jueves, 29 de abril de 2021

El final de Horimiya

Ultimamente me paso el día llorando. Llorando y durmiendo porque estoy cansada de llorar. Al menos estoy comiendo. Es más de lo que he podido hacer en otras épocas. Si cojo el coche lloro, si voy a Carrefour a hacer la compra lloro, incluso en el trabajo tengo que hacer serios esfuerzos por no llorar, aunque hoy ha ido bien. Hoy todo el mundo me ha felicitado por mi pelo rosa, hasta mi encargada super seria lesbiana. Pero me da igual porque por dentro estoy en ruinas, y lo asumo. Asumo que tengo una depresión, vamos a llamarlo por su nombre. Estos días libres me despertaba por la mañana y me quedaba mirando al techo mientras las lágrimas rodaban, pensando en qué motivos tengo ya para levantarme. Y al cabo de un rato, y haciendo un gran esfuerzo, el único motivo era yo y seguir en esta mierda un día más, qué remedio. El caso es que el anime me está salvando, como siempre, de no despreciar la vida en su completa totalidad. Y en los ratos en los que me abro una cerveza me pongo Haikyū!! que es una serie de voleibol ultra optimista. En general habla de la superación personal y en equipo y los partidos son muy intensos, es como vivir una final del mundial de fútbol todo el rato, y me anima y me sube el ánimo. Pero hoy me ha jodido. Han perdido después de un montón de esfuerzo y he acabado llorando, que es justo lo que no quería. Y aquí estoy, después de dos cervezas con el estómago bastante vacío, en mi vertedero de catástrofe personal. 


Ayer le escribí un email a Legosi, para que mis últimas palabras reflejaran lo que siento. Pongamos que es mi despedida ante su indiferencia. Tampoco es que pueda hacer más. No me importa si me está leyendo, supongo que le dará exactamente igual. Realmente no creo que ni que entre aquí. Soy demasiado optimista a veces. 


El caso es que traté de aliviar mi propio dolor de alguna forma, y en parte un poco me ayudó. No creo en el orgullo cuando se quiere a alguien. Veo absurdo cuando las personas se distancian haciendo lo contrario a lo que sienten. 


Siento como si me hubieran arrancado la mitad del corazón y sangrara todo el tiempo. A veces siento dolor físico a la altura del esternón. Hoy cuando he llegado del trabajo sentía la espalda rota. Mi cuerpo y mi mente están destruidas. 


Pero quería escribir porque ayer vi el final de Horimiya y me llegó. Es un manga que empecé hace mucho tiempo así por tontuna, sin esperar mucho de él. El típico shoujo con protagonista chica tsundere (chica posesiva, bastante histérica, insegura, que ejerce dominación sobre el chico), que no es que sea mi rollo, pero he seguido algunos. El protagonista es Miyamura, que es un chico que por ser diferente no tuvo nunca amigos, le fue muy mal a nivel social. Se dejó el pelo largo, se hizo tatuajes y piercings... Cuando estás solo experimentas mucho con tu cuerpo, total, todo el mundo te da igual. Yo soy una antisocial por la disfuncionalidad de mi familia, mi pulsión es ser social, pero tengo un poco de obsesión con los chicos antisociales, que obviamente son disfuncionales porque tienen traumas (¿y quién no?). El caso es que me gustó el chico, era cálido y dulce, y tenía unas pestañas largas y unos ojos tristes. Y encima tuvieron sexo bastante pronto para ser un shoujo y no un josei. Lo leí y después sacaron el anime. Y, aunque es muy corto, aunque es muy sencillo, el último capítulo ha destruido mi mente por muchos motivos. Miyamura literalmente dice:

No hay distancia entre nosotros.
Nunca antes había estado tan cerca de una persona.
No hay límites entre nosotros.
Solía estar aterrado de eso.
Estaba asustado, Hori-san.
¿Sabes? No tenía ni idea de que yo pudiera sentir tantas emociones diferentes.
No creo que ninguno de nosotros supiera lo aterrador o estresante que puede ser ser uno mismo con los demás.
Pero me hiciste darme cuenta de todo.
¿Qué puedo hacer por ti?
¿Cómo puedo hacerte sonreir?
Eres mucho más fuerte de lo que pienso que eres,
y eres mucho más débil de lo que siento que eres.
Eres delicada,
eres frágil.
Por eso a dondequiera que vayas te seguirán días soleados y brillantes.
Durante años la única persona que conocía bien era yo mismo.
No sabía que existiera un mundo como éste.
Gracias por destrozar mi realidad.
Gracias por querer un futuro conmigo.
¿Qué puedo hacer por ti?
¿Cómo puedo pagarte lo que has hecho?
El cielo de primavera es más azul que nunca,
si tan sólo pudiera regalarte este maravilloso cielo...


Literalmente Legosi me dijo cosas muy similares a Miyamura. Realmente esos chicos solitarios se parecen mucho.


¿Qué puedo hacer para hacerte feliz?
¿Cómo puedo hacerte feliz?
No me he sentido nunca más cerca de nadie.
Pensaba que encontrar alguien así era imposible.
Siento cosas que pensaba que era imposible sentir.
Me das miedo.
Tienes luz dentro de ti, eres positiva y brillante.


Y yo me pregunto ahora, ¿cómo puede ser eso mentira? ¿todo mentira? y ¿por qué? ¿por qué la gente te dice que te quiere y sale así de tu vida? ¿por qué no se lucha por acabar con el vacío? Si las personas no dejamos de existir... Entiendo que se cometan errores pero, ¿dónde queda todo eso?

Supongo que sólo yo me cuestiono esto, porque me suelo cuestionar cosas distintas a los demás. Y que a estas alturas debe dar igual. Que soy una gota de lluvia insignificante. Tengo que asumir la pérdida, y da igual el grado de esfuerzo o la buena voluntad. La realidad es ésta.

Pero quería redactar un poco el por qué de la situación, aunque no pueda convencerme.

No puedo creer ya en nada. Estoy tan desgastada que seguir respirando es un esfuerzo extra. Sé que en un tiempo leeré esta entrada y me compadeceré de mi, pero no creo que el daño se repare fácil.

La mayoría de personas piensan que con treinta y seis años ya debería dejar de ser una ingenua, pero me lo sigo tomando con la misma ilusión de dieciocho. Quizá por eso me conservo bien. Por todas las veces que llevo empezando de cero. Y esta vez... lo racional era pensar que sería temporal. Que ¿qué se podía esperar de una relación con una persona diez años menor que yo? Pero.... yo no funciono como el resto de personas. No soy normal. Y creo sinceramente que esforzarse por las cosas debería tener algún tipo de recompensa. Pero no es así.

No es así.


viernes, 23 de abril de 2021

Está sucediendo

Hace ya bastante tiempo que vi Jojo Rabbit en el cine, básicamente a los pocos días de su estreno, y sigue viniendo a mi cabeza la cita de Rilke:

“Deja que todo te suceda: la belleza y el terror. Sólo sigue caminando. Ningún sentimiento es definitivo.”

Rainer Maria Rilke, El libro de las horas.

Lo tengo de estado en Whatsapp: La belleza y el terror (pero en alemán). Hay una línea tan difusa a veces... Y me he dejado llevar tanto por esta máxima desde que volví... Como cuando flotas en el agua y sientes tus pulmones llenos de aire con el miedo de ser arrastrada por la marea o sorprendida por una ola, pero en calma. Pienso también en Blue is the warmest color, cuando la protagonista peliazul está en esta misma situación. Sé que ningún sentimiento es definitivo.

Hay un precio alto en hacer lo correcto, pero sabes que en cuanto pase habrá merecido la pena. 

Si el sacrificio soy yo por ti, ¿por qué no? Si me odias desde lejos pero estás a salvo, ¿por qué no?

viernes, 2 de abril de 2021

Locked in a haze

Hacerlo bien requiere más esfuerzo que hacerlo mal y es fácil dejarse llevar y defraudar a cualquiera que te toque. Y puedes compadecerte de ser una mierda, pero sabes que es lo que eliges. Siempre puedes volver a encerrarte en la neblina de tu cabeza y viajar a otra parte donde nadie te conozca. Hacer de la huída tu legado, las lágrimas, el dolor o el silencio.

Tiene que ser jodido. Pero para mi desgracia vivo en la otra parte. El mundo de los que tratan de hacer lo correcto, los que se levantan para ir a un trabajo que no les gusta, los que lloran en silencio, los que hacen reír a los demás incluso, los que se esfuerzan por ayudar aunque les cueste tiempo, y sobre todo, los que esperan.

Por eso soy puntual, y me gustan los abrazos y los besos, y no pienso en que se acaben mientras duran, y le pongo ilusión y ganas, incluso si lo predecible es que no haya mañana.

Tampoco tenemos más.