existencia. Podemos morir en ello infinitas veces.

Han sido demasiados años de espejismos, de elegir opciones descartadas de antemano o de compartir otras hasta su desgaste y denigración, y también de seguir recordando la opción que me gusta a través del tiempo. Pero el momento de despertar ha llegado, a pesar de que me niegue a abrir los ojos o no querer vivir así. No hay más remedio. Soy mayor, se acaba esto.

sábado, 31 de agosto de 2013

Trece semanas

Tengo por delante un par de meses que aún albergan ciertos proyectos aquí (y alguno en Barcelona), pero más allá, digamos hacia diciembre, no hay nada. Son trece semanas para idear el plan alternativo a la ausencia de plan. Un plan resolutivo claro, o desde luego algo que se le parezca.

Hoy ha sido un agradable día anaranjado donde agosto se ha despedido de mí con mucha calma. La luz ha sido increíble todo el día, incluso ahora se distinguen tonos rosáceos sobre los recortes de las montañas. Un buen resumen. Y mañana, septiembre.

viernes, 30 de agosto de 2013

Ojalá... existiera la eternidad

Hay otros que no entienden que a cierta edad te siga gustando el anime o el manga porque piensan que son historias muy infantiles o irreales, pero eso no es cierto. En la mayoría de series filmadas con gente corpórea escucho diálogos tan alejados de la realidad y tan artificiales, que cuando pienso en las series japonesas, muy a pesar de los estereotipos, el marcado rol social de la mujer, y otros temas que hay que tener en cuenta, me emociono y me maravillo de cosas así:

Nana: Ojalá... existiera la eternidad.
Yano: Existe... Existe estoy seguro.
Nana: ("Con su cara brillando en la profunda oscuridad y sus ojos como si todas las estrellas de la galaxia se unieran, me dijo que la eternidad existe. Incluso ahora, recuerdo perfectamente cómo era aquella noche, cuando solo tenía 17 años.
Aunque ahora somos adultos, sabemos que no existe la eternidad. Ahora que ya no somos unos críos... Pero en aquel entonces... el tiempo se detuvo, y éramos los únicos en el mundo. Ese momento fue tan real... y a la vez parecía un sueño...
Sentí como si hubiera durado sólo un momento... y a la vez una eternidad. Dentro de nuestros jóvenes corazones, la eternidad existía de verdad.
Pero...
Todo el mundo...
...acaba siendo adulto")
[cap. 20 - Bokura ga ita]


He visto que incluso hay plagio por Internet de este fragmento.

Yo también sé que la eternidad no existe pero mi sentimiento es completamente ése. Por eso la mayoría de veces utilizo palabras como siempre, nunca, y lo enmarco todo en un esquema temporal. Es como que quiero aferrarme a esto, que dure de la forma en que sé que no va a durar. Y tengo recuerdos tan profundos, tan sensoriales y expresivos como los que se evocan.

No logro asumir que la vida seguirá sin mí...

Cuando eres más joven el tiempo parece que no importa. Leía a Azorín en el instituto y me parecía un hombre obsesionado con él como si fuera muy alejado de mi cotidianidad y ahora... Ahora todo es tiempo que hay que aprovechar, que hay que convertir en la única eternidad que vamos a conocer.

Me encantan las traducciones porque muchas veces los personajes utilizan adjetivos curiosos si los comparas con los habituales aquí. Para describir a los protagonistas masculinos, por ejemplo, hablan de su "frescura", que tiene un estilo "refrescante", que es un chico "brillante" o "resplandeciente", de una manera tan perceptiva, haciendo lo físico interno (pienso sin querer en tomar helado o granizado, lo alegre de sentir el frescor en la boca y lo identifico con esa persona, y es bonito, igual que pensar en la primera luz del día y verlo tan alegre). Les encanta la luz, el color, la temperatura, la atmósfera, el modo de hacer algo. Se fijan en elementos como el papel, el cabello... Y a mí, no sé por qué, me parece una forma tan viva de sentir las cosas, más humana quizá, más ligada a los actos y no tan atrapada en el esquema temporal. Es como que es más inmediato el ahora en este instante, aquí.

Tengo que tranquilizarme y tratar de racionalizar mi circunstancia. No puede ser que un viernes, sin haber pasado nada, piense todo esto y llore tanto.

jueves, 29 de agosto de 2013

Otro jueves

Es salir de casa y comenzar a tener ideas. Llegar y disuadirme. Estoy condicionada por el espacio donde vivo, las interrupciones cotidianas y el resto de interferencias que consumen mi energía. La mayoría de los días lo que más me apetece hacer es estar aquí escribiendo. A veces, cuando me echo en la cama antes de intentar dormir o simplemente a descansar un rato, imagino muchos párrafos y narraciones que no llego a redactar y se me olvidan. Tal vez debería plantearme el ponerme en serio a escribir algo. Siempre lo veo como un proyecto a largo plazo que no llega, pero esa filosofía no me llevará a ninguna parte. Tengo la capacidad de redactar e ilustrar, debería confiar un poco en ello.

Aquí nunca utilizo un lenguaje demasiado elaborado, más que nada porque no me parece que adornar más las cosas les de más empaque. Bukowski decía que a veces escribía como si vomitase, que lo soltaba así, de golpe, conforme salía. Yo también trato de hacerlo. Por supuesto, no me puedo comparar pero creo que trato de mostrar sencillamente lo que siento, lo que es transmitir una sensación y no meterla en una caja de colores para que se muestre más bonita. Me conformo con eso, con que alguna línea diga algo de los altos y los bajos, la pasión, la decepción y otras cuantas.

Me agobia septiembre porque después de él no diviso nada. Porque elaborar mis propias metas me asusta. Sentir la responsabilidad de tener que buscar una alternativa a la nada actual me da vértigo. Seleccionar (para mí misma) se me hace difícil.

No sé dónde quiero estar, sólo sé que deseo tener mi propio espacio. Tampoco sé lo que quiero hacer, sólo sé que quiero hacer algo que me haga sentir bien, que no sienta mi tiempo prostituido en una actividad que me repugne. Y poco más...

Sigo algo aplacada mentalmente por la situación actual que es algo así como contactar, a veces, con alguien que ya no existe; que es otra persona basada en ése, y continúa sin querer corresponderme. Es básicamente asumir que todo es temporal, y me pone un poco triste.

Pero el problema es mío por ser tan ambiciosa y por estar acomodada al hecho de que siempre he podido elegir, cuando sé que otros no tienen siquiera esa oportunidad. Y sí que sigo esperando que mi vida se solucione por el hecho de ser buena persona o creerme con cierto talento, pero eso no tiene por qué suceder.

Normalmente comienzo a moverme en jueves.

martes, 27 de agosto de 2013

El problema de la identidad

Mi hermano me comentó que estuvo obsesionado una temporada con la idea de que nuestro cuerpo al cabo de cierto tiempo es completamente nuevo y distinto del que era haría unos años, de ahí que le perturbase la idea de pensar que mentalmente debía ser diferente del que era, necesariamente. Otros teorizan y citan en relación a lo múltiple y fluido que la identidad es a pesar de contenerse en una esencia o concepto, de ahí que me aventure a divagar en esta entrada.

Para mí no es un problema en absoluto, de hecho, hace poco me fue preguntado qué nombre uso para llamarme a mí misma. Sinceramente, yo no necesito llamarme, y si lo hago es en boca de otros, es decir... digamos que mis amigos en distintos ámbitos me llaman de manera distinta a lo que lo hacen mis padres u otras personas, y por otro lado yo ideé llamarme Lash por tener un término que me identificase en relación a una experiencia concreta, simbólico, elegido por mí y no dado por otros. Pero cuando estoy sola no necesito llamarme Michigan, Cami, Lash, Heisenberg o ningún otro a menos que lo rememore en labios de otra persona. Soy reconocible, me percibo como un todo al margen; ese todo que mi hermano temía que fuese irreconocible y nuevo. Para mí el yo tiene una continuidad, cambia pero permanece.

Supongo que en mis múltiples interacciones y apelativos me reconozco, y es precisamente esa parte múltiple y fluida de lo que en sí mismo es continuo. Digamos que la identidad es una materia que puede cambiar de color y forma sin cambiar por ello su composición primigenia. En palabras de lo que sería mi proyecto acerca de la interacción entre poliestireno extruido y disolvente orgánico diría que no se trata de rupturas y formación de nuevas moléculas, es decir, no se producen cambios en la naturaleza química de la sustancia.  [...] Las moléculas siguen siendo las mismas, su naturaleza o identidad no cambia, y son sólo algunas interacciones o la aparición de otras moléculas las que hacen que el conjunto cambie. Se podría describir entonces como cambios químico-físicos a nivel microscópico que producen enormes cambios a nivel macroscópico.

Somos elementos orgánicos a fin de cuentas. Funciona igual.

jueves, 22 de agosto de 2013

Crush

Últimamente me siento un poco presionada, y no sólo por el hecho de tener que entregar el proyecto a tiempo si quiero poder aprovechar la convocatoria de septiembre (ya que mis fondos se han acabado). La presión viene sobre todo por algunos aspectos que X me hizo ver cuando le hablé de la posibilidad de trabajar y la responsabilidad de hacerlo. Supongo que personas así me hacen sentir inmadura y cobarde, precisamente porque sus argumentos siempre parecen más convincentes y realistas que los míos. Pero lo bueno es que sé verlo.

Supongo que de los tipos de personas que habitan la tierra yo seré una especie de observadora frustrada y él un hacedor de experiencias. Me excuso pensando que mis circunstancias no han favorecido el expandir mis horizontes; mi sexo tampoco. Yo no tengo amigos, por lo general, que gusten de elaborar ciertos planes, viajar a sitios que me motivan o pasar el rato de maneras que conecten sinceramente con mis apetencias. De hecho lo he intentado con personas cercanas pero no ha surtido mucho efecto. Buscar gente nueva es difícil y a estas alturas está todo muy manido. No sé si será el ambiente, tantos años en la misma ciudad, pero estoy cansada de ver lo mismo, y moverse a cualquier parte implica un gasto. Hay planes que puedo pensar sola pero, siendo una mujer, algunos planes en solitario son peligrosos. No he vivido miles de experiencias que me habría encantado vivir, y tampoco estoy cerca de vivirlas ahora, pero el mortificarme no va a hacer que sucedan antes, sino más bien tenderé al bloqueo. Soy consciente de que tengo 28 años y ya no es tan poco, pero sencillamente no es tan fácil. No lo es.

Siento cierto desarraigo porque tampoco poseo amistades de la infancia, debido al cambio de colegio y demás. Las amistades del camino fueron variando y ahora mismo todos los planes se restringen a un ámbito muy concreto, con personas muy concretas y puntualmente. Si hay un festival de reggae o de jazz o de cualquier tipo de música que me apetezca especialmente no tengo a nadie a quien llamar para ir, aunque pusiera el coche. Es más o menos eso. A veces los domingos me gustaría ir a cualquier parte, con mar o con montaña, cambiar la ciudad... pero tampoco hay nadie accesible para eso, cuanto menos ya escaparse a Roma, Florencia, Oporto o cualquier otra ciudad no muy lejana.

Lo bueno de tener pareja suele ser eso, en mi caso, el tener siempre alguien con quien hacer planes de ese tipo sin tener que contar con gente que no te motiva mucho, pero las últimas veces tampoco ha tenido importancia este hecho. No he visto demasiadas cosas con ellos.

Posiblemente mi papel de espectadora alucinada, que según X se basa en realidades que no conozco y que podrían defraudarme (algo así como enamorarse de alguien sólo por su físico), es en realidad una manera de huir de lo que conlleva experimentar la realidad y defraudarse de ella. Porque mucho de lo que hay al penetrar la superficie es un horror. No sé si la visión idílica e idealista de todo lo que podría ser algo o alguien llega a ser mucho mejor y más saciante que lo que es en sí, aunque eso sea igual a estar en Matrix, o una realidad ficticia muy alejada del mundo que existe. La verdad es intangible, y sigue siendo una convención pero sentirme una cobarde me hace sentir aún peor.

Hay días que se me hace realmente duro existir. Despertarse, desayunar, hacer cualquier tontería como siempre, comer, malgastar la tarde, cenar y volver a dormir. Obviamente no quiero esa vida, pero me aplaca tanto el que ya sea así que buscar fuerzas dentro de mí para combatirla en busca de alternativas es una proeza heroica precisamente cuando me siento tan sola. No tengo ni siquiera ningún colega cercano con el que tratar de coger un local y habilitarlo para generar obra. Es como que todo tiene que partir de mí. Y supongo que todos nos sentimos así, aunque unos más que otros, pero a mí me aflige demasiado.

No sé exactamente qué pasará después de septiembre, aunque me ponga a estudiar inglés. Tengo un título que está indicado precisamente para ser fuerte y desarrollar tu carácter, ser autónomo, creer en tí y salir adelante trabajando en la destreza que te guste. Y no sé, sinceramente, qué puedo hacer yo por este mundo, ni siquiera si quiero hacerlo o no, que es lo peor. Y ya no es el mundo, soy yo. No sé si soy capaz de hacerlo por mí. La verdad es que escrito suena trágico, acabo de darme cierta cuenta de ello.

La idea de haber sido una estudiante brillante, de haber sufrido exclusión precisamente por ser buena, ser "la chica perfect" como me llamaban, y al final haber optado por una modalidad artística que nadie valora como importante y que no parece tener lugar en la sociedad es descorazonador. Con mi nota podría haber optado a la carrera que quisiese y elegí justamente un ciclo largo de ésta. Y he tratado de seguir por disciplinas semejantes pero al final es todo igual: ser otra pieza más de un sistema que no me gusta. Si fuera científica al menos serviría a los demás de otra manera.

Mi compañero fotógrafo del máster está convencido de que los artistas debemos existir para elaborar artefactos de felicidad que sirvan a otros, a los científicos y los abogados, los carniceros, los peones, las amas de casa, las prostitutas y cualquiera que los experimente. Pero yo no sé muy bien cómo hacer feliz a alguien yéndome así...

Sí que no me siento un fracaso completo y soy la mujer que quería ser para casi todo, no estoy corrompida en aspectos que creo fundamentales y tampoco he herido gravemente a otros, pero sí que es verdad que siento que el tiempo se me está escapando de un modo vertiginoso mientras sigo aquí parada lamentándome por la falta de oportunidad y no salgo realmente a buscarla o no la fabrico aquí, como sea. Y me empiezo a desmoronar y comienzo el ciclo insano de bloqueo.

Tengo que hacer algo ya, pero no sé el qué, y tampoco tengo dinero.

Pensaba en escribir que ayer fue noche de luna llena y no había nadie con quien pudiera compartirla en un banco, mirando al cielo, pero en realidad es lo mismo de siempre: no vale cualquiera conmigo ahí abajo.

No quiero morirme con este sentimiento de frustración y de impotencia, quiero arrancarme ya esta soledad como sea. Quiero estar rodeada de amigos, y de personas que me quieran, y poder quererles y que me dejen hacerlo. Sobre todo lo último.

Hoy la nada es paz

Pero el 19 lo único que pasó es que no pasó nada, al igual que el 16, el 17 y el 18. Nada, como pasó ayer y anteayer. Y hoy la nada es paz.

He trasladado el ordenador al salón para poder dormir por la noche, pues las altas temperaturas que alcanzaba la habitación por su efecto no me procuraban un buen descanso. La hiperactividad mental también propicia que mi concentración decaiga arrastrada por sucesos que, por mi bien, no deberían alejarme del objetivo primordial: entregar el proyecto a tiempo. El 16 de septiembre tendría que estar listo, supongo que impreso y encuadernado, lo que implica acabar cuanto antes y dar un buen repaso a la forma general. Aún me falta, y me agobia, pero debo seguir como pueda.

Tengo ganas de que llegue septiembre y el ambiente sea más fresco, que la calle vuelva a llenarse con la alegría de los niños del colegio; que los bares recobren un poco la vida de sus diálogos y se sienta, como siempre, la oportunidad de empezar otra vez, otro año. Septiembre es un enero, o una primavera floreciente, un atisbo hacia el otoño, cuando se decide por dónde tirar y de qué manera. Siempre será un ojalá...

domingo, 18 de agosto de 2013

No sabe igual

Se puede saltar de alegría y volver a caer con las mismas al ver que no se puede compartir con nadie. En parte era previsible que esto pasara. Esta semana compré salchichas bratwurst con el recuerdo de cuando las comía en el lugar prácticamente perfecto el verano pasado. Esta noche las he comido en mi casa, las ha cocinado mi hermano, y no es que estuviesen mal hechas, ni nada parecido, es sencillamente que no sabían igual. No sabían a llegar después de todo el día buscando trabajo, haciendo papeleo, redactando memorias, cogiendo autobuses, preparando la comida, pintando, yendo a Santa Teresa, riendo un rato, esperando, volviendo a casa con millones de proyectos e ideas y haciendo la cena mientras charlas. No tenían ese rico sabor con menos condimentos y más sensaciones. Pero la caída no ha venido por eso, naturalmente. Supongo que acabar un capítulo del proyecto y de repente sentir que has aprovechado el sábado y... esas ganas absurdas de compartirlo con alguien en concreto...

Al margen del proyecto y las buenas perspectivas personales hay una parte que no tiene sentido ahora mismo y estoy completamente desconcertada.

No sé qué puedo esperar.

jueves, 8 de agosto de 2013

Aquí, en agosto

Vayámonos al mar a pisar la arena fría, a recostarnos en el sonido de la brisa y perdernos en el vacío y el lleno del cielo, donde no recuerde quién seas tú ni quién sea yo, y el silencio nos acune y nos aleje. Vamos a la montaña a mirar los candiles y las estrellas, y las crestas de la ciudad; a soñar con un eco que devuelva alas a nuestra esperanza, a contemplar sin rencor quienes somos, a escondernos en el instante y encontrarnos fulgurando allí arriba.

Quedémonos tan sólo aquí diciendo la verdad sin metáforas, perteneciendo al presente único, sumidos en el respiro de este equilibrio de cristal.

Seamos nosotros,
otra vez.

domingo, 4 de agosto de 2013

Nueva órbita

Esto puede salir muy bien. Celebro la oportunidad de tener una oportunidad y desde la mía poder dársela a otra persona. A falta de una semana para las conclusiones, motivaciones y contactos muy terrenales, aunque racionales (más que yo). Al borde del expreso hacia el horizonte brillante, en parte conocido y en parte nuevo.

Aún no puedo explicarlo con suficiente detalle porque es un leve paso pero, tal vez, el 19 de este mes gire en una dirección con órbita espacial, gente especial y muchas obligaciones.

lunes, 22 de julio de 2013

O tú o nadie

No te pertenezco y sin embargo soy más tuya que cualquier otra cosa. No creo en la posesión pues hasta la vida nos viene dada, pero del segundo a la hora o del día al año no hay manera de desterrarte, a ratos, justo cuando cierro los ojos desesperada. Nunca serás consciente del inigualable espacio mental que ocupas en mí sin saberlo, el cual podría convertirte en la persona más segura del planeta, y aún así desconfías, huyes o temes atribuyéndome juicios de otros que no son yo. Terrible, como los enigmas laberínticos y el reflejo de ese iris azul vuelto blanco en el transcurso de aquellas noches, cálidas y frías... tanto, como partir una vez más en la dirección opuesta. Pero esta vez no seré yo quien se despida.

domingo, 7 de julio de 2013

A pesar del pesar

Sólo existen dos personas, de entre todas con las que he coincidido hasta ahora, de las cuales no he asimilado su marcha. En algún tiempo la lista fue más larga y me alegra saber que la tercera siempre abandona su posición volviendo a mi vida. No sé si a todo el mundo le pasa, pero experimento un sentimiento que funde afecto a la par que rechazo, y no asimilo del todo las causas que llevaron a esa distancia. Pensar en ellos dos es doloroso. Están equiparados en horas y probablemente en "amor", un poco a la par en conflictos internos aunque no en mecanismos de actuación. Es curioso que habiendo vivido en Murcia ambos se encuentren, probablemente, en la misma comunidad autónoma, que, por supuesto, no es la mencionada. El arquitecto y la bióloga en quienes evito pensar para no sentir esa horrible sensación, no sólo de abandono, sino de angustia. Si algún día los encontrase de casualidad me moriría por dentro, sería una extraña desmoronada en ese instante secreto que sólo avanzaría hacia otra parte. No comprendo bien cómo se puede vivir asumiendo que no se volverá a hablar con personas a las que has hablado horas. Horas y días de tanta intensidad que posiblemente los años de trato con otros jamás igualen ese tiempo, y aún así poner un pie fuera de la cama otra vez y seguir...

Con los demás simplemente zanjé las cosas y a pesar de no devolvernos equitativamente lo que nos dimos hubo una conformidad. Con ellos no hubo equidad. El dolor es tan incomprensible como las consecuencias y las causas.

Quien abandona la lista una y otra vez es mi mayor esperanza para creer que todo en la vida tiene solución. La inspiración de las entradas borradas del principio y algunas otras de felicidad (y amor absoluto). Podría dejar mil cosas por hacer para hacerlas en su compañía en el futuro, pero sé que la vida no espera a nadie. Aún así, habernos visto crecer nueve años es una suerte inmensa.

Quiero acabar todo lo que está a mitad, ordenar lo que sigue medio descolocado, sentir un esquema tranquilo y probar. Probar si quien soy ahora puede hacer crecer por fin el resto de su vida. Me siento a un paso minúsculo pero no quiero fallar.

lunes, 24 de junio de 2013

Las semillas duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre la fantasía de despertar

He empezado a leer el Diccionario de las artes, de Félix de Azúa, obra que debí haber leído hace unos años, durante la carrera, pero que ahora comprendo mejor. Entre algunas cosas interesantes como que el Arte ha dejado de mirar al inicio para mirar el final (siendo la misma cosa), reflejo del cambio de mentalidad misma, la pérdida de fé y el aburrimiento, resaltaría algo que me llama especialmente la atención y en lo que no había reparado. De la vida de los artistas la gente conoce sus trepidantes y turbulentas vidas que se relacionan directamente con su obra. La crítica busca la significación en ésta como si necesariamente tuviese que ser la explicación de tal influjo. De los filósofos en cambio sólo importa sus trágicas muertes, algo curioso... Pero el Arte actual ya no se conoce sin filosofía, sin cultura de la estética, así que espero que alguien narre mi muerte.

Últimamente he tenido la suerte de dar una entrevista en radio y aparecer en la prensa local, supongo que si mantuviera esa trayectoria podría ser el comienzo de algo. Tengo que comprar más poliestireno.

También llevé las obras para el creajoven, a ver si este año hay algo de suerte. Una ayuda en metálico sería vital.

Supongo que sí me influye el comentario de la entrada anterior y me surgen cuestiones acerca de qué impresión causa mi escrito en el receptor, si realmente sueno tan dramática. Mi percepción es optimista dentro del desastre, si tengo que elaborar una lectura interior. Mis amigos lectores o conocidos esporádicos que a veces se han referido a alguna entrada no suelen compadecerme tanto, de hecho empatizan bastante con algunos modos de actuación. Algunas reflexiones no son tan alejadas de lo que la mayoría siente, lo único es que no lo hacen público. Estoy convencida de que la vida de los demás no es un camino de rosas tampoco. Hacer literatura del dolor es como hacer Arte de la locura, otros escriben canciones puestos de speed, yo no me drogo. Pero es cierto que mucho de esto no se transparenta debajo de mi estética habitual y por eso la interacción directa les ayuda a paliar algunos temas.

Interacciones curiosas últimamente. Retomar ciertos contactos no viene mal si se tiene claro lo que se quiere.

Esta es la primera vez que a pesar de estar sola me siento bien y puedo preocuparme de construir mi identidad de la manera que me apetezca. Hace semanas que estoy experimentando con mi cabello, tanto en peinados como en color, sin pensar en absoluto en lo que le parezca a nadie, y a la mayoría le gusta. Es similar a cuando comencé a experimentar con el poliestireno, me puse a hacer y ya está, sin pensar en nada más que en expresarme. Ya no va a decirme nadie más que cambie algo porque no le gusta a menos que considere que debe cambiar porque no es demasiado bueno. Ésa es la manera en que quiero que me quieran los demás y no voy a conformarme con ser querida de otro modo.

Así que agradezco con sinceridad las críticas y los comentarios, y algo de retroalimentación para variar. No quiero hacer de este espacio un eterno lamento, pero sí que reconozco que escribo cuando peor me siento. Las peores épocas tienen bastantes más entradas, las aún peores cero. Pero las buenas no tienen la visibilidad que merecen. Sí que son apenas unas gotas en el manantial, pero no me considero una infeliz completa. Mi evolución tiene sentido, mi vida es la que ha sido, todo lo que falta es seguir mejorando.

Como me dijo mi gran amigo en el extranjero, que pronto volverá para degustar la playa española y el ritmo veraniego y solazo codiciado, (visto que en Londres apenas pasan de los 15º) aún estamos en la primera mitad del año, no sabemos cómo acabará el partido 2013. Lo que sí sé es que tengo la equipación perfecta, y que ya no la busco fuera sino que la siento dentro.

miércoles, 12 de junio de 2013

Koi

Es común el error de cometer actos egoístas pensando que en realidad lo haces por otro, proyectando tus propios sentimientos, de ahí que preocuparse de lo que queremos al margen de lo que otros quieren sea en sí más honesto, y que prestar ayuda sea algo que responda a una llamada y no a una imposición. Hay bondad en la naturaleza del fin, pero no éxito práctico. No a la larga...

Hay un dolor profundo en todos nosotros, aunque también una fuerza desconocida.

A veces redacto largas cartas mentales de cosas que aún diría a alguien, de hecho muchas veces llego al punto de escribir. He llegado a enviar algún correo. Pero no sé si hacerlo en este punto tendría sentido ya, no es que no me atreva.

He encontrado algunas historias que me dan esperanza y deseo hacer algo por vivir como quiero. ¿Por qué las personas llegan a renunciar a lo que aman? Siempre me ha parecido que dejarse el alma es la única manera verdadera de hacer, y sin embargo, yo sólo sé ser así por algo. Lo demás... va más lento.

Si me despertase una mañana con el ímpetu con que corro, cojo un autobús, un coche o viajo a la luna por alguien, ya habría conseguido vivir bien. ¿Por qué no me sale? Supongo que me paro demasiado a mirar las piedras en el camino y de la otra manera nunca dudo.

Los recuerdos son perfectos siendo recuerdos, pero debo crear otros nuevos sin la sensación de que los de ahora son peores.

Vivo enamorada de un sentimiento que no todos quieren, por el que no todo el mundo se desvive, que otros incluso evitan, pero no puedo hacer nada, es algo que me enloquece y da sentido a lo demás, es el hilo conductor de mi vida, y caigo en el error del principio una y otra vez pensando que el resto miente cuando dice que no lo necesita (porque para mí no hay más).

martes, 11 de junio de 2013

No todo está perdido

Puedo presentar el proyecto en septiembre.

lunes, 10 de junio de 2013

El precio por saber quién eres

Hace un año me trasladé al lugar prácticamente perfecto, pero es como si apenas hubiesen pasado unos meses. Desde entonces he invertido lo que tenía ahorrado en empresas que no han llevado a ningún punto más que a conformar el cómo me siento ahora. Como sé que soy. Es difícil de creer...

Esta semana volviendo a casa me crucé con una pelea de adolescentes en la puerta del instituto que hay de camino. Pasaron otros antes, pero nadie paró. Al llegar al punto donde estaban las chicas crucé entre ellas. Me paré, las separé y me quedé en el grupo observando para que no continuasen pegándose. Los chicos se extrañaron. Supongo que estaba tan nerviosa como lo estaban ellos, sobre todo por mis antecedentes en cuanto a acoso escolar, pero no me importaba nada. A pesar de los muchos defectos que poseo y mi falta de interés puntual por determinadas circunstancias no soy alguien que pueda callar o pasar de largo ante lo que creo injusto. Normalmente la gente no toma parte y menos por problemas ajenos pero... yo no quiero huir, de hecho todos mis planes son siempre una manera de afrontar las situaciones que me desbordan.

Pero la huida es común, ahora la conozco, y no quiero ser nunca así. Triste es depositar tus esperanzas en alguien que abandona, que deja en la estacada a quien le ha regalado sus brazos.

Ojalá no hubiese nunca que pelear y todo fuese sencillo, menos doloroso, pero jamás lo es...

Mis planes se han modificado. He perdido un curso. He gastado unos 1500€ y algunas otras desventuras melancólicas que no parecen tener solución pero... a ratos casi puedo convencerme de que esto saldrá bien. Quiero creer que así será, que llegaré por fin a un presente donde me basten mis propios logros, donde los que me rodeen sean suficientes, donde no necesite nada más allá de lo que soy para ser feliz. Donde no me deje llevar por el miedo ni el bloqueo, donde confíe plenamente en mi.

Deseo de corazón que este verano no me aguarde más tragedia.

miércoles, 5 de junio de 2013

El país perfecto

Hace poco leí en un grupo abierto de facebook que hay extranjeros que se quejan del trato que reciben por parte de algunos ciudadanos japoneses, ya que tienen el prejuicio de que la intrusión del exterior puede hacer peligrar su país perfecto. Sólo con pensar en eso mi imaginación es capaz de volar.

No creo que exista el país perfecto (ni que los japoneses sean xenófobos), pero de ser uno ¿por qué no podría ser Japón? Desde fuera no puedo valorar ninguno objetivamente pero en la tremenda lejanía se ve tan maravilloso... que si tuviese que cambiar mi lastimada España, desde luego, podría ser ésa la opción de mis sueños. Hasta en las canciones hablan del color y del papel, de detalles tan pequeños y naturales que me hacen llorar. Imaginar, pensando en no estar aquí.

Me han llamado para hacer una entrevista en Onda Regional este jueves. Estoy un poco asustada. Ya de por sí llevo un tiempo con el estómago encogido y poco apetito, en el que no puedo dejar de pensar en el futuro próximo desde la nueva perspectiva. Tengo miedo, estoy sumergida en una estación de pánico, pero para mí es un reto importante hablar por radio y explicar algo de mi trabajo así que acepto. Creo que puedo hacerlo bien. Aún así he de agradecerle a mi tutor el contacto y a otro profesor del departamento de química que me ha orientado sobre algunas cuestiones con respecto al material.

Mi voz es realmente desastrosa y mi acento del sureste mucho más... Pero hay cosas que uno debe hacer fuera de su área de confort.

Esta semana se ha complicado sin querer, y la que viene no empieza mejor. Quiero echar a correr.

sábado, 1 de junio de 2013

Por un puñado de tierra

La Historia de la Humanidad: llegar a un lugar distinto, tomarlo haciendo uso de la fuerza, aniquilar a sus habitantes o someterlos, e imponer tu estilo de vida simbolizado, a poder ser, en una obra arquitectónica o escultórica gigante.

Ahora hay personas que tratan de estudiar y cooperar con otras culturas (como si tuvieran que devolverles el favor por haberles oprimido y masacrado), y otros quieren salvar a los animales y liberarlos del sistema, incluso. ¿No queda suficientemente patente el hecho de que el hombre es inhumano?

Para empezar es inhumano un sistema que te obliga a pagar por la tierra, por el agua y por la comida. Donde no se puede comerciar en la calle libremente con objetos fabricados por ti mismo si no es a cambio de dinero. Donde lo diferente es una amenaza en vez de una oportunidad.

Los americanos se jactan en los diálogos de las películas en recordar que fue la tierra de los aventureros que encontraron la oportunidad gracias a su propio esfuerzo. ¿Qué pasa con los nativos americanos entonces? ¿Dónde queda la otra parte de la historia?

Asesinos, ladrones, mentirosos... vivimos conscientes del crimen y seguimos como si nada. Y seguir en esto es repugnante, indecente y degradante. Y lo peor aún, es indiferente.

Cuando ves tanto quieres cerrar los ojos, pero sabes que tienes que volver a abrirlos. No sé qué lugar puede ser bueno para refugiarme cuando nada de lo que hay alrededor me convence.

Somos una especie de víctimas y criminales al mismo tiempo orgullosa de su propia vida, de su origen y su trayectoria. La sinrazón más absoluta.

Me gustaría creer en un futuro de cambio donde se acabe con el hambre y con el sufrimiento a nivel mundial, donde todos tengamos un lugar, dignidad y respeto. Donde el trabajo diario sirva para el bien común. Me gustaría que cualquier persona fuese educada con las mismas oportunidades y que en base a sus capacidades desarrollase una labor u otra. No sabría bien plantear el tema de la libertad, ya que es, en sí misma, inversa a un sistema. Supongo que cualquier sistema es limitante, incluso la ausencia misma de éste. Pero estamos contenidos en un tiempo y un espacio, no se puede ser tan ambicioso. No me importaría nada que personas más inteligentes que yo o con mayor voluntad ostentasen cargos de responsabilidad civil y que eso les mantuviese en un estamento superior al mío. No me importaría nada con tal de que todo el mundo tuviese comida y techo. Padecemos gobiernos conformados por indocumentados y no nos quejamos, no lo vemos descabellado.

Es tan triste como el perseguir a gente que se ama con independencia de su sexo, que quiere vivir junta y formar un hogar. Un verdadero hogar no tendría por qué tener número ni sexo, sólo amor.

Pero no creo que mis cansados ojos de 1985 logren ver un paraíso semejante, a pesar de ser aún un poco jóvenes. No me costaría nada dar la vida por una causa semejante pero tampoco sucederá...

martes, 28 de mayo de 2013

初恋

En japonés existe una palabra para denominar el primer amor: 初恋, hatsukoi. Y me gusta porque indica que ese idioma da relevancia a algo que en castellano veríamos quizá tonto. Sin embargo aquí usamos un montón de adverbios de tiempo para situar cada acción. Es curioso que nos de igual el primero, el segundo, o el tercero...

Creo que lo hacen bien, que es un punto de inflexión más importante del que la gente cree ya que da lugar a dos tipos de personas: los que siguen disfrutando de la luz de su inocencia y los que no.

Amamos como adultos siendo niños para, tras la pérdida, envejecer una vida entera.

domingo, 26 de mayo de 2013

Gástalo... después no importa

Lo que para unos es la felicidad para otros es el infierno. Unos lloran por lo que han dejado atrás, otros lloramos por no poder dejar atrás lo que tenemos, siendo exactamente lo mismo. Distinto miedo.

Libertad es poder elegir (un privilegio escaso).

Una de las cosas más valiosas que me enseñó el chico de la tienda de cómics que ya no quiere ser mi amigo es que desde pequeños hemos recibido obsequios, algo tan absurdo como tener una caja de rotuladores, y en ese afán por preservarlos para que no se gastasen, los guardábamos y consumíamos mínimamente. Lo ridículo es que un rotulador que no se usa con el tiempo se seca. Podríamos habernos dedicado a pintar, disfrutar de pintar todo el tiempo, y no lo hacíamos pensando en agotarlo. Un lápiz, un rotulador... algo que no habías ganado de ninguna forma, no te permitías el lujo de disfrutar de él.

Para mí no sólo se aplica a los objetos. Tenemos a los demás, y se acercan sin ser muy conscientes de merecerlo, y pensamos en el final, y en el desgaste, y no pintamos todo lo que querríamos.

Tengo una caja entera de rotuladores Carioca, siempre quise una de las grandes, las de dos filas, así que cuando la conseguí apenas gastaba. Hace tiempo cogí alguno que otro. En su mayoría están casi secos. Tenía muchas ganas de tener esos colores y los tuve, pero no pinté apenas. Qué absurdo...

Pues así todo, todo el tiempo que se va, la gente que te deja y lo que ya no se puede recuperar. Sólo me permito gastar lo que creo que merezco o es mío de alguna manera, aún así modero bastante el exceso. Pero las cosas inmateriales deberían disfrutarse con bastante menos miedo.

Sólo me he sentido valiente en una época, una muy concreta, y aún así alguien me dijo que tampoco lo hice bien. No sentí poder hacerlo mejor que entonces, ni siquiera ahora. Pienso que podría haberme lanzado bastante más a ciegas pero lo hice prácticamente por completo. Es decir, la perspectiva correcta no existirá, hagamos lo que hagamos. Me hubiese gustado que saliese bien esa vez.

Todo lo que viene después siempre es por algo, o eso dicen... Todo lo que viene después...

No sé realmente qué creer.

Afección

No se puede querer dos veces de la misma manera, ni siquiera a la misma persona a través del tiempo, más que nada, porque el tiempo siempre te cambia. Supongo que es por eso que dicho sentimiento evoluciona una vez inmerso en él, creciendo, decreciendo o manteniéndose. No creo que se pueda dejar de querer a alguien completamente a menos que te haya defraudado en lo más profundo. Al menos es así como lo siento...

Mi amiga independiente también me hace ver lo difícil que es tratar conmigo a veces movida por esas leyes que brotan de alguna parte de mí, no entendiendo bien por qué, ni por qué son tan profundas. Precisamente lo bueno de éstas es que pueden romperse y evolucionar ante un buen argumento. Y necesito personas con la suficiente confianza en si mismos como para mantener un criterio opuesto a mi categorización. No podría progresar sin esos conflictos. No sé por qué soy tan rígida y al mismo tiempo flexible, no es algo fácil de cambiar. Supongo que veo casi siempre lo injusto y salto. Salto estrepitosamente y rompo todo si hace falta con tal de defender lo que crea noble, pero no siempre ese prisma es objetivo. Necesito otras subjetividades fuertes que me contrarresten, y no en el modo violento sino intelectualmente. No soportaría estar junto a alguien que me diese constantemente la razón, pero respeto el que alguien busque eso. No me gusta la adulación porque me parece falsa y no me gusta la mentira. Ni soy perfecta ni lo quiero ser.

Puede ser un nivel agotador, pero en todos los sentidos. No sólo escribo con pasión de lo malo, también de lo bueno, o al menos eso intento, y lo mismo sucede con cómo soy.

Aún así llevo años más templada y algo he aprendido para canalizar mis sensaciones de injusticia o ese escudo defensivo como si se fuese a acabar el mundo. Mirará bien quien quiera mirar a través de ello.

Hay demasiado sacrificio en la etapa que nos atañe y demasiados problemas sumados a nosotros mismos, y aún así me empeño en hacerme cargo de otros problemas para sentirme algo útil. Pero no se puede prestar tu ayuda a quien no la quiere y no la valora, es seguir sumando frustración a tus asuntos. Mis asuntos andan mal, bastante, pero siempre podrían ser peores.

A veces pienso que yo que me creía idealista he resultado ser una cínica, y que por eso me gustan los libros existencialistas donde la gente vive como si nada importase, es como una embriaguez constante el destruirlo todo para tratar de ser feliz, una contradicción continua. Supongo que el humor francés es muy de ese estilo y por eso a la gente de aquí le desconcierta. Creo que ellos simplemente saben que van a morirse y que es mejor reírse de ellos mismos, total, tenemos una vida llena de problemas y dolor donde morimos cada día con respecto al anterior viendo morir a nuestros seres queridos, siendo conscientes de que también nosotros moriremos. Y aún así estamos tratando de rescatar las cosas bellas... y aún así pensé algún día en dedicarme al Arte para fabricar ideas que ayudasen a los demás a paliar lo amargo de su existencia. Y heme aquí hundida siempre en el sentimiento que quería combatir.

Todo se volvió tan triste, con hermosas lagunas de alegría y algunas gotas de felicidad, pero es una extraña tragedia de incomprensión y falta de autonomía. Ya no consigo reparar mi corazón para hacer cosas con las manos. Contemplo imágenes de otros y obras ajenas, y me gustaría hacer algo pero sólo siento bloqueo. Bloqueo, falta de espacio y nada de motivación.

Así funciona el engranaje de quien escribe estas líneas para no caer en la locura. Esto sí que nace solo, no tengo que proponérmelo, simplemente lo necesito.

miércoles, 22 de mayo de 2013

le boudoir

Hay una mujer bajo todas las mujeres que no suele corresponder exactamente a lo que vemos fuera. Esa mujer es libre, está exenta de presiones y juicios morales, es bella en su perfección y no necesita ojos que la contemplen para creer en ello. Esa mujer sale a veces y se nos presenta en el espejo cuando no nos comparamos con ninguna otra. Esa mujer es feliz por ser ella misma y saberse completa. Esa mujer se merece vivir y salir al exterior para completar su existencia plena.

Sé exactamente dónde está esa mujer en cada mujer. He descubierto que ése es mi don (o que soy buena en eso), que todos los años de colección compulsiva de imágenes y admiración con clichés, fetiches y burlesque tenían un fin. Es posible materializar mi inquietud en algo. Quiero montar un estudio como este: http://www.myboudoir.co.uk/

Un estudio que sirva para mostrar la belleza de cualquier mujer, donde no importen las miradas censoras, sólo los deseos de mi cliente. Clásico y con estilo, sencillo pero lleno de color, luz, telas, melenas de ensueño recostadas en un diván...

Es un servicio indispensable, al margen de los productos que pueda ofrecer como complementos a adquirir. Me gusta que la idea sea posible. Mi enhorabuena a la señora Nicola, supongo que como ella en Inglaterra habrán más, pero yo he encontrado el suyo gracias a Octover Divine (otra modelo pin up), y definitivamente me encanta. Me encantaría mostrar al mundo la cantidad de belleza que no ve, justo como ella hace.


[pero no descarto hacerlo mixto, y con encuadres más propios del cine de Wong Kar-Wai] :)

lunes, 20 de mayo de 2013

Lagartija

Espero que tu minuto de gloria te salga rentable, "amiga".

Este mes tengo frases para unos cuantos. Lo siento, demasiadas traiciones a cambio de muy poco. Los demonios tienen mil formas, no pienso ceder ni una décima. No tocaré la mano de quien saluda a mis verdugos.

Soy leal a quien me ha sido leal, pero desgraciadamente la confianza en desleales produce nuevas deslealtades, es por eso que desde aquí hago saber al intrépido que retorna que mi mesa será su mesa si la suya sigue siendo mía, como antes. Amparados por los mismos contratiempos sólo nos queda seguir creyendo en nuestras pobres fuerzas que algún día no serán tan pobres si conseguimos seguir en pie.

[Go vegan! (y no hagas el imbécil de nuevo)]

domingo, 19 de mayo de 2013

Tu propia melodía, tu propia justicia

En un sistema que no alberga justicia la mejor que puedes aplicar es la tuya misma. Y podrán llamarte estricto, categórico o excéntrico, pero no creo que esas decisiones sean más injustas que las que te suelen afectar. No es un drama bromear con el drama. No es venganza tampoco. Te ríes bastante más de ti mismo.

Hoy ha actuado Bonnie Tyler en Eurovisión con 61 años (o eso pone en Internet) y ha interpretado una canción que quizá no fuese la mejor ni la favorita, pero decía bastante más que las demás. No se han portado demasiado bien con los puntos. Pero ¿qué más da? ¿acaso importa la competición? Si fuese ella volvería a casa pensando en la oportunidad y la actuación, y que sonará por años para otros. Igual los jóvenes de hoy escuchan los temas de entonces.

Los años son aún más importantes que las canciones...

Si tú no perteneces a ninguna parte, imagínate yo...

En mi cabeza sólo suena un canción constante, cuando nadie me aparta de esa melodía, y suena tan bien como antaño, y querría escucharla siempre, tan fuerte como fuese necesario. Y cada nota está a otro día de distancia entre lo que recuerdo y lo que tengo, que es sólo eso: recuerdo.


What ya gonna do when your ship is sinking?

jueves, 16 de mayo de 2013

y así lo dijo Medeiros

Muere lentamente
quien se transforma
en esclavo del hábito,
repitiendo
todos los días
los mismos trayectos.

Quien no cambia de marca,
no arriesga vestir
un color nuevo
y no le habla
a quien no conoce

Muere lentamente
quien hace
de la televisión su gurú.

Muere lentamente
quien evita una pasión,
quien prefiere
el negro sobre blanco
y los puntos sobre las “íes”
a un remolino de emociones,
justamente las que rescatan
el brillo de los ojos,
sonrisas de los bostezos,
corazones a los tropiezos
y sentimientos.

Muere lentamente
quien no voltea la mesa
cuando está infeliz
en el trabajo,
quien no arriesga
lo cierto por lo incierto
para ir detrás de un sueño,
quien no se permite
por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente
quién deja escapar un posible amor,
con tal de no hacer el esfuerzo
de hacer que éste crezca.
Muere lentamente
quien no viaja,
quien no lee,
quien no oye música,
quien no encuentra
gracia en si mismo.

Muere lentamente
quien destruye su amor propio,
quien no se deja ayudar.

Muere lentamente,
quien pasa los días quejándose
de su mala suerte
o de la lluvia incesante.

Muere lentamente,
quien abandona
un proyecto
antes de empezarlo,
el que no pregunta
acerca de un asunto
que desconoce
o no responde
cuando le indagan
sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte
en suaves cuotas,
recordando siempre
que estar vivo
exige un esfuerzo
mucho mayor
que el simple hecho
de respirar.

Solamente
la ardiente paciencia
hará que conquistemos
una espléndida felicidad.

martes, 14 de mayo de 2013

Fraude

Hay seres cuya única técnica para reafirmar su existencia es la pena, y se acaban creyendo firmemente su papel de víctimas. No importa a cuantos engañen en esta proyección ilusoria. Son ficción. Su existencia es un fraude que se descubre al contacto real, de ahí que estén completamente solos.

Pero todo en la vida tiene un precio a cambio, y la verdad, aunque duela (o te tapes los oídos para no escuchar), resuena. Y va a resonar un tiempo al menos.

No se puede estar riendo mientras escribes que estás llorando para que personalidades imaginarias te den palmadas virtuales en la espalda. Si acaso uno actúa en base a un comentario externo y se permite la licencia de errar gracias a él, es su responsabilidad asumir las consecuencias de su elección.

martes, 7 de mayo de 2013

Disfraces que no voy a ponerme (porque no son de mi talla)

La deslealtad es un modo de traición. Hay tiempo que no puede perderse. Nadie restituye meses desvirtuados debido a sabotajes inconscientes. Lo mínimo que se puede hacer al ser consciente es cambiar. Tratar de corregir drásticamente, rápidamente, intentar paliar el gasto temporal anterior. Mejorar.

Y no se mejora desde la misma perspectiva errónea, por muchas justificaciones y excusas estúpidas que te pongas. La duda debería estar antes de cualquier planteamiento nacido de aquella pulsión. De ahí que en absoluto tolere seguir bajo una conceptualización tan inmerecida, subjetiva y desacertada. Han sido muchas las acusaciones y juicios soportados, sumado, además, a cambios estructurales en mi manera de proceder, mostrando empeño por corregir ante la duda. Pero ya basta. No se puede hacer creer a alguien azul que es rojo, ni alguien azul puede ser rojo sin serlo. Ya he llegado a dudar del azul, pero es bastante obvio que quien tiene una percepción cromática defectuosa no soy yo.

No creo, sinceramente, que a estas alturas haya mucha esperanza para una distorsión tan severa, y no porque no crea en el cambio, es que no confío en tu voluntad, ni percibo el interés real por ser consciente del problema que me atañe. Ya no es un problema, realmente, no para mí, claro está, pero sin duda lo es para quien alberga tan seria afección perceptiva. Así que, dejando a un lado la metáfora, digamos que lo que falla sin duda es la mente, y me parece que a este paso el día que abandones una forma de conceptualización tan insana e irreal es posible que sea un día tan lejano que ya no importe siquiera el haber llegado a tal punto. Yo me he tomado bastante menos tiempo para salir de la jaula mental, y es por eso que a veces me aventuro a hablar con convicción. Pero quien ni sí mismo se inspira convicción no puede creer a nadie más; es entonces cuando el amor y la bondad no significan nada, incapaces de permeabilizar sobre una barrera tan absoluta. Te excluyes solo, pensando que ni mereces un lugar en el mundo. Y yo ya estoy cansada de estar al otro lado, y mucho más, situada en el bando opresor. Lo siento pero bastante tengo con lo mío.

No estoy a la defensiva, de hecho todo lo que digo es sumamente meditado. Pienso reivindicar un concepto más cercano a lo que soy y si la reivindicación resulta extraña es precisamente por la lejanía entre ambas subjetividades. No me inspira pena la gente cobarde, y mucho menos los mentirosos que se refugian en decir que la vida fluye y que hace cinco minutos no es igual a ahora mismo. Por supuesto que fluimos pero si existen traumas tan arraigados para unas cosas, que te inmovilizan y tabulan, y de los que no te puedes zafar, es precisamente porque hay constantes que albergan un sentido narrativo. Si hace un minuto todo caducase, definitivamente el mundo sería una eterna mentira (cosa que tampoco descarto).

En fin, el resumen es que a mí no vas a vestirme con tu mierda de prejuicios y convencerme encima de que tienes razón, ni vas a hacerme dudar de mis convicciones cuando tú ni siquiera tienes unas. Sé responder por el pasado, escrito y dicho y por eso me esfuerzo en tener buena memoria. C'est fini.

lunes, 6 de mayo de 2013

En alguna parte...

Al margen de altercados y sucesos que en apariencia parezcan graves, a mí a estas alturas no me lo parecen, y la única preocupación y sensación constante, el único sentimiento que no cesa y me provoca falta de apetito y desidia, es básicamente la soledad. Y no una soledad física, claro, ya que últimamente he estado rodeada de mucha gente, sino ese sentimiento que se experimenta cuando crees que tu tiempo se diluye de la forma equivocada con quien no deseas estar, porque lo que realmente quieres es compartirlo con alguien que lo revalorice. Lo lamento, yo sí creo que no todo el mundo es compañía, que existen personas que únicamente pueden complementar una circunstancia y que cualquier circunstancia no es susceptible de ser vivida con cualquier alguien. Mi presente es solitario porque no me sirve cualquiera.

Ahora es cuando comienza a notarse ese cansancio constante y la pereza de sonreír cuando no estás animado por nada concreto. Entre todo eso hay buenos amigos que no demandan energía, más bien te la dan, pero bueno... En general siento mi vida muy estúpida. Siento un fraude emocional, fraude social, fraude existencial, y vivir esta deriva no me gusta. ¿Qué pasará mañana? Mañana pasará y ya está, y lo peor es que cambiarlo no es siquiera un objetivo cuando estalla la desilusión.

Es un oscuro laberinto, que debe albergar la salida en alguna parte pero de momento no está a la vista. Sería mucho más divertido en equipo. Pero parece ser que existimos algunos solitarios, tarados, frustrados y vehementes, indeseables o deseables un cierto tiempo, que por mucha voluntad que le pongamos no salimos ni solos ni acompañados.

Supongo que no he llorado todo lo que debería y por eso me da igual partirme el labio contra la acera o tirarme por un puente. Y aún así me siento infinitamente peor que si llorase.

miércoles, 1 de mayo de 2013

changpian xiaoshuo

Y cuando creas que mejor lo estás haciendo, más estás progresando y mejor te sientas, siempre vendrá la realidad a aplastarte, volverte a tirar a la arena, hacértela tragar si puede y dejarte en el suelo helado, magullado y lloroso.

El largo abril aún tenía una triste sorpresa que darme, pero quiero seguir creyendo que éste sigue siendo el año del impulso.

domingo, 21 de abril de 2013

Hipsters

El viernes estrenaron la adaptación cinematográfica de On the road en España. Aún no la he visto y no puedo opinar pero por el adelanto de algunas críticas me parece que ¿acaso no hay algo más acertado ahora mismo que sacar un film que recrea el movimiento beat y las vidas de los auténticos hipsters? es decir, una síntesis pobre (de antemano) que pasa por alto las consideraciones más profundas de la novela de Kerouac como símil perfecto de la moda hipster actual. Miles de personas que desconocen el autor más allá de alguna cita suya en facebook pero tratan de encarnar los valores de sus personajes y la era que le tocó vivir, movidos por el consumismo básicamente a pesar de escudarse en la "forma de vida". Supongo que hay gente que cree que vive en un videoclip de Lana del Rey y se acaba convenciendo de que así es. Al menos a ella le sale bien. Pero me gusta, me gusta la idiotez moderna porque dentro de ella hay cosas muy verdaderas, de hecho bien podría ser una reinvención el vestir como un sin techo y parecer ultrafashion, lucir una segunda piel que te haga parecer un arrastrado mientras portas en las orejas un equipo de sonido que vale más de lo que gana el padre del que pasa por tu lado al mes. Esto no es casual. Es una repercusión directa de las motivaciones actuales. Soy como tú, soy austero, quiero ser sencillo, pero quiero tenerlo todo, lo mejor, lo más cómodo, y las precariedades que las viva ése otro que es igual que yo (o eso digo) pero mejor que padezca él, que yo no quiero ser pobre. Ahora sí, quiero ser auténtico, quemar cada minuto de existencia como si fuese a morir mañana, confundirme con la multitud pero sentirme distinto, probar, correr, experimentar, como si hubiese vivido toda mi vida en los barrios bajos y supiese más de todo que ningún otro.

No sé vosotros, pero yo siento que esa lectura está pasando. Tener 14 años, un smartphone última generación, Ipod, Ipad, portátil, una réflex digital, y aún así estar descontento por todo aquello que te falta. El otro día entré a Zara y había dos chicas que no tendrían más de 18 años hablando de los viajes que querían hacer y los recientes, como si ir a París o Milán fuese una opción tan sencilla como elegir un autobús u otro. Es una gran re-Invención de lo beat. Rescatas la moda (y no por ello la misma camiseta de algodón llevada cuatro días en el cuerpo), las drogas, el sexo, el viaje, pero no vas a lo básico, no estás sobreviviendo, la comida de mañana no depende de ti.

No sé, habrá casos en los que realmente este espíritu "moderno" tenga sentido y verdaderamente uno se gaste el dinero en herramientas que le permitan comer, que ingrese en base a su esfuerzo y se mueva por cualquier lugar del planeta porque puede (y es inmensamente afortunado). Pero la mayoría me lleva a pensar que es precisamente la gente que se queda en casa cuando debe protestar, que no está dispuesta a perder el control y mucho menos su estatus, y que por supuesto de poder elegir se quedaría en este tiempo y no en aquel.

No es que yo haga mucho, porque de hecho últimamente en lo único que pienso es en encontrar la manera de ganar algo de dinero para largarme del país para siempre, pero al menos admiro a los que aún se preocupan de reconducir este sinsentido más activamente, sin modas, sino, más bien, todo lo contrario.

Si lo pienso abril se me está haciendo largo, y 2013 inmenso. Tengo la sensación constante de haber agotado ya medio año y sin embargo aún seguimos en la primavera. Supongo que son las ganas de pasar a otra cosa, muy absurdas, por otra parte, ya que aún no he zanjado mis asuntos pendientes. Pero bueno, estamos en el camino.

miércoles, 10 de abril de 2013

Desprecio

No me parece que lo infinito sea la estupidez humana, sino más bien su egoísmo. Esas personas que sólo se acercan para curarse las heridas y divagar acerca de lo mal que están o se sienten, su 'falta de', o lo que toque y luego cuando los necesitas se lavan las manos completamente. Otros que te buscan para que les soluciones tú los problemas, o qué sé yo... Que les hagas un papel pasajero y luego adiós.

Puedo aguantar muchas cosas, pero que encima me comparen con gente que creo peor que yo, eso ya no.

domingo, 7 de abril de 2013

Vivir lo salvaje

Fin de fiestas. Semanas entretenidas pero poco productivas. Tengo que empezar a redactar seriamente el proyecto fin de máster. Mientras, balance. Supongo que en este último año he aprendido bastante. Creo que  he logrado entender dónde estaban mis errores en el pasado y dónde estuvieron los de los demás. Igual hoy lo haría mejor, pero "ahora" es simplemente otra cosa. Márgenes y fronteras, no sé bien cuán profundas. Bastante... diría yo.

Amé (no siendo sólo pasado) mucho tiempo a una persona que creía real siendo más bien una imagen basada en el físico de otra material. Imagen creada por su actitud y mi fantasía. Poco a poco, con el tiempo lo real llegó a ser muy distinto del ideal inicial pero conservando irremediablemente la atracción irresponsable por esa imagen. Creo que algo sigue siendo real y lo que no simplemente es la brecha que nos separa, que no logramos salvar. Esta campaña es sin duda una aventura de dos, un compromiso importante, pero el pasado es pesado y la fuerza no es la misma. Muchas heridas y decepción a pesar del gran afecto y esperanza, no de cambio, sino de entendimiento. No sé hasta qué punto uno puede seguir creyendo.

Pero no me siento cansada en seguir intentando cruzadas a favor de mi felicidad, sobre todo las que tienen recompensas tan importantes. No hacer nada es renunciar a lo que te da la vida, y debería ser intolerable hacerlo. Pero este camino no se parece en nada a ése otro que pensé. Ahora todo se muestra con su color natural mucho menos brillante y exótico, mucho más triste, pero ciertamente más real. Vamos a tener que aceptar que Matrix quedó atrás y vivir en la nave es lo que nos toca, a menos que seamos el Elegido.

Ningún ser enjaulado desea una nueva jaula una vez que ha encontrado una salida y ha logrado contemplarse a sí mismo. Yo no ansío conquistar a nadie, sólo quiero vivir lo salvaje junto a él. Pero las fieras son escasas y a estas alturas no sé en qué piensan. No hay emoción sencillamente, aunque haya reflexión y mucha. Me basta para andar un tramo más pero no como el estado definitivo.

viernes, 29 de marzo de 2013

Nadie puede robarme

Miedo a sentirme feliz. Terror por serlo tanto, porque desaparezca, por el precio a cambio. Siempre mereció la pena, la pena que viene después. Ahora es sencillamente eso: felicidad que nadie puede robarme.

viernes, 15 de marzo de 2013

Radicalmente distinto

Normalmente no estamos al tanto de lo que cambia nuestra vida día a día hasta que una mañana te despiertas y sencillamente no eres igual a ayer. Son cambios leves que estructuran otros grandes, algo tan fluido y cotidiano que sólo en cúmulo logra resaltar como importante. Pero se gesta, en ese devenir que en ocasiones nos parece carente de sentido. El agua que se filtra en la tierra sólo puede recogerse de otra manera, por mucho que tratemos de rescatarla desde la superficie esa filtración está hecha. Supongo que sólo nos queda tratar de buscar en niveles freáticos...

No, siendo sincera no me siento más fuerte, sigue la constante por hacer algo que me mantenga a flote, sin más pretensión. Otro prisma, uno bastante conocido pero no igual. ¿Triste? bastante. Pero es una oportunidad.

Retroceder nueve años apenas sin euforia. Debe ser un punto de inflexión.

martes, 5 de marzo de 2013

Tras la llovizna

Esta mañana la calle estaba poblada de una neblina sucia. Todo permanecía cubierto por una finísima capa de barro grisáceo que hacía los colores más pardos. La realidad estaba desdibujada. Era como un manto de incredulidad e indiferencia. Conducía mirando un punto en el horizonte y pensaba en la tristeza que consume tantas vidas ahora mismo. No hay demasiadas fuerzas para resistir, asumimos la próxima llovizna como habitual aunque nos cubra de mugre. Trágico.

He pasado el día haciendo cosas de provecho. Anoche proyecté la forma semidefinitiva del logotipo y hoy he definido la tipografía de las letras del naming (lettering). También tengo concretado el eslogan. He optado por usar dos tipos distintos, claros, contrastados y legibles. Lo complicado y recargado será lo demás pero el nombre debe leerse. Será bonito el día que lo pueda mostrar aquí.

Siempre atribuyo un concepto a todo. Cualquier elección ha fluido de un significado concreto, pero suele haber cambios en el proceso. He encargado las primeras etiquetas textiles a una fábrica de Alicante, espero que no haya problemas con el diseño. Al menos, he realizado el encargo por email. Esperaré.

No sé si soy una inconsciente o de repente muy optimista tratando de crear una marca (una firma), supongo que es lo mismo que tratar de vender mis obras pero la funcionalidad de los productos me hace sentir mejor. Ya no será un trozo de materia sobrevalorada porque es "Arte", porque proviene de un artista, de una persona que crea de la nada, se interroga y produce (y por eso se paga), sino que, además de provenir de alguien así, va a tener una utilidad en el día a día más allá de la mera contemplación (que también es valiosa). Pero ojalá pudiese ser todavía más útil...

Tengo dos piezas a medio de la producción sobre poliestireno extruído. Debo buscar información sobre polímeros y contactar con el departamento de química de la universidad. Hoy mi co-tutor (que es básicamente mi tutor) me ha dado un nombre al que dirigirme. Tendré que ir aunque me cueste.

Ha vuelto a llover. Quizá esta vez no sea barro.

sábado, 2 de marzo de 2013

Grises y de color

Son curiosas las diferencias entre las motivaciones de unos y otros a la hora de viajar, celebrar o atesorar momentos. Para un amplio colectivo el desplazarse geográficamente, al margen de cuestiones laborales, suele tener un sentido lúdico proyectado en su mayoría en beber (fumar, drogarse, o lo que toque), ligar o conocer gente (sexo o amistad) y disfrutar sencillamente por estar allí (pisar un lugar distinto donde posiblemente nadie les conozca). Digamos que ese proyecto no tiene por qué albergar un significado más profundo que implique conectar con la cultura, no marcharse sin ver al menos los lugares emblemáticos o descubrir más sosegadamente otros aspectos de la idiosincrasia de la zona. A veces un evento deportivo, un concierto, pueden justificar el traslado puntual, pero al margen de esos desplazamientos tan concretos... ¿acaso esas motivaciones no corresponden a actividades que se puedan hacer aquí, o donde quiera que vivan? La verdad es que me encanta el ocio, y me gusta tomarme una cerveza o varias, salir de fiesta o entrar a bares, salas y demás sitios donde escuchar música, hablar y conocer pero jamás podría permitirme el desplazarme y no ver absolutamente nada más allá de todo eso, digamos que eso puede estar incluido como "extra" pero nunca ser la razón más importante. Gastronomía, música, literatura, pintura, escultura, idioma... habita tanto en lo extranjero, concentrado en unos pocos días, como una microvida irrepetible que no va a volver a existir. Es una inversión temporal y económica que, al menos, debería servir para conservar recuerdos perfectamente nítidos que equivalgan al esfuerzo.

Pero ambas posturas aspiran a lo mismo: ser feliz. Quizá la primera me parezca sin sentido porque encuentro en ella la aspiración a despojarse de ese yo rutinario para convertirse en ese yo revolucionario que justificado en tal circunstancia trata de colmar esa experiencia como compensación a su frustración diaria, que le espera de vuelta. Cualquier conducta represiva acaba trayendo consigo una explosión o una canalización inesperada, de ahí que me parezca vital la introspección y el interrogarse para no descubrirse un día afectado por esto. Y millones de personas viven un yo cotidiano que no les identifica porque no saben o no se atreven a desarrollar al que de verdad aspiran. Últimamente miro a mi alrededor y contemplo demasiadas personas mayores tratando de sentirse jóvenes otra vez, de hecho, la mayoría de la gente de mi edad me parece ya demasiado "mayor". Chicos que antes eran adolescentes ahora visten chaqueta y tratan de ocultar su alopecia incipiente, aunque otros días luzcan sport han asumido una madurez inmerecida. Me niego, me niego rotundamente a lucir como si tuviese veinte años más simplemente porque es más correcto, cuando precisamente son ellos los que tratan de rescatar las actividades propias de alguien adolescente. Yo viví los conciertos, los festivales y los planes festivos cuando procedía, y los sigo viviendo cuando me apetecen en una línea continua. Quizá en ello veo el error, han ensombrecido tanto su existencia que necesitan buscar colores, colores que estallen puntualmente y se desvanezcan a la mañana siguiente. Colores en otro país, sentirse con color porque el resto del tiempo son siempre grises. Yo soy color, y soy exceso, y no soy más el yo que quiero ser porque aún no he encontrado los medios, pero me parezco bastante al yo que quería ser (hablando de personalidad, se entiende). Viajo para ver y disfrutar y cuando viajo soy yo misma y no me escudo en el extranjero para destapar una cara oculta que sea mucho más auténtica que la diaria. Soy Lash por la noche y por el día, y mucho más con la gente que me acompaña en ambos, a pesar de que cualquier personalidad tiene matices en función del entorno.

Siento que hay tantas sensaciones en lo nuevo como en lo viejo. La vida debería tener un ritmo acorde con nuestra propia melodía. Ojalá mi vejez transcurra tranquila en una casa tradicional japonesa rodeada de arbolitos y plantas. Ojalá ningún día fuese común.

Se palpa mucho plan B en general. La gente está conformada a vivir como puede porque es lo que hay, pero no es así. No es lo que hay, es lo que consentimos. Nunca me he definido antisistema porque creo que eso incluye una serie de connotaciones demasiado anárquicas pero no estoy a favor de este sistema. El único sistema en el que puedo creer es un sistema conformado por numerosas voces, que actúen coordinadamente, de forma actualizada, y no una democracia demagógica, arcaica, que no se revisa nunca. Creo en una construcción real y efectiva de los valores y normas de una comunidad. La comunidad somos todos y por ello nadie debería pasar hambre, no tener vivienda o sufrir por carecer de cobertura sanitaria. No me gusta un mundo en el que necesite un papel para pisar otra tierra ni en el que mi tiempo en ella sea limitado porque alguien con un arma puede venir a echarme. No concibo un mundo en el que haya seres humanos que no tienen agua potable o mueran por hambre. Pero todos estamos tan absortos en nuestra realidad inmediata que vemos ya tan desgastada que lo de menos es ponerse a mirar eso que queda tan lejos. No sé en qué momento nos vendieron esta Historia pero no es la historia que quiero leer. Algo funciona mal en la gente que se deleita simplemente en poseer más, y mucho peor quien se deleita en el que otro posea menos.

A veces siento que la vocación está bien pero hay gente ahí por la que no quiero hacer las cosas, que no quiero seguir fomentando esto de ninguna manera, que me gustaría tener un trozo de tierra en esta Tierra al margen de todas esas cosas que no tienen valor alguno, empezando por el dinero. Pero eso no es posible de momento, así que tendré que optar por la actividad que me parezca algo más limpia, partiendo de que ninguna lo es, o hasta que pase tanta hambre que tenga que cederle mi alma al diablo. Sólo vestir esta ropa y usar estas teclas es seguir oprimiendo a personas de otros países, gente que hemos convertido en pobre sin serlo, porque alguien decidió en algún momento que se era mejor con unos cuantos trozos de papel moneda en el bolsillo. No queremos ser cómplices pero lo somos.

¿No podríamos pararlo todo y empezar de cero?