lunes, 26 de diciembre de 2011

Como si no hubiese mañana

Otro Felíz Año Nuevo de mierda, gracias. Desde 2008 ningún año ha podido considerarse "felíz". Ya anticipé la crisis en la barra de un bar a la búsqueda de empleo para que dos años después con un sólo telefonazo me contratasen por enchufe. ¿Donde estuvo el interés ajeno antes? En ninguna parte. Ahora no lo necesito, no busco trabajo.

Se acabó todo lo anterior. Voy a zanjar algunos resquicios de vida pasada asistiendo al canto fúnebre del Arte sin ninguna emoción, como un mero trámite. Los puristas academicistas, los filósofos de pachanga, los políticos, los publicitarios, los diseñadores... son prácticamente lo mismo llegado cierto punto. Me he cansado, he tratado de buscar una mirada limpia, alguien que no encarnase una mentira, que fuese real. Eso no existe, así que me voy a otra parte. Voy a ir a cualquier parte donde sólo baste mi esfuerzo y mi propio trabajo, donde la gente no imponga su criterio aterrador a toda costa, donde me sienta bien. Podría tardar cientos de años en encontrar por fin ese paraje. Me da igual.

Todas mis esperanzas se han agotado, sólo pido un resultado positivo y 'vida y yo' quedaremos en paz.

Alea iacta est, y en el camino nos encontraremos (o no).

jueves, 22 de diciembre de 2011

Tocando el fin

A falta de una semana para concluir el año del naufragio, el año de las rupturas, de la pérdida, del cáncer... el año de nadar para no ahogarse sin poder mirar hacia donde, sólo salvarte de alguna forma... El año en que he conseguido liberarme de la carga que supone la búsqueda de la aprobación ajena. Quien me quiera, aquí estoy.

Se acabaron muchas cosas. La decepción es tan enorme que no se sabe cuanto.

Por si fuese poco, apenas es Navidad, salvo por unos números en el calendario. Ninguna fiesta a destacar. Tampoco hay días rojos...

Pero no importa. Esto es la paz, el abandono no puede implicar amor a cambio, amistad a cambio, espacio mental a cambio. Yo también lo he hecho regular con bastante gente.

No sé cómo titular a 2012 hasta que no aparezca algo que lo identifique.

Estar sana y conservar a quien me queda es lo básico.


-

domingo, 27 de noviembre de 2011

Felicidad (y amor absoluto)

Felicidad es pintar un círculo rojo en mi calendario. Felicidad fue empezar eternamente irreversible para declararme secretamente. Felicidad no fue borrar todas aquellas entradas bellas, tampoco lo fueron otras cosas. Tampoco encontré demasiada felicidad en el trayecto que recorrí después, pero ordené mi mente, y eso da felicidad. Felicidad es quedar con alguien para andar por el malecón, sobre todo si ese alguien es con quien quedo, que siempre da felicidad, equilibrio y buenos consejos. Felicidad es que alguien contradiga mis argumentos y hoy, 27 de noviembre, me sienta mejor persona gracias a eso. Felicidad es saber perdonar los errores del pasado. Felicidad es paz, y también es amor. Felicidad es estar sana.

Felicidad es llorar de felicidad, y llorar de miedo por ser felíz, por la posibilidad de serlo, por ser consciente de serlo. La felicidad a veces es tan secreta... y se guarda en una caja, y se espera... se espera... se espera siempre (hasta que me muera o más), aunque aparezca de vez en cuando. Sin felicidad no hay nada...

No puedo cansarme nunca de esperarla, ni de compartirla, ni de perdonarla, ni de soñar con ella, ni de vivirla, ni de amarla. Y ese es el germen de todo, de esto, es lo eternamente irreversible.

Lo mejor que tengo es el amor que vive en mi y mi absoluta capacidad de entrega, ABSOLUTA. Según la literalidad del término eso es incondicional, por encima de cualquier cosa. Si hay alguien, sinceramente, que no valore eso entonces ha perdido lo mejor que va a encontrar en esta vida. Porque en la vida hay muchas cosas, y la mayoría son fácil de conseguir pagándolas, pero el amor incondicional, que alguien sea incondicional realmente para ti, es algo que o te dan gratis por ser quien eres o no tendrás jamás.

-

sábado, 15 de octubre de 2011

Air doll

Al parecer, la vida está construida de tal forma
que nadie puede llenarla solo.
A las flores no les basta con tener pistilos y estambres
y un insecto, o la brisa, deben introducir el pistilo en el estambre.
La vida es igual, contiene su propio vacío que sólo otro puede llenar.

Al parecer, el mundo es la suma de esos otros,
y sin embargo, no sabes ni nos dicen que nos complementamos mutuamente
vivimos de forma desperdigada ignorándonos unos a otros.
A veces nos permitimos encontrar desagradable la presencia del otro,
¿por qué esta construido el mundo de un modo tan desordenado?

Un tábano bañado de luz se acerca volando a una pequeña flor.
Yo también he podido ser sin saberlo el tábano de alguien.
Quizá tú también has sido alguna vez mi brisa.


-

viernes, 13 de mayo de 2011

Ctrl+Alt+Supr > Finalizar proceso > No enviar

Ahora el pelmazo de Woody Allen descubre a Léa Seydoux. Ya escribí sobre ella el 19 de abril de 2010 [Born to run]. El colega no tiene un pelo de tonto.

>> He descubierto una nueva musa francesa. Una Scarlett para mi colección.(cita)
Es normal que si a los dos nos gusta Scarlett coincidamos.

Hoy sólo pienso en algunas cosas que ya no voy a hacer como ir a Roma o a Florencia con alguien que conozca la ciudad o formar una pareja de artistas poco convencional, con casas-taller y muchos espejos en las habitaciones.

Es mejor que no escriba nada.

Me queda Bukowski, ir al río a mirar los peces en vez de a escuchar el agua, las pelis de chinos, los gatos cabezones, los perros cerdito... y demás tonterías que son las que más dañan.

jueves, 12 de mayo de 2011

Ángeles de pelo dorado

Ayer, después del terremoto, decidí salir de casa. Tenía aún la duda de si presentarme al Creajoven o no en la modalidad de literatura, ya que en todo lo demás se han pasado los plazos... (no porque no los tuviese controlados). No me pinté los ojos. Me hice un moño de samurai horrible con un turbante de coletero en el que recogí todo el pelo y me vestí. Fui andando hasta el centro, con las gafas de sol por si lloraba. Hice las fotocopias y me senté en Santo Domingo a leer un poco, igual para convencerme de que no tenía sentido. A la tercera hoja, justo en el fragmento de mi infancia en San Antolín, llegó una niña. No le importó que estuviese leyendo. Ni siquiera me preguntó mi nombre. Me dijo que íbamos a jugar con una pelota naranja que tenía en la mano. La había encontrado en el suelo, en ese mismo jardín. Me la pasó sin darme más opción.

Me dijo que le gustaba mi moño, que porqué lo llevaba. Me dijo que le gustaban mis uñas, que eran rojas brillantes y bonitas (Dos cosas increíblemente buenas que ninguna persona adulta habría apreciado en mi ese día, ni siquiera yo).

Al rato se cansó, me preguntó qué leía. Me dijo que le leyera mi cuento. Le dije que era posible que quizá no lo entendiese, me dijo que lo entendería, que leyese. Le leí algunas cosas, de mis cometas con hilos y bolsas, de pintar debajo de la mesa del salón, de las pegatinas de los chicles...

Quería seguir jugando. Así que guardé todo. Le dije que con quien estaba. Su papá era un chico joven que estaba sentado en el banco de enfrente. Dijo que no importaba que hablase conmigo, que estaba cerca. Su papá era realmente joven para tenerla a ella.

Pero no importaba nada. En ese momento era la niña más dulce y más bonita del planeta, que no me dejaba leer para que no llorase, que sonrería todo el rato, hacía estrategias y saltaba como un cabritillo detrás de la pelota naranja. El sol hacía ese naranja muchísimo más eléctrico.

Al rato su papá cambió de banco y se vino al nuestro. Era poco hablador pasaba bastante de ella, pero sonreía un poco cuando decía alguna cosa aún más brillante que su pelo. Su papá tenía una carpeta con papeles del servicio murciano de salud, creo, e intentaba mirarse los temas, o a saber. Eso a ella le importaba poco, ya que su papá estaba tenía que jugar con nosotras también.

Me pasé más de media hora jugando con su papá, al que le cogía de la perilla cada vez que hablaba con él, cosa que me hacía un montón de gracia, y con ella. Luego jugamos a juegos de manos, de los que siempre juegan las niñas, y a otro muy chulo con los zapatos que me enseñó ella. [Y el zapa teeero limpia zapaaaa tos, uuu nos ne gros y ooo tros blan cos]

Su papá dijo de irse, así que le dije que otro día jugaríamos. Al despedirse me dijo al oído que la próxima vez jugaríamos a lo que yo quisiese.



Esta mañana he llevado los papeles. Sin pensar más en si estaba mejor o peor.

martes, 3 de mayo de 2011

(que vuelva)

Justo cuando nos hayamos apartado lo suficiente como para que el rumor del agua esté a punto de desaparecer, desearemos en voz baja... (que vuelva) Aunque no se refiera a eso, puede ser cierto que cuando estamos a punto de crear una verdadera fractura con algo que queremos o que habíamos creído que sería una buena idea dejar atrás, la duda se apodera un segundo de nosotros y susurramos sin que nadie más pueda oírlo la auténtica verdad.

Somos gente del montón intentando ser diferente, incluso aquel que consigue creer que es distinto se acaba estrellando con su naturaleza. Aunque algunos son más montón que personas y otros no intentan ser nada. Lo especial es tan sólo una percepción.

Hace unos días quería hablar de bastantes cosas, como la desgraciada muerte de Candy Darling, que me recordaba a la película de Boys don't cry, y cómo los medios de una época pueden limitarte hasta destruírte, a pesar de estar luchando por un sueño honesto.

Se me ocurrió otro tema que no recuerdo. Hoy el día va de eso. Mi hermano acaba de decirme que mi padre comienza a olvidar algunas cosas simples. No es tan mayor. (Preocupante). Creo que no atino a escribir nada coherente. Me he puesto el nuevo album de Vetusta Morla de fondo, pero no es igual... y las mejores las conocía. Las tengo en versiones acústicas mucho más personales que la versión album. Los temas, como siempre, acertados, intersubjetivos, nexos de emociones, tocan a cualquiera... pero falta pasión y fuerza, creo. Son como el plan, falta la acción.

Nada volverá a ser Copenhague, ni el resto.

Hoy he soñado que mi amiga artista afincada en una isla se quedaba embarazada, y sufría mucho porque no sabía si iba a poder mantener a su futura hija, a la que llamaban Isa. Su pareja no paraba de consolarla diciendo algo así como que 'el jabón acabaría por crear burbujas'. Algo bonito que parecía significar que al final todo iría bien. Yo había viajado en coche hasta la isla (sí, en coche) y cuando llegué me encontré con la conversación, la escuché y me fui en silencio, no le dije que había estado.


Estoy fatal de la alergia.

miércoles, 27 de abril de 2011

2046 como 2004, 2007, 2009, 2010

"El amor es una cuestión de oportunidad, no sirve de nada conocer a la persona idónea demasiado pronto o demasiado tarde".
[2046 Wong Kar-Wai]

domingo, 24 de abril de 2011

Producto de vendavales subconscientes

No sé literalmente la cita porque no la apunté, pero Bukowski en Mujeres decía algo así como que no se puede caer en el error de pensar que nuestra propia vida debe causar la misma fascinación en los demás que crea en nosotros. Uno siempre está enajenado por su percepción. Hay que tratar de salir de esa embriaguez y presentar los mismos hechos con cierta pasión o desidia cómica, lo que sea, con tal de identificar a ese lector en algo. A fin de cuentas, todos hemos experimentado más o menos sentimientos comunes, si hablamos del dolor de una pérdida, el vacío, la tristeza, la soledad, la emoción, son sentimientos humanos. La atmósfera alrededor es lo que determina que la explicación de éstos resulte agradable, sincera, creíble.

Ayer ví Pollock, la película. Es posible que me viese un poco reflejada en algunos rasgos de Lee Krasner (triste). No soy tan habladora, tampoco me fascina el cubismo, ni el expresionismo abstracto, pero supongo que sería tan idiota de soportar un drama semejante, en la sombra. No sé quien fue esa mujer realmente, pero si hubiese sido como en el papel la consideraría una buena mujer.

A veces las personas no podemos ser convencionales. Divagamos o nos quedamos absortos... qué se yo. En otras, ni siquiera actuamos con sentido.

Estoy un poco cansada de tormentas, desearía vivir un momento apartada de todo, como hacen ellos, limitándome a ser felíz.

Tengo que apaciguar mis demonios, últimamente había sido fácil, es decir, bastante meses de tiempo no caótico. Pero en ocasiones despiertan, como pulsiones que estallan y arrasan conmigo. No siempre me siento así.

Muchas veces soy el exceso, y otras veces sobro. Yo misma me odiaría desde fuera cuando soy sólo un producto de vendavales subconscientes. Hay demasiadas cosas que me afectan actualmente. Sentirme responsable del desequilibrio ajeno es una losa que no puedo soportar.

Completamente a la deriva. Mañana no sé lo que puede pasar. La búsqueda de horizontes diluída. En el mar como ya dije, pensando en la manera de salvarme pero no moviéndome nada, hacia ninguna parte. Con el agua por todas partes, con frío a ratos, cansada. Supone una saturación enorme decidirme por un camino... miedo. Cierro los ojos y me acuesto para dejar de lado otro día más los mismos pensamientos. No es una angustia existencial, es una vida que da angustia. Cuando crees que el mundo es un lugar mejor, el mundo se convierte en un asco. Te dan ganas de vivir en una burbuja caliente e ingrávida, sin nadie, para siempre. En realidad no es más que nuestro propio dolor lo que nos aisla. Siempre he querido salvar lo que parecía insalvable, lo que no quería salvarse...

Me he comprado un reloj. Uno bueno. Espero que me vea envejecer igual que el otro me vió crecer. El anterior no está roto, sólo algo desgastado. Lo tenía desde que hice la comunión, desde los diez años. Dieciseis años en mi muñeca. Aún me sigue gustando. El nuevo es casi igual, lo he buscado a propósito. No me gusta cambiar las cosas que me gustan, no me importa que sea el mismo tantos años. Es mi reloj, es perfecto.

Sólo me gusta cambiar lo que no creo importante. La ropa, el pelo... tonterías que te describen parcialmente pero no sobreviven más allá. Pero la vida te obliga a cambiar, te obliga a base de dolor punzante, de noches en blanco y arcadas si se piensa en comer.


Es posible que necesite un trabajo, por lo menos hasta septiembre.

miércoles, 20 de abril de 2011

Voyeur

Esta mañana he encontrado en http://foto-poemas.blogspot.com/2009/09/miroslav-tichy.html este párrafo, que según indica es una cita de http://www.revistasebo.com, pero me parecía interesante destacarlo.

En una época en donde el arte llena insípidas galerías rellenas con café y amiguismos inescrupulosos con lengua de almíbar, bien vale la pena recordar a aquellos artistas que, alejados y ninguneados por diversos motivos de los fenómenos masivos o contemporáneos, no lograron la fama que quizás se merecieron en algún momento.


Se refería con ello a la figura de Miroslav Tichý, cuyo fallecimiento se produjo el día 12.

Era un vagabundo del Arte, un excluído social, un renegado, un voyeur. Básicamente encarnaba un oculto sentimiento que albergamos todos. Los seres contemplativos... Es bonito cuando contemplar y crear se dan la mano y surge algo que dura lo justo para hacer felíz a otros. Algo que a pesar del tiempo nos guste volver a mirar sin pensar en su imperfección.

Creo que toda soledad se traduce en cierta manera en acumulación, ya sea de imágenes o de objetos. Es posible que creamos que poseyendo ciertos bienes materiales podemos paliar ese sentimiento de angustia por la ausencia de posesiones emocionales. Ya se sabe que jamás nadie posee a otra persona, pero sí que en algún sentido se puede sentir interiormente tuya. Las fotos y los objetos no te las puede quitar nadie, a menos que entren en tu casa a desvalijarte. A muchos ancianos le da seguridad tener "ahí" consigo, todas "sus" cosas, ancianos y no tan ancianos... Así que a los solitarios no les hables de comunismo ni de ausencia de propiedad... Hay cosas que irremediablemente no pueden ser de todos. ¿Y cómo alguien va a querer compartir si por dentro tiene una "carencia"? Pues muy fácil, se empieza compartiendo para lograr solventarla. Es un camino para sentirse completo.

Pero hay solitarios que se jactan de ello. No están dispuestos a recuperar un atisbo de la inocencia que les robó el mundo, así que simplemente lo externo a ellos es hostil. Nada allá afuera los hará mejores de lo que ellos puedan hacerse, no pueden permitirse depender de nadie. Su poder, la fuerza de su espíritu se radicaliza en la libertad de sus actos, que no derivan de ninguna influencia más que de su propia voluntad. No es un objetivo compartir nada con aquellos que los contemplan, a lo sumo sería un privilegio dejar que los demás mirasen.

La fotografía es fascinante, es increíble que un objeto pueda captar lo que percibe nuestro cuerpo, lo que se genera en una mente, algo tan subjetivo... En realidad es una prueba de que no todo es mentira, que las dudas existenciales de San Agustín de Hipona no tenían razón de ser, que nuestros sentidos no nos engañan, que estamos aquí. Aunque bueno... el sueño de nuestra vida, felíz o triste, se acabará igual que acaban todos, y dará igual que todo sea falso que verdadero, o que hayamos pasado la "vida" en Matrix... Se acabará y ya está.

En 2008 escribí un cuento de apenas un par de líneas: "Y Dios salió corriendo,olvidando las llaves del cielo. Al volver,llamó insistente,pero nadie le abrió. Desde entonces vaga entre mendigos relatando su vieja historia".

Seguramente con el mundo que tenemos podría ser posible. Cualquiera que se lo cruzase en el cielo le cerraría las puertas a drede incluso, o lo empujaría de cualquier manera para robarle. Al volver nadie le creería, como es lógico, y no sería más que otro viejo loco y pobre. Cuando se sintiera traicionado, decepcionado por un mundo que él mismo creó y que así lo trata, que él mismo salvó y llevó a los cielos, y que a pesar de ello lo dejaron a merced de la pobreza... cuando toda la bondad de su ser realmente se agotase no creo ni que se esforzase ya por contar a nadie nada. Es posible que como el señor Tichý se fabricase una cámara y viviese en paz con sus renegados hermanos, hijos o lo que corresponda.

Y que conste, no soy católica.

lunes, 18 de abril de 2011

Cuando alguien te gusta

Cuando alguien te gusta y aparece suele encogerse levemente tu estómago. Si la opción de besarle es posible (porque sabes que no se va a apartar ni nada parecido), nadie suele desperdiciarla. Se puede pasear largo tiempo y también compartir el silencio, pero si te sientas frente a esa persona en un banco las opciones se multiplican. Normalmente uno se deleita en contemplar sus ojos y tomar buena nota de sus gestos y sus palabras. Y cuando las palabras ya están de más suele producirse un acercamiento. Lo único que se desea es estrechar su cuerpo junto al tuyo, oler su pelo, besar su cuello, sentir su temperatura. Acariciar su nuca, su cara... hasta besarla, volverla a besar, y seguir mirándola para captar cualquier detalle que en la soledad de tu habitación no puedas hacer tuyo.

Es bonito pensar que la persona que te gusta pueda actuar así porque tú también le gustas. Puedes esperar mucho tiempo... Desear que los días puedan ser así porque sí...

Era bueno pensar que estaba en la trayectoria correcta, construyendo algo.

Ahora me siento en un banco a escuchar, a mirar y a sonreir. Camino y converso, sonrío y pienso. Me vuelvo a mi habitación y escribo. Y ya está. Sin causas, sin consecuencias. Como amigos normales que salen un rato a pasear.

No se puede obligar a nadie a hacer algo que no quiera hacer. También es normal que yo pierda el interés por hacerlo...


Mi bonsai se está muriendo, es bastante alegórico. Pero podría vivir... Yo estoy intentando de todas las maneras que no se muera, pero no sé qué más hacer. No es fácil tratar con seres que no hablan de cómo sienten.

Pero bueno, a ver qué pasa. Igual la semana santa este año es milagrosa.

jueves, 14 de abril de 2011

Lápiz y cerebro

Mi profesora de Idea, concepto y proceso nos decía que se puede hacer Arte con un lápiz, que el artista moderno debía poner su maquinaria inventiva a punto para superar sus limitaciones materiales, ya fuese gracias al ingenio, la técnica o la combinación de ambas. La herramienta, el soporte o el medio no tiene porqué ser limitante si uno es capáz de trascender a él. No siempre se tiene una cámara de vídeo de alta definición, unos óleos profesionales, los mejores lienzos, los mejores soportes, el mejor ordenador, la cámara fotográfica más cara, el equipo más novedoso... pero se tienen manos, se tienen ideas.

Es como una bocanada de aire fresco salir del entorno habitual y conversar con creadores menos academicistas. Son pocos los que tienen en su poder un máster en erudición o han estudiado durante décadas la Historia del Arte al dedillo. Sin embargo, es bastante la gente que trabaja en fines más implicados con el presente: animación, modelado 3D, edición de vídeo, fotografía, diseño, maquetación... sin excluir, por supuesto, las disciplinas tradicionales (pero ahora me apetece resaltar este tipo de ámbitos).

Mi amigo artista es un gran creador visual. Siempre ha desarrollado una obra intimista, emotiva, delicada, que realza los pequeños detalles y los engrandece dotándolos de belleza desconocida, rara, poderosa. Extrae una magia evocadora que nos sumerge en atmósferas algo 'retro', con protagonistas que destilan una timidez muy cercana a su persona (o así lo pienso). Sinceramente reflejan su carácter, sus inquietudes, sus posibles inseguridades... No necesita un virtuosismo a la hora de retratar a alguien en carboncillo, ni necesita ser capáz de hacer una pintura hiperrealista. Se defiende en ambas con suficiente holgura y destaca en el ámbito que realmente le interesa.

Es de mis mejores amigos, de los pocos que jamás me han fallado. Me ha enseñado muchas cosas y juntos hemos compartido momentos muy divertidos que hoy forman parte de nuestra historia. Creo que los dos crecimos en un ambiente que no siempre nos resultó acogedor, pero nuestra unión no se debilitó demasiado por ello.

Estoy bastante orgullosa de él. Ha logrado sorprenderme. Así que sólo le deseo lo mejor, porque siempre hay algo mejor a la vuelta de la esquina, o en algún otro país de nuestra vieja Europa.

No importa tener una especialidad o no tenerla. Él la suya la encontró en el mismo camino que recorrimos los demás, seguro que la mía acabará apareciendo.

A mí me interesa el mundo, y si algo me enloquece son las personas. La vida de verdad es todo esto, si le quitas demasiado tiempo, no te queda nada. Para otros será el Arte y todo lo demás será lo que le quite tiempo a eso...

Creo que se vive primero y se crea después, igual que se inspira y se expira. Uno se siente bien en el proceso, se da a él, se desarrolla en él, pero jamás se priva del origen.

Igual es mejor explotar más tarde. Mi ensayo y error no se escribe en ningún papel.

También sé algunas cosas que otros no saben... y eso sí que son tesoros silenciosos. Y no hago ostentación ni me maravillo por ellos, son detalles que se muestran conociéndome un poco.

Hoy hemos entrado a tres exposiciones diferentes, no hemos durado mucho en ninguna... Hemos comprado un monitor para mi ordenador, así no me dejaré la vista en el otro. Es enorme, no estoy demasiado acostumbrada. Es el segundo monitor que compramos juntos, espero que me salga tan bueno como el anterior.

Tengo tres libros nuevos, y es posible que compre otros dos. Se me acumula la lectura.

Sé que debo ampliar mi vocabulario y que suelo manejarme con los mismos términos casi siempre, pero no quiero resultar muy pesada; ni pedante ni repelente.

Miremos donde miremos siempre habrá alguien mejor... no importa lo buenos que seamos. Alguien llegó antes seguro. Así que lo mejor que podemos hacer es ser nosotros mismos porque en eso no hay nadie que nos adelante.

lunes, 11 de abril de 2011

Adiós... ricas palomitas

Me he levantado de la siesta con ojos de cerdita (es mi típica reacción alérgica, se me inflaman ambos lados de la naríz a la altura de los ojos, me hace parecer un lechón). Alérgica al maíz, deduzco, por los condimentos de la ensalada que he comido, y cierto malestar que venía observando a raíz de comer palomitas. Mi hermano casi se muere por dicha alergia, ahora es mi turno, en grado leve por suerte.

Sumamos otra cosita a la lista de alimentos prohibidos. En realidad me pasa por quejarme tanto, siempre se puede estar peor.

Sólo quiero algo cálido, que sea de verdad... me da tanta pereza enfadarme, estar triste o sentirme defraudada...

Leer, polaramine y hasta mañana.

domingo, 10 de abril de 2011

Consideraciones, repercusiones y depresiones

Si empecé la mano de repente fue para demostrarme que no necesito la aprobación de nadie para hacer cosas, que mi parálisis es psicosomática, que con que crea que soy suficientemente buena puedo hacer lo que quiera (y más aún), y que puedo hacerlo al margen de cualquier opinión, cualquier afecto o cualquier consideración externa.

Sí, me siento mal. Me siento peor que cuando estaba enfadada. Vuelvo a predicar en el desierto, y no quiero tratar de cambiar a nadie.

Mi profesor de Historia del Arte me dijo un día en medio de clase que si tuviese que encarnar un movimiento yo sería el barroco. Y sí, no se equivocaba. No soy muy distinta. No es mis estilo favorito, pero acabo siendo eso. Me gustan las pasiones exaltadas y combinar mis recursos de modo que logren un conjunto ordenado y aún así derrochen estilo. Lo creo difícil, me gusta que suceda. Creo que no todo el mundo es capáz de asociar correctamente elementos en apariencia comunes (porque subestima la estética) y eso tiene mérito. Es la razón de que me rodee de gente que sabe simplificar con más soltura que yo, porque puedo verlo todo importante, y 'todo' no siempre lo es.

Basta de bromas. Si no inspiro la mínima fascinación es que algo falla, es evidente. También es evidente que sentir las cosas y no expresarlas se manifiesta de la misma forma que cuando no se sienten. Es difícil no llorar si se hace una lista.

Es primavera y podría estar bañándome en flores y felicidad a ojos de cualquiera. Los únicos pensamientos que serían lógicos que recorriesen mi mente deberían ser aquellos que lograran que sonriese mientras camino en dirección al centro, cuando me pongo a leer o hago cualquier otra cosa. Y no. Suelo estar pensando que será lo siguiente, o el porqué de algo ya mencionado, y si es que realmente lo hago tan mal. No se me ocurre nada mejor... y ahora ni siquiera me apetece esforzarme por hacer nada mejor. Pero no voy a emprender un círculo de apatía sentimental, con la laboral tengo bastante. Mis cartas están sobre la mesa, creo que se nota. Además, la realidad siempre te estalla en la cara tarde o temprano.

Así que no voy a ponerme un crono para ver cuanto tardo en modelar, y demostrar si soy o no "tan buena como...". Me jode, y no hay medida en el mundo posible para describir en qué cantidad, el ponerme a hacer ¡una sóla cosa! y escuchar tan pronto ese tipo de comentarios. Eso no puede favorecerme de ninguna manera. Eso no es modo de quererme de ninguna forma, ni de velar por mi bienestar ni motivarme, ni tan siquiera denota cierto respeto. Eso es precisamente lo que hace que me hunda días y luego me canse y haga cualquier otra tontería siguiendo la razón que encabeza esta entrada.

Sería mucho más fácil decirme que soy muy estúpida precisamente por tener en cuenta todo lo que logra hacerme daño y me lo acaba haciendo y no logrando la manera de subsanarlo o mejorarlo (si eso es posible).

No me apetece hablar más, da igual todo lo que diga. Seguro que Carmen Electra lo hacía mejor que yo, o Natalie Portman o a saber, o por lo menos escucharía más halagos en relación a ellas, por supuesto. La mayoría del tiempo no existo.

Pero no aspiro a ser un objeto bonito y menos a partir de ahora que comienzo a envejecer, así que mejor me acuesto un rato y me ahorro pensar la mejor manera de perder el tiempo también esta semana.

jueves, 7 de abril de 2011

Simplemente: jueves

Debería escribir todos los días, aunque a veces sea basura.

Hoy he llevado conmigo un folio, por si acaso me apetecía poner algo, lo suelo echar de menos cuando no lo llevo. No lo he usado. Se ha quedado escrito lo que puse antes de salir de mi casa.

Esto es lo único productivo que he hecho desde marzo de 2010, sin contar lo que ha sido el trabajo en la librería. Realmente ha tenido sentido. Ahora mismo valoro más un libro que un vestido, hace más tiempo no tanto. También es que haber estado tan saturada de ese mundo por la accesibilidad a él ha sido destructor a la hora de darle el valor que realmente tiene. A excepción de la inquietud innata o adquirida, hay mucha gente a la que le cuesta bastante leer. Mis padres nunca me han recomendado ningún libro. Cuando estaba en el colegio leía los recomendados y alguna que otra lectura juvenil típica, pero no tenía ningún patrón motivacional para seguir un tipo de genero concreto. Mi amiga independiente me recomendaba títulos, siempre lo ha hecho, libros que me gustaron mucho, que llegaron a ser muy importantes para mí. Luego llegó Caty, mi profesora de literatura universal en bachillerato, y realmente hizo que viera lo maravilloso de ese mundo al que prestaba una atención demasiado moderada. Llegué a admirarla muchísimo por todos los libros que había leído, los autores que conocía, que le fascinaban. Ella hablaba con pasión, con el júbilo de alguien que despierta a la primavera, como si un libro pudiera sacudirte el alma como un huracán. Envidiaba muchísimo todo eso (la envidia más sana, eso sí), pensaba que jamás podría leer tantos libros como ella, que me sacaba demasiada ventaja porque yo ya empezaba tarde. Pero no tenía razón. Nunca fue tarde para eso, ni lo es ahora. Ahora pienso en ella con su metro cuarenta, su vocecilla, su espíritu jóven a pesar de tener unos sesenta años o más, su marido altísimo, su riqueza léxica, su maravilloso mundo interior y en parte sigo queriendo lograr un poco de eso, de esas miles de historias que construyen la tuya y hacen que sea bastante más interesante de lo que pueda ser de por sí.

Me estanqué un tiempo. Suele pasarme cuando nadie me anima a hacer cosas. Pero bueno, tuve algunos meses de ligero entusiasmo y leí algunas obras en los veranos.

La verdad es que no debería dejarlo si quiero llegar a leer todos los libros que tengo pendientes, ni siquiera con la excusa del desencanto.

Me gusta la gente con opinión propia, que expresa abiertamente si le gusta algo o no con respeto por los que no piensan lo mismo. Ayer hablé con alguien así y me habló también de qué estaba leyendo.

Tengo suerte de conocer a personas así. No tengo porqué alejarme de nada por nadie.

En algunos momentos siento que no pertenezco a ninguna parte, que nunca seré un elemento propio de un todo sino más bien algo que encaja de forma momentánea y si se va no pasa nada porque todo sigue funcionando. Alguien que tampoco sabe muy bien el proceso a seguir porque llega un pelín tarde con respecto a los demás o simplemente no tiene la antigüedad suficiente. Es más o menos como mi papel en la librería, ahora ya extinto.

También puede ser la percepción que tengo por mis últimos proyectos: Publicidad, la cual no continué, Diseño, donde tampoco continué, el trabajo, otras cosas...

He ido dejando atrás gente con la que incluso he perdido el contacto por mala gestión de mi tiempo, como siempre. Me duele, y me da pena, y cierta rabia conmigo misma, porque muchas veces pienso en ellos y ellas y seguramente pensarán que me daban igual, pero no es así. Suelo centrarme en la gente habitual, y también trabajar te quita tiempo y te desgasta, y no sólo el cuerpo, también el ánimo. A veces sólo quería estar en mi casa...

Pienso sobre todo en mis dos amigas de periodismo, sus amigos, mi amigo de la carrera, los amigos de mis ex amigas, los amigos que hicimos saliendo juntas, los amigos de los bares, los amigos de la escuela... y seguramente algunos otros amigos, que posiblemente sean más conocidos que otra cosa pero me gusta llamarlos así...

A fin de cuentas da igual. Tampoco a mí me llama nadie. Si quiero saltar a la comba, sola no puedo, si quiero jugar a entrar saltando o saltar con dos cuerdas a la vez... se necesita por lo menos otra persona.

Esta mañana me han despertado a gritos. He podido dormir sólo cuatro horas, porque me acosté a las tres y media leyendo, es decir, eran las siete y media de la mañana y habían gritos ya. Hay algunos problemas laborales por ahí que van rompiendo nuestra calma.

Aún así no me ha sentado bien. He esperado a que se fueran mis padres, me he vestido, me he puesto una gorra porque no me apetecía lavarme el pelo y he ido a andar un rato. He sacado dinero en el cajero y he llegado hasta Vistabella. He recorrido el mercado, he comprado un par de cajas de tinte que estaban a mitad de precio y he vuelto.

Aquí estoy, no hay mucho más. Con ganas de seguir leyendo a Bukowski. El libro de un sólo día fue La senda del perdedor (bastante bueno), después leí Factotum (que no recomiendo especialmente) y ahora estoy con Mujeres (me está gustando). Supongo que para ser idealista y un poco romántica he leído a bastantes existencialistas, y he conocido a otros cuantos. En algunas cosas son mis favoritos y me enseñan a no ser completamente gilipollas a base de reveses a mis creencias. En realidad el mundo suele ser como dicen ellos, aunque yo me esfuerce en no querer creerlo.

Hoy de vuelta a casa pensaba sinceramente que nada tenía sentido. Que podría coger mis tristes tres mil euros y alquilarme un piso en París o en Londres, y respirar aire libre de gritos, y sentir alas saliendo de mi espalda, pero daría igual. No duraría. Porque el problema real nunca es el sitio, son las personas.

Hace un par de veranos estuve mirando en serio los alquileres en París... pero no sé francés, y necesitaría un trabajo o se me acabaría todo.

Madrid sigue estando ahí, a las malas siempre puedo hacer una locura (que posiblemente no haré).

Suspirar suspirar... se que puedo hacer cosas pero no tengo ganas. Es honesto: no me apetece. Me apetece mucho más estar aquí divagando, sintiendo que articulo mucho mejor mis pensamientos en una frase que en un cuadro o una escultura.

Empecé el martes una mano en barro y estaba bastante contenta porque le veía algo de mí, pero no sé cómo seguir, no sé a qué adherirla ni con qué pretexto. Así que no voy a continuarla hasta que no lo sepa. No sirve de nada perfeccionar algo que es sólo una parte difusa de un enigma.

Supongo que se acabará secando y estropeando por no ponerme en serio a pensar qué hacer con ella.

Sólo tengo escrito un relato corto, es más bien un fragmento y seguro que si lo reviso es bastante mejorable. El protagonista es un chico, supongo que si escribiese me gustaría serlo: un chico. Y a través de él me gustaría poder dar la visión que creo que tendría y la visión que tendría cualquier chica que se enfrentase a situaciones que implicasen contacto con él, y en parte creo que trataría de humanizarlo a pesar de ser completamente distinto a lo que soy yo, pero sí que nos pareceríamos en ciertos valores y algunos rasgos que seguramente pondría para reirme un poco secretamente.

La verdad es que los chicos son maravillosos, nunca podrían dejar de gustarme, por mucho que logren que llore. Son la alegría en la simpleza porque sí, no necesitan razones.

Los niños también me gustan, sobre todo los que se creen muy listos y te intentan vacilar o los que no saben hablar aún y sólo te miran con ojos enormes.


Voy a acostarme, creo que la falta de sueño está aplacando del todo mi ánimo y quiero aprovechar la tarde. No sé para qué, pero no quiero estar cansada todo el día.

Por cierto, lo que apunté en el folio donde no escribí nada pero sí antes de salir era: "No hay mucho más... imaginar lo que nunca seremos. Genocida emocional".

sábado, 2 de abril de 2011

Es posible...

Todos implicamos riesgo para otros y viceversa. Nadie conoce el camino hasta que lo recorre, y aún así, podemos desenvolvernos de una manera u otra según el momento, la persona o el lugar. Tampoco tenemos porqué tomarnos en serio las mismas cosas.

Yo no poseo ninguna respuesta, pero si empiezo algo es porque tengo cierta esperanza de que 'eso' logre alcanzar ciertas expectativas. El potencial de cada uno es variable, y la intuición puede fallar. Ningún tiempo se pierde si se está creciendo en algo. Nunca seremos los mismos que seremos mañana, eso basta a veces.

Soy frágil en bastantes aspectos y tengo algunas ilusiones hermosas. He renunciado ya a muchas como para perderlas todas; no importa lo tonta que parezca para ninguna persona.

Creo que un batido sabe más rico si se comparte, que un viaje es más divertido si se comparte, que un piso es más alegre si se comparte, que una vida es más felíz si se comparte, y me siento mejor persona cuando comparto, me siento mucho más yo que nunca, y siento que bastantes cosas he tenido que vivir sola como para querer hacer otras tantas igual.

Habrá gente que tenga un millón de amigos, parejas igualmente estables o sólidas o familiares con los que contar para todo. No siempre ha sido mi caso, casi que rara vez.

Aún así yo deseo una vida tranquila, que lo que debe ser estable lo sea y lo que no pase igual que vino.

Sólo suelo ser egoísta con mi tiempo para una persona, respecto de todas las otras. El resto de mis motivaciones son variables en función de las circunstancias, aunque quiero viajar mucho.


No me estoy empleando a fondo en nada, pero el día que lo haga y me ponga al cien por cien puede ser "mucho". No me ha ido demasiado bien con ese "tanto", así que mejor ir paso a paso en función de las respuestas.


Sinceramente pienso que todos podemos llegar hasta donde queramos, es cuestión de querer hacerlo, de ponerle entrega, y sobre todo honestidad. Ser sincero con uno mismo suele ser lo más difícil, lo que más nos asusta, pero si llegamos a serlo entonces lo tenemos todo.

Todavía no tengo muy claros todos mis propósitos. Me gustaría un buen final.

martes, 29 de marzo de 2011

Uppercut

Siempre me pareció que Sartre se equivocaba cuando afirmaba que "El infierno son los otros". No es más que 'nosotros mismos'. Pero a veces nos disparan algún 'gancho directo a la cara'. Supongo que la costumbre hace que cada vez vaya siendo más fácil levantarse, pero es triste.

La situación no es esperanzadora para la mayoría, aunque podríamos estar peor.

Sí, me quejo, me quejo mucho por dentro y rabio. No sirve, ya lo sé.

He pasado demasiado tiempo tratando de olvidar que todo era como es, intentando ver las cosas con una óptica más optimista, dejándome llevar porque sí sin pensar en nada más que en hacer algo contrario a lo que había hecho hasta ahora. ¿Y de repente tengo que amar apasionadamente eso mismo? No. No tengo porqué dar más explicaciones, si acaso tiene o no sentido mi productividad o ausencia de ella. No quiero ser ningún ejemplo, eso sería ponerme un listón demasiado asfixiante. ¿Para quién?

Llego tarde, no es una sorpresa. Como cuando estoy frente a una puerta nueva, nunca empujo la primera vez hacia el lado correcto, siempre se abre hacia el lado contrario. Cuando salgo me vuelvo a olvidar. Me pasa con todo. A la primera la cago, y arrastro el error hasta que el error me arrastra, me siento ridícula y trato de convencerme de que realmente no importa. A veces lo consigo... quizá un tiempo.

Bastantes cosas siguen sin tener mucho sentido. Sólo basta hablar un poco para percibirlo. Empecé con mal pie.

Sigo mirando y no digo nada. Sigo pensando y no hago nada. Continúo la dinámica al margen y pasan las semanas con la misma sensación, y algunos ecos empiezan a perturbar mi mente, con palabras que podrían ser verdad dichas en el momento más incierto.

Acabo de reordenar mis esquemas mentales justo el año pasado, quizá he logrado asentar todo lo que estaba desordenado en mi cerebro. Aún así el conjunto sigue un poco en el aire. Tengo derecho a empezar cuando quiera.

Si escucho que ¿quién me creo? probablemente la mayor parte del tiempo sea "una mierda". Sin futuro, sin vocación, sin dinero, sin nadie que me dure, sin nadie que me quiera sin reservas, sin nadie que me escuche por la noche cuando necesito hablar de verdad, o por la mañana o a saber... Sin la juventud de antes, sin el mismo amor propio y con algunas cosas más. Y también me siento a veces la ostia, y siento que me importa muy poco lo que no se vea en la superficie, ni siquiera se combine en nada material, y sólo se perciba lo que potencialmente soy, he sido y puedo llegar a ser. Porque estoy un poco harta de esforzarme tanto y que luego me pateen como un perro, y más tarde se olvide.

Estoy un poco 'dañada' por un comentario que no creo que se borre fácilmente de mi pensamiento y cada vez que lo rememoro me vengo abajo. Me hace ser más consciente de la realidad que no quiero ver y lo poco útil que soy a todos.

En casa cuando hablo sueno la más sensata, la más tolerante, y aún así mis consejos son un ruido más que se evapora entre alaridos.


Hoy he conseguido un logro: leerme un libro en una noche, una mañana y una tarde. Son dos días consecutivos pero prácticamente uno. Quiere decir que puedo terminar algo (en un tiempo prudencial, en éste caso bastante bueno). Reconfortante a pequeña escala.

En realidad lo más importante de nosotros son nuestros logros secretos y no hace falta ir contándoselos a nadie. Hay que saber compartir el silencio y aprender de las palabras que no se dicen.

Si gran parte del tiempo me siento así es normal que me paralice un poco. Pero quiero cambiarlo. No quiero ser tan cínica de negar que espero recibir lo que doy, y no creo que viva en el país de las maravillas ni en una pompa de jabón, sé perfectamente de lo que hablo. Febrero está muy lejos ya, y diciembre, y también junio... pero casi que eso no es lo más importante.




A veces no sé ni lo que escribo, otras no sé ni lo que vivo, pero siempre suelo saber lo que siento.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El sueño de una noche de verano

Hay días en los que es mejor callar si no se puede hablar como un ejemplo.

El héroe se consagra con su muerte pero... ¿no es ésta sino el comienzo de su memoria?, su larga vida. Inmortal es el ideal, y no sólo así lo narra V de Vendetta, ya lo narran las sagradas escrituras y así ha trascendido desde mucho antes incluso; ya Platón describió cómo Sócrates concebía el anhipoteton: Idea de bien, causa de la realidad, perfección y verdad de las cosas.

La alegría es un sorbo dulce al paladar que se acaba volviendo amargo a su paso por la garganta. Aún así nos alimenta y no cesamos en volver a probar.

Nunca seré la causa más importante.

El veneno al final te hace inmune. Mires donde mires somos la derrota que el espejo te devuelve un segundo antes de cerrar los ojos y bajar la cabeza. Si acaso el corazón se acelera, al tiempo, lo atacamos para que lata normal. ¿Qué pasará cuando ya no quede nada puro que enseñar a tus hijos? La vergüenza, la cólera, el desastre, lo impío y lo obsceno de tí mismo. El agua ya no nos quita la sed, no es tan fresca ni tan transparente... y no es más que esta asquerosa suspicacia. Nadie puede robarnos lo que perdimos...

Las sonrisas de hoy son las lágrimas del mañana, nunca ajenas por supuesto. Las ajenas relucen y viajan y ven el mundo que aquí es sólo un deseo.

Mañana no tiene porqué ser mejor. Sé que acabaré dejándolo todo a medias y me rendiré ante mi gran enemiga por mucho que me pese, y no seré un bien preciado para nadie. Es un sentimiento verdadero, mucho más que cualquier mentira pasajera.



Hoy he salido de mi jaula a la deriva para volver a enmudecer en ella sobre las nueve y media.

jueves, 17 de marzo de 2011

Renovación: La etapa azuL

No me han renovado el contrato. Ceso después de un año, perdiendo la dinámica que me aleja de mis queridos compañeros. No tiene porqué importar si sigo visitándolos. Es gente buena que no quiero apartar de mi lado. Los quiero mucho.

Aún así soy felíz. Soy muy felíz después de bastante tiempo, y tengo inmensas ganas de hacer cosas, cosas de verdad, de perder esta desconexión, de abandonar los intentos fugaces. Y no me importa escuchar: "si hace ya años que no haces nada de eso" ni cualquier atisbo de sabotaje emocional. ¿Qué más dará el tiempo? Tengo derecho a explotar lo que he aprendido en todo este trayecto, y no de una manera apática práctica pero reflexiva. Puedo ilusionarme escuchando frases como "tú eras buena en..." y sentirme bien. Y dejar volar mi imaginación pensando en la manera de lanzar mi página web en la ciudad con distintas formas de publicidad de guerrilla algo cool, pues intentaría enfocar gran parte de ella a la moda y el styling. Y desde ahí hasta donde pueda, sin desechar todas las ideas que tengo que no son eso y pueden ser el inicio de una gran empresa. Porque también el mundo se decide por las buenas ideas y la gente inteligente.

Quiero seguir estudiando, sacarme el máster, doctorarme, quizá hasta empiece otra carrera si no tengo trabajo y mientras voy a producir. Porque ya está bien desde que en 2008 nadie me dijera que podía seguir con el Arte, ni siquiera yo misma. Y sinceramente pienso que no es tan difícil si se tiene voluntad, y que no tengo que quedarme siempre mirando y admirando lo que hacen otros si yo también soy capáz de hacer muchas cosas. No tengo que compararme con nadie, todos somos distintos, ni con ese miedo a exponer lo que hago por temor al plagio o a que "me lo quiten de alguna manera". Mi estilo podría ser internacional, básicamente por su eclepticismo lo sería, lo que pasa es que para mí esos cambios tienen sentido, no son sólo moda, sino expresiones de estados internos. Podría extender mi filosofía como el agua y dejar de ser originaria para ser precursora. Tengo que pensar más en ello.

Aparte de un proyecto importante que me gustaría desarrollar durante el máster también quiero editar algo infantil, tanto diseño, como maquetación como ilustraciones; aunque sea a mano. Y restaurar el encuadernado de un libro de Romeo y Julieta en idioma original.

En fin, así voy, compatibilizando las salidas burocráticas con las pequeñas compras que son el germen de todo lo anterior.

Tengo un poco abandonado a todo el mundo, lo reconozco. Prometo trabajar en ello también, próximamente.

domingo, 20 de febrero de 2011

La importancia de Copenhague

A veces soy una 'nena' y me giro en la cama si estoy a punto de llorar hasta tranquilizarme y evito que se note que me importan mucho las cosas.

Nunca he tenido una canción favorita, pero siempre que escucho Copenhague de Vetusta Morla pienso que podría serlo. Mi vida tiene una banda sonora original curiosa y llena de contrastes, y a veces me vienen frases, pero si tengo que hacer un análisis continuo toda ella podría estar inscrita en esos versos.


Él corría, nunca le enseñaron a andar,
se fue tras luces pálidas.


Él es cualquier chico que haya amado y haya perdido, no habiendo encontrado alguien que sinceramente le enseñara que el amor merecía la pena, que no siempre se pierde, que se puede vivir y disfrutar de él. Por eso corre, huye de volver al dolor, no confía en que se pueda andar, deleitarse con ese estado. Se ha dicho a sí mismo que no lo necesita. Desde entonces ha podido dedicarse a tener tibios encuentros que no demanden nada emocional por su parte.

Ella huía de espejismos y horas de más.

Ella es cualquier chica que como ese chico, y como yo misma, o cualquier pseudomujer de veintiseis años, haya amado y haya perdido. No tiene porqué haber dejado de creer en el amor pero está harta de hombres que parecen ser lo que no son, de tíos que fingen que le importas, de invertir su tiempo y sus esfuerzos en construir algo que resulta ser ficticio, humo, así que lo mejor que se puede hacer es temer de primeras, y pensar que cualquier alarde de fortaleza es sólo un escudo, porque todos hemos sido dañados.

Aeropuertos. Unos vienen, otros se van,
igual que Alicia sin ciudad.

El ritmo del aeropuerto consiste en miles de personas que se juntan un momento y se separan para quizá no volverse a ver. Como las personas con las que uno puede encontrarse a lo largo de la vida. No tienes ni que sentirte própiamente tú, algunas ni siquiera llegan a conocerte. No eres más que Alicia sin su país de las maravillas. Te sientes un extranjero en tierra extraña, la felicidad es algo que queda tan hipotético como esas maravillas. El aeropuerto en sí mismo implica cierta espera, preocupación, cierta esperanza, algo de vértigo, cambio, tránsito...

El valor para marcharse,
el miedo a llegar.


Aquí no creo que haga más que equiparar la partida de lo conocido, de la propia autonomía personal en contraposición con lo desconocido, lo ajeno, implicarse emocionalmente con alguien, poner tus esperanzas en otra persona. Lanzarse o no, enamorarse, dejar de hacer todo por tí mismo y hacerlo por los dos o hacerlo por el otro. Sí o no.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.


No he estado en Copenhague, pero aquí se elabora una alegoría respecto al paisaje regodeándose en esos estados contemplativos por los que nos da cuando tenemos el corazón lleno de lluvia, todo puede estar en silencio mientras ahondamos en nosotros mismos para encontrar la posible solución a todo lo que nos está sucediendo.

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.


Pensar en que saldrá bien es precioso, nos llena de júbilo, no queremos pensar siquiera en que pueda salir mal, sólo queremos empezar, llenarnos de esa persona, sentir sólo lo bueno, olvidar que puede ser el principio de nuestro propio fin, que igual podría destruirnos y destrozarnos como alguna vez nos hicieron. Que puede hacernos tocar fondo. Aunque igualmente, no sabemos si eso puede llevarnos a la felicidad, esa que no es más que un sueño (ese país de las maravillas) en el que apenas pensamos para que no nos duela (porque creímos en él un tiempo y no sucedió, a pesar de haber dado lo máximo de nosotros mismos). No sabemos si eso puede ser el comienzo del resto de la vida que realmente merece la pena. Y nos da miedo, el hecho de poner tus esperanzas 'otra vez' con el riesgo de perder y caer...

Un instante mientras los turistas se van.
Un tren de madrugada
consiguió trazar
la frontera entre siempre o jamás.


Aquí el instante puede ser el dejar de percibir a todo el mundo como sólo gente que no logra "tocarte" (o dejar las relaciones esporádicas) y montarte en ese tren con una sola persona. Si subes puede ser siempre, si no, será jamás.

Llueve en el canal, la corriente enseña
el camino hacia el mar.
Todos duermen ya.


Pensar, ensimismarse (idem)

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.


El riesgo de que salga bien o mal luchando todo el tiempo con nuestras absolutas ganas de disfrutar de ese momento (idem)

Ella duerme tras el vendaval.
No se quitó la ropa.
Sueña con despertar
en otro tiempo y en otra ciudad.


Cuando lloro mucho suelo quedarme durmiendo después aunque sea sólo un rato. Cuando se extiende a días puedo dormir horas y horas a menos que me de insomnio, cosa que también ocurre. Suelo llorar por no sentirme correspondida, por sentirme estúpida, no valorada, no querida, pero sigo esperando, como lo de no quitarse la ropa. Sigo lista, soñando con despertarme, como la bella durmiente sí... despertar y que todo sea como deseo, en un espacio y un tiempo perfecto.

[esta parte es mi favorita y es normalmente cuando lloro, pero luego empieza la siguiente estrofa con mucha fuerza y me da bastante ánimo, y no me arrepiento en absoluto de dejarme llevar ni de jugar al azar y no saber donde puedo terminar... o empezar]

Dejarse llevar suena demasiado bien.
Jugar al azar,
nunca saber dónde puedes terminar...
o empezar.



Vetusta Morla identifican a generaciones en todos sus temas. No sé si mis sentimientos tienen algo que ver con sus fines pero encarnan, no sólo mis experiencias pasadas, presentes y quizá futuras, sino que me hacen ser consciente de que no estoy tan sola ni tan equivocada.

Una de mis frases favoritas de hace bastante tiempo era: Amar no es mirarse el uno al otro, es mirar juntos en la misma dirección. (Antoine de Saint-Exupery)
Nadie puede mirar en la misma dirección si se está corriendo siempre en una dirección opuesta.

Hace ya un tiempo que dejé de correr.

viernes, 18 de febrero de 2011

Mejor en forma de tarta

Pero lo mejor que una puede hacer con la calabaza es comérsela en forma de tarta (si la hace una amiga mucho más rica) y despertarse a la mañana siguiente sin muchas ganas de seguir pensando, dejando de lado el sentido común, para pasar, posiblemente, uno de los mejores días.

También vale el pastel de zanahoria, o las dos, como fue mi caso.

A veces cuando salgo de la ducha y me contemplo, me consuelo pensando en que a pesar de tener un cuerpo más bien normal y bastante blanco puedo dar gracias de no haberme desarrollado hasta llegar a albergar dos globos ornamentales que incapaciten o incapacitasen mis cualidades intelectuales. No porque crea que eso mismo tiene relación directa con la biología ni mucho menos, sino por la psicología en general. Supongo que comparto la creencia de que una persona con inseguridades siempre tratará de mejorar, de dar más de si misma, antes que otra que se sienta 'completa' o 'acabada'... perfecta. Nadie está completo ni acabado en si mismo, y nadie puede sentirse perfecto si está completamente solo... nadie como yo. Y matizo porque no me gusta generalizar.

He coleccionado algunas otras citas del libro de Dorian Gray, ahora que por fin lo estoy acabando.
Pero la juventud sonrie sin motivo. Es uno de sus mayores encantos.

Esta frase es tan agradable y tan cierta... que me cuesta equipararla a otras como:
Las mujeres prueban suerte. Los hombres arriesgan la suya.
Un hombre puede ser felíz con una mujer siempre que no la quiera.

Ambas en labios de Lord Henry Wottom.

Me angustia pensar que sean ciertas, y básicamente me entristecen, pero sé, y he comprobado de sobra, que pueden serlo. Al igual que:
El terrible júbilo de quien lleva con éxito una doble vida.


Hoy prefiero pensar en obviedades más optimistas, como que si sigo regando con esmero mi bonsai Sai seguirá sano y llegará a ser fuerte algún día. Es una ley natural, lo del trabajo diario. Todo lo que es importante demanda empeño.

"El Tartufo" es una obra bastante predecible (sí, por fin lo he acabado, y hace un par de días). Molière no me emociona, pero no sé si es más por la traducción o por su teatro. El pobre debió perder encanto con tantos cambios y tanta censura por un tema que ahora daría bastante risa, y no por lo cómico del contenido, sino por su hipotético agravio social.

Tenemos suerte de vivir en esta época. Hay que alegrarse de vez en cuando.

domingo, 13 de febrero de 2011

Aurora VS las supersolteras y su día de calabazas

Sí, durante algún tiempo pudo leerse en mi nick LashSleeping Beauty, porque lo único que hacía era esperar, prácticamente dormida (cosa que no dista mucho de la mayoría de cosas que sigo haciendo).

Suena siempre tan poético... y tan patético, y tan utópico... y asumir que somos el producto femenino de la contemporaneidad. Tipos de mujeres, estados que son consecuencia del devenir de nuestras 'x' vidas y bueno... quizá hubo un tiempo en que las supersolteras eran como Aurora, y creían que sus sueños podían cumplirse, y que el sacrificio merecía la pena, que un hombre era la salvación y la cura a todos sus miedos y que jamás serían tan felices de otra manera. Pudieron perder la noción de cuando olvidaron todo eso y empezaron a mirar sólo por sí mismas, al amparo de sus propios sueños, de sus motivaciones, mezclándose con príncipes de medianoche (o mediamañana) lo justo para no impregnarse de nada emocional. Siendo felices, sin nada más.

Quizá algunas otras temieron desde mucho antes y optaron directamente por bailar y saltar sin vergüenza, no deseando ser princesa nunca jamás.

Otras somos Aurora, aunque duela reconocerlo. Tengo motivos suficientes para haber sido una supersoltera, y creo que en ninguna época lo fui. Suelo saltar y bailar a ratos mientras duermo por dentro o espero. Mi argumento es que nada de lo que te pase tiene que estropear el resto de tu vida, ni estropear la vida de ningún ajeno. Ni privar de lo mejor de tí a alguien nuevo. Odio cuando descubro que llego tarde a la vida de alguien, que no es un buen momento, que si hubiese sido hace años... Ver que cuanto más tiempo pasa más destruída está la gente, con su pobre corazón en ruinas escondido en el último rincón de su existencia, huyendo en ti de sí mismos.

Tengo unas cuantas ruinas, unos cuantos miedos y unas cuantas fantasías estúpidas, por no decir bastantes... pero veo triste esconderme y por eso no lo hago. Más bien me tomo las cosas como un "sabías a lo que venías", es lo que tiene esto. Vamos a perder muchas veces, hay que hacerse a la idea. Ganar aquí es siempre lo más difícil. Pero veo más victorias en el camino, por eso no estoy mirando el final.

Otra cosa es que uno mismo no quiera complicarse. Son lícitos los juegos entre supersolteros, pero ¿qué pasa si coqueteas con alguna Bella Durmiente?

Estoy contenta con mi mundo tonto. Me gusta que me gusten los disfraces y pensar que puedo llenar de fantasía la vida de cualquier persona. Me gustaría pensar que soy la razón por la que sonríes cuando te despiertas, como también a mí me pasa. Me visto seria para las cosas serias, por eso cuando me desnudo voy de gala; porque si logras desnudarme es que estás cerca de mi alma. Yo no tengo príncipes de medianoche ni mediamañana. Quiero vivir en paz con las cosas más sencillas, con alguna dosis eventual de caprichos curiosos.

Hay momentos en los que dejo de creer en el mundo, y siento que no encajo, y tan sólo me dejo llevar porque intuyo que cualquier lucha es inútil. Me digo a mí misma: ya pensaré mañana. Y mañana es hoy.

Se me da mal hacer las cosas 'bien'. Ese bien que te sirve de paracaídas justo antes de pegártela y que luego agradecerías pero no está. Me cuesta poco suicidar mis planes de orden y coherencia cuando lo único que me apetece es hacer lo contrario, y... quedarme durmiendo junto a tí y no acordarme muy bien de lo que dije, pero sí de algunas cosas.



Mañana es 'el día ese del amor' (como escuché hace poco). Yo ya hice mi declaración y mi regalo hace una semana (para que no se notase, claro). Creo que recibí calabazas emocionales virtuales, pero no estoy segura. Igual hasta que no vea una calabaza en mis manos no me hago a la idea. Realmente sería un gran regalo: una pedazo de calabaza enorme con una etiquetita cursi, que en vez de poner "Te quiero" (que no es algo tan malo, porque querer se quiere hasta a un perro, y muchísimo, pero claro, si uno se imagina diciéndolo puede sentirse ridículo, o no sentirse, y trata mejor de elegir otro tipo de verbo para no pillarse los dedos en un futuro, así que...) pondría: "Te aprecio". Es entonces cuando cualquiera podría echarse a llorar desconsoladamente. Podría imaginarme perfectamente con mi calabaza y su etiqueta tipo premio de consolación y mi media sonrisa nerviosa.

Mañana es sin duda un día para quedarse en casa.

jueves, 10 de febrero de 2011

Tal como soy

Esta mañana, caminando por el Carmen, se ha cruzado en mi cabeza el pensamiento de si se podrían cultivar amapolas en casa. Plantar semillas de amapola y que germinasen correctamente. Son mis flores favoritas (unas de ellas) pero son naturales... ¿podrían vivir bien acaso así? Inmediatamente he pensado en hablar aquí de ello, no porque la duda no me deje vivir (a golpe de buscador tendría la respuesta), es sencillamente que... No podemos tratar de cambiar lo que algo es. Da igual que sea animal o planta, perdería su brillo, lo que 'es en sí', dejaría de ser libre...

Es dificil ser alguien que construye su propia aprobación con la de los demás, o en base a una única opinión, que suele neutralizar la suya. El espejo puede repetirte mil veces la verdad, pero basta una mentira del mundo o un silencio para hacer que de repente ni te veas.

También me miré al espejo esta mañana... para ver si me veía bien de alguna manera. Creo que me engañé por un momento probándome algo bonito en women's secret.

Esta tarde el hijo de mi jefa me ha dicho que soy fea, después de habérseme quedado mirando durante un momento. Creo que lo ha dicho en serio. Me ha jodido. Igual cualquier otro día me reía, y no me importaba, pero hoy no.

Cuando volvía a casa he escuchado la canción que cito abajo, y me he vuelto a preguntar por qué nadie es capáz de decirme algo como: Cuando sonríes...
El mundo entero se detiene y se te queda mirando un instante. Porque eres asombrosa.


Hay días que lo necesito. Y no importaría que fuesen todos.

Quería un tiesto de loza cuadrangular y con agujero para plantar aloe vera. No lo he encontrado. Ni siquiera he encontrado tiestos bonitos de loza con agujero.

Sigo pensando que da igual lo que uno sea en su foro interno, toda la fuerza que posea, toda la bondad, si eso no es percibido por nadie. Compartir es mi máxima.

Puedo soportar que mis padres me critiquen duramente, que mis amigos no me llamen, que mi jefa me trate mal, que el mundo no funcione, pero no puedo soportar que la persona a la que dedico más tiempo no me conozca. Aunque podría consolarme pensando en que aunque así fuese, esto no tendría por qué ser diferente.




Just The Way You Are - Bruno Mars

Oh, her eyes, her eyes
make the stars look like they're not shining
Her hair her hair
falls perfectly without her tryin
She's so beautiful
And I tell her everyday

Yeah, I know, I know
when I compliment her she wont believe me
And its so its so
sad to think that she don't see what I see
But every time she asks me do I look okay, I say

When I see your face
there's not a thing that I would change
Cuz ur amazing
Just the way you are

And when you smile
The whole world stops and stares for awhile
Cuz girl ur amazing
Just the way you are

Her lips, her lips
I could kiss them all day if she let me
Her laugh her laugh
She hates but I think its so sexy
She's so beautiful
And I tell her everyday

Oh you know you know you know
Id never ask you to change
If perfect's what your searching for
then just stay the same
So don't even bother asking if you look ok
You know I'll say

When I see your face
There's not a thing that I would change
Cuz ur amazing
Just the way you are

And when you smile
The whole world stops and stares for awhile
Cuz girl ur amazing
Just the way you are

The way you are
The way you are
Girl your amazing
Just the way you are

When I see your face
There's not a thing that I would change
Cuz ur amazing
Just the way you are

And when you smile
The whole world stops and stares for awhile
Cuz girl ur amazing
Just the way you are

Yeah.

-

Traslation by: Lash

Tal como eres

Oh, sus ojos, sus ojos...
Hacen que parezca que las estrellas no están brillando
Su pelo, su pelo...
Cae perfectamente sin que ella lo pretenda
Ella es tan preciosa...
Y se lo digo todos los días

Sí, ya sé, ya sé
Cuando la elogio ella no me cree
Y es tan, es tan
triste pensar que ella no ve lo que yo veo...
Pero cada vez que me pregunta si luce bien, yo digo:

Cuando miro tu cara
No hay una sola cosa que quisiera cambiar
Porque eres asombrosa
Tal como eres

Y cuando sonríes
El mundo entero se detiene y se te queda mirando un instante
Porque niña, eres asombrosa
Tal como eres

Sus labios, sus labios...
Podría besarlos el día entero si ella me dejase
Su risa, su risa...
Ella la odia, pero yo pienso que es sexy - (esta frase también me encanta)-
Ella es tan preciosa...
Y se lo digo todos los días

Oh sabes, sabes, sabes
Nunca te pediría que cambiaras
Si la perfección es lo que buscas
Entonces sólo se la misma
Así que ni siquiera te molestes en preguntar si luces bien
Sabes que diré:

Cuando miro tu cara
No hay una sola cosa que quisiera cambiar
Porque eres asombrosa
Tal como eres

Y cuando sonríes
El mundo entero se detiene y se te queda mirando un instante
Porque niña, eres asombrosa
Tal como eres

Tal como eres
Tal como eres
Niña, eres asombrosa
Tan sólo siendo como eres

Cuando miro tu cara
No hay una sola cosa que quisiera cambiar
Porque eres asombrosa
Tal como eres

Y cuando sonríes
El mundo entero se detiene y se te queda mirando un instante
Porque niña, eres asombrosa
Tal como eres

Sí...



-

Y sentirme siempre bien siendo tal como soy.

martes, 8 de febrero de 2011

y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca

Porque aunque disimule...
todas las cosas están llenas de mi alma
y... emerges de las cosas
Pero no te pareces a mi alma

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza
quizás... te hable también con tu silencio


No necesito hablar cuando hago magia, soy perfectamente consciente de cuando algo pequeño es increíblemente especial. Cuando nadie puede igualarme. Por eso no tengo que explicar por qué le pertenezco al Arte.

La mayor satisfacción: hacer lo correcto.
Lo demás ya... da igual.



Es reconocible pero por si acaso... las citas son de Neruda.

sábado, 5 de febrero de 2011

Quemar después de leer

Si alguien nos mirase desde fuera se reiría pensando en lo estúpidos y predecibles que podemos llegar a ser, no siendo más que la causa, no sólo de nuestras circunstancias, sino de nuestros acontecimientos, nuestros miedos, traumas o inseguridades, que nos alejan aún estando cerca. La agudeza o el éxito tan sólo reside en la habilidad para comunicarnos; una diplomacia práctica, pero nunca se me ha dado demasiado bien, soy más de retórica u oratoria para salas.

No se puede estar cayendo siempre en el error de justificar estas lacras con los comportamientos ajenos, como si nuestra desdicha interior fuese un complot, ni se puede estar contínuamente alerta, ni analizando la intencionalidad de lo que no busca demasiados fines. Cualquier naturaleza sobre la cual recaiga un análisis o juicio contínuo pierde lamentablemente su cualidad intrínseca: la naturalidad. Todo el mundo fríamente tiene una idea de cómo ha sido, como es, y como puede llegar a ser, y no soporta una palabra que cuestione o contradiga su buena voluntad si es así. Cualquiera puede levantar la voz, si es preciso.

Antes de poner en duda algo, mejor asegurarse de conocer lo que ese algo significa, en qué contexto y cómo lo entiende esa persona.

Yo fantaseo expectativas todo el tiempo, y el día que deje de hacerlo será porque esté muerta. Si tuve un primer pensamiento, seguro que fue un deseo.


ESTO, todo lo que ESTO significa es lo único inquebrantable, el único compromiso estable, el único estímulo que no he olvidado, que no he dejado en la mesilla, que no he 'dejado para mañana', que me implica directamente, sí, desde el 28 de febrero. Y no es una fecha casual, como es obvio.

Nadie es culpable para justificar todo el tiempo su inocencia.


Todos podemos simplificar si queremos...
Podemos hacer casi cualquier cosa.

Invisible

Mirado con otro prisma, algo de humanidad había en la gente que se esforzaba incluso en mentir para no dejar tan patente su falta de interés, pues denota ya cierto interés el preocuparse de esconder esa faceta.

Llorar no cambia nada, pero no deja de ser lo más íntegro.

viernes, 4 de febrero de 2011

Nunca seré una geisha

y "nunca..." tantas otras cosas que sé que no serán. Como idear un plan común o ponerse de acuerdo para hacer algo sencillo "con...". Aspiro a una vida más allá de cuatro paredes, no es un deseo complicado.

Uno no está con nadie para sentirse solo; sentirse interiormente solo.

lunes, 31 de enero de 2011

El año del naufragio

Dentro de una semana cumplo 26 años. En 2006 me regalaron una mentira; una mentira con la que soñaba. En 2007 no lo recuerdo, pero fui a Barcelona y lo pasé muy bien. En 2008, aparte de recibir una cámara de fotos que perdí al año siguiente, fui a París. En 2009 me regalaron una sombra de ojos y fui a Arco para evidenciar la decadencia. En 2010 recibí una composición fotográfica repleta de imágenes de personas que ya no forman parte de mi vida y un beso que fue otra mentira, tan grande como la de 2006.

No sé qué pasará en 2011, pero podrían regalarme una verdad, por cambiar un poco. Una verdad con la que sueñe o que espere, que no desaparezca ni se estropee.

Sólo he sido amada por una persona, pero no pienso que al final me correspondiese. A veces llegué a pensar que me quería más que yo a él, pero no fue así. Y nada me convencerá nunca de lo contrario. No fue así.

Por una vez podría llegar alguien que no fingiese en nada, que lo diese todo como yo. Y sólo hablo así porque es febrero, y en febrero puedo hablar de amor.

Es mi mes, es inevitable. Ver pasar las hojas del calendario para... sentirme la misma distracción de turno de todos los años en la vida de 'x'. Sería fácil decir que no me importa, pero no. Sí me importa.

Es una posibilidad, que pasado un tiempo no quiera nada de lo que escribo, que me canse la espera y los '¿por qué?' y '¿cual es el problema?' y pase a ser lo que para mí no es ni quiero que sea. O que sea yo quien lo acabe. Porque a alguien le toca siempre acabar con las cosas que no van, aunque se cargue con el papel de malo sin serlo. Lo veo mucho más valiente y honesto que andar puteando a la gente, dando largas o no diciendo nada...

Este va a ser el año del naufragio, de saber que estamos en medio del mar. Hay que saber salvarse, luchar para salvarse, luchar para no ahogarse, salir a flote. Sabemos todo lo que hemos perdido, sabemos que estamos en el mar, y sólo podemos asumirlo y buscar alternativas para volver. Hay que volver como sea. Resucitar. Porque si no todo nos olvidará a nosotros, incluso cabe la opción de olvidarnos a nosotros mismos, y no podemos dejar que pase.

Te daría la mano en las peores circunstancias afrontando cualquier consecuencia.



Prefiero a los amigos intermitentes antes que a los de cien a cero y hasta siempre. Porque los amigos de verdad son los que están aunque pasen los meses, a los que acudes con un problema aunque apenas os veais y te responden. Así que cada cual que mida su implicación para no caer en la decepción. Yo estoy hecha a la idea, lo raro es que la gente no te falle.


Parrafadas de lunes. "The boy in the striped pyjamas" en la mesilla. Proyecto First para diciembre (tal vez). Algunos otros en mente (por decidir).

Reapertura de la filmoteca ya.

domingo, 23 de enero de 2011

La metamorphe

Se puede lograr ser cualquier tipo de persona excepto la que uno realmente quiere ser. Seguramente el mejor papel, el de la vida perfecta. Y se puede luchar por cosas muy sencillas durante demasiado tiempo.

No estoy corriendo. Estoy parada con los brazos abiertos, esperando a recibir lo mismo. Si encuentras mil maneras de zafarte antes que corresponderme entonces puedo empezar a pinchar mi burbuja de ilusión inútil.

Cada uno decide con qué presencias manchar su tiempo, gastar su tiempo, compartir su tiempo o llenarlo de sentido; amando con una parte inédita del corazón.

Se me ocurren millones de formas de hacerte felíz, ¿conoces alguna para hacerme felíz a mí?.
No creo ni que pienses en eso.



He empezado a retomar el francés. El lenguaje de la revolución. Francia aún me inspira el espíritu que ha perdido España.

Tengo que decidir algunos proyectos importantes.

viernes, 14 de enero de 2011

Itinerante

Así es como me siento. Supongo que regalo lo que voy creando, sobre la marcha, y todo lo que tengo es el camino que dejo atrás. La construcción de pequeñas cosas en vez de grandes obras.

Quiero aprender mucho. No me importa si es distinto o si es tarde.

Puedo vivir 'tirando', con lo que gane a ratos, estudie o produzca, no es tan mala meta. Prefiero dedicarme a vivir antes que a pensar en cómo vivir.

Un día nos alegraremos de haber tenido esta vida, en este instante irrepetible, tan breve en la densa historia y sin embargo tan único...

Quiero crecer tanto que mi interior rebase mi cuerpo; que la belleza que se lleva el tiempo penetre por mis poros hasta invadir mi espíritu y brillar interiormente, como una estrella más de esta vida constelada... fugaz.



[Hoy tengo ganas de todo al mismo tiempo]

lunes, 10 de enero de 2011

zum Glück bleibt uns noch Zeit

¿Podría ser éste un año afortunado por la simpleza de su carácter? ¿Acaso un año de ayuda mutua? Desde luego, empieza con caídas de hasta diez años, alguna que otra discusión, evasiones, risas por parecidos grotescos, cierta desconexión, paralela conexión, algo de inquietud, más esperanza y un poquito de ilusión.

Me alegro por los progresos de mis amigos, desde aquí les deseo suerte, que no es más que fortaleza para explotar su talento. Ojalá podamos todos... vivir como deseamos.

Los que experimentan sustos o desengaños que piensen en su juventud. Cuando se cierra una puerta sólo podemos mirar por la ventana, respirar, pensar, llorar (si hace falta), pero nunca saltar.

Hay daños irreparables. Pensar de otra manera en mi opinión es autoengaño, pero no por ello podemos pararnos regodeándonos en el dolor y la pérdida, no indefinidamente. Mirar atrás es humano, comparar también lo es.

Puedo hacer magia si me tienden la mano, y construir un mundo precioso para quien me necesite; pero nada de empujones, ni atropellos, ni imposiciones o presunciones, o el hechizo se acaba.

No siempre somos equitativos, pero se puede mejorar.

No tengo una verdadera noción de si experimento un estado ideal dentro de las actuales posibilidades, pero me siento bien, en paz y en orden. Sólo falta empezar y ser constante... tan fácil de decir y tan difícil (sobre todo esto último). Pero desde mayo de 2009 he tenido tiempo. Mi vida va a ser otra.

No vivo como esperaba vivir, pero soy como quería ser, como quiero ser. Parecer no me interesa, y el estar... es siempre relativo.


Adiós 2010, has sido un año hito como lo fue 2006, aunque más sereno. Espero conservar todo lo bueno que me has regalado.