lunes, 6 de diciembre de 2021

El año de Rilke

He conocido la belleza y el terror. Ambas han sucedido en lo absoluto.

Sólo puedo seguir caminando.

lunes, 19 de julio de 2021

Sin cortesía

El sol sale todos los días. No verás la mañana, en esta latitud, donde el sol no se eleve. El sol no puede permitirse estar cansado, agotado de ostentar su responsabilidad. El sol no puede quejarse, porque sólo él puede hacer lo que hace. Brilla, brilla con todas sus fuerzas. Brilla a pesar de las nubes, de la lluvia, incluso de la noche. Le da su luz a la Luna, hace crecer la hierba, baña todo lo que encuentra solidariamente, y aunque pasen los años sigue, sigue ahí.

El sol no necesita presentación. El sol tardará mucho en agotarse. Sabe que no puede hacerlo, que si se agota todo estará perdido, que esa luz es única, que sería muy triste perder su originalidad por lágrimas pasajeras o sinsabores nimios, ni siquiera por grandes problemas. El sol es genuino y todos lo saben, lo ven con apenas un rayo, un destello. El sol es consciente, y también es consciente de su soledad. El sol ama a la Tierra, admira el azul y turquesa de sus aguas, contempla la belleza de sus formas, la vida en sus entrañas, la fuerza de sus elementos. Ella tiene su propio ritmo, gira una y otra vez sobre sí misma, a veces se acerca y vuelve a alejarse. No puede controlar su propio caos, no sabe cuánto tiempo podrá soportarlo. 

Así es este universo. Sin cortesía.


sábado, 17 de julio de 2021

El mundo está lleno de personas pero ninguna es como tú

El mundo está lleno de seres hermosos, a los que besar, tocar y disfrutar sería agradable, pero no sentiría lo mismo que siento cuando te beso, te toco y te disfruto. Y eso es lo que me hace elegirte una y millones de veces antes que compartir mi preciado tiempo con personas equivocadas. Y por eso invierto tantos minutos en ti como mi fuerza interior me permite. A veces es duro y confuso mantenerse en el plano de las relaciones que no son tales, sobre todo cuando lo han sido. Pero igual que salvé dos brotes de yuca de una planta que creía muerta, nosotros estamos creciendo. No quiero pensar mucho en el día en que esto cambie de manera irreversible y te alejes por cualquier causa. No sé a dónde me lleva esto, como casi siempre, sólo sé que está bien, que funciona mejor porque sabemos más, porque existe perspectiva. 

Si piensas que es perfecto y yo también lo pienso quizá podamos creer en un futuro perfecto. Cuando dije que eras la persona correcta lo sentía con sinceridad, pero eso sólo funciona si para ti yo también lo soy.

domingo, 23 de mayo de 2021

Mañana Pfizer

Ser profesora es estupendo. En el ámbito profesional creo que es lo que mejor se me ha dado hasta ahora. Los alumnos son lo mejor, y tengo muy buenos compañeros. Ya sé que no va a durar... Ya lo sé.

Cada día que me levanto lejos de lo que amo muero un poco más de lo que muero naturalmente, y básicamente me salva trabajar y ver el brillo y la alegría de Pablo, Marwa, Hamza, Unai, Marisol, Álex... Menos mal que puedo dar aún algo bueno de lo que me queda...

Ha vuelto la lluvia.

miércoles, 5 de mayo de 2021

El nuevo arco

Esta tarde me han llamado de la lista extraordinaria de profesores para dar clases de dibujo en un instituto. Seguramente hasta final de curso. Me he despedido del trabajo y ahora tengo que repasar dibujo técnico de manera express. Sinceramente, es una muy buena noticia, pero está claro que en la vida no se puede tener todo al mismo tiempo. Salud, dinero, amor... supongo que siempre falta algo.

Comienza el nuevo arco: mi etapa como profesora.

Los monstruos cambian de bando

Hoy ha venido mi hermano. Necesitaba un favor y se ha pasado por mi casa. Ha cogido ropa, ahora está más delgado. Me ha dado alguna que no le sirve y estoy contenta. Dice que ha encontrado una chica que le podría encajar como pareja después de muchísimos años. Me alegro sinceramente.

Ultimamente me he apoyado mucho en el chico de la tragedia oriental, no sé si en su día le puse pseudónimo pero es el número siete. Es muy agradable cuando has querido a alguien, te conoce bien, puede darte buenos consejos y seguís creciendo juntos y compartiendo desventuras. Lo mío son siempre desventuras, claro, lo suyo bastante normal.

Estoy al margen de lo malo, lo de Anita, me refiero. Ahora está viendo Shingeki no kyojin (Attack on Titan). Yo la llevo al día. Si no queréis spoilers mejor no sigáis leyendo. 

Me gusta muchísimo como hemos visto crecer a un villano. Como un niño con ideales de venganza se va desarrollando hasta utilizar su poder para el exterminio. Me gusta sobre todo cómo el tratamiento de la historia parte de un punto concreto y va trazando un zoom inverso hasta mostrar una panorámica mucho más amplia del mismo mundo. Cuando estamos centrados al principio en unos hechos concretos no comprendemos la magnitud de lo que nos rodea, y la vida es completamente así. Nadie puede conocer el mundo si sólo mira lo que tiene delante. Partimos de Shiganshina, un horror puntual, y cada vez nuestro mapa se amplía con la experiencia. Y vamos derribando los muros y conociendo otras culturas, otras facciones, otras motivaciones. Y de repente los monstruos cambian de bando. Y, sinceramente, es increíble. 

Esa serie tiene una carga política, social y moral impresionante. Mi personaje favorito es Levi, que podría compararse un poco a "L" en Death Note. Básicamente es la persona que va a defender los ideales de corrección y justicia según la facción que le ha tocado vivir. Supongo que es con quien más me identifico, aunque sí que es cierto que me cautiva la evolución de Eren. Veo cómo el mundo se destruye ante los ojos cansados de Levi, ante su mirada dura, ante su talento y grandes habilidades. Cómo la gente noble como Erwin pierde la vida buscando la verdad... Todos pierden mucho. Ves el brillo abandonar los ojos vibrantes de Armin aunque por fin conozca el mar, ves como la tristeza consume incluso a Mikasa, impasible y metódica... Contemplas que la furia infantil de Jaeger ha cristalizado en un plan frío, silencioso, nada visceral, calmado, trazado con los años. Un crimen perfecto, con la alevosía con la que gritaba de pequeño que los mataría a todos pero ejecutado con la precisión de un psicópata. Esa serie es una obra de arte a muchos niveles.

La gente no sabe lo que se pierde cuando no ve anime. En general experimentar producciones de otras regiones del mundo sencillamente te descubre otros mundos, otras miradas. Por eso me encanta el cine alternativo al hegemónico. Otras historias, otros ritmos, otras motivaciones...

Tengo ganas de nadar en la piscina. Que llegue el día 12 de junio y haber terminado el curso y el contrato en esta mierda de trabajo. O encontrar otro mejor en su defecto. Básicamente toda mi realidad se ha ido derrumbando desde la semana que empecé. Ni todo el dinero del mundo compensa lo que estoy pasando.

En fin, seguiremos informando.

lunes, 3 de mayo de 2021

Tu otra mitad

Lo más difícil de asimilar es que yo tampoco me he sentido nunca tan cerca de nadie. Nunca antes había sentido esa sensación de permanencia, que mi hogar estuviera donde él estuviera. He abrazado a otras personas de la misma manera y no sentía nada así. No es una sensación de este mundo. No sé si podría compararse con la química, la física o algo sencillamente energético. Se me hace demasiado duro pensar que va a pasar por mi vida como una estrella fugaz estando aún tan cerca. Me siento tan incapaz... Si en dieciocho años que llevo saliendo en serio con personas sólo me he sentido así una vez está claro que no me espera ningún futuro prometedor. Es posible, de hecho, que ésta fuera la última oportunidad real de dar con alguien que encajase en lo que la gente suele llamar tu otra mitad o cosas por el estilo. Yo no soy tan cursi y no me siento incompleta, por lo general, pero creo seriamente que esta vez el vacío es tan abismal que no puedo asimilarlo.

La persona que era hace diez años, o básicamente cuando empecé el blog, habría cogido su orgullo y su dignidad y los habría tirado por tierra dejándose el alma por conseguir un imposible. Era una persona invasiva a la que le daban igual los tiempos y los procesos de los demás. Si tenía prisa porque estaba mal perseguía a quien fuera para vomitar mis sentimientos y tratar de canalizar mi dolor. Ahora como mucho mando un tibio email y escribo aquí un rato. Me parece bueno ser respetuosa pero esa parte de mi no para de gritarme y preguntarme qué estoy haciendo. Porque en el fondo mi parte idealista piensa que algo bueno habrá al final, que igual esto podría solucionarse de alguna manera.

Llevaba algunos días mejor y otra vez he recaído. Este fin de semana ha sido muy complicado. Por si fuera poco, tengo mucha más presión en el trabajo y estoy buscando desesperadamente otro porque ni mi cuerpo ni mi mente pueden aguantar esto. Estoy al límite de mis fuerzas. A veces sólo puedo hacer ejercicios de respiración para calmarme.

Quiero que acaben ya los días de lluvia. 

jueves, 29 de abril de 2021

El final de Horimiya

Ultimamente me paso el día llorando. Llorando y durmiendo porque estoy cansada de llorar. Al menos estoy comiendo. Es más de lo que he podido hacer en otras épocas. Si cojo el coche lloro, si voy a Carrefour a hacer la compra lloro, incluso en el trabajo tengo que hacer serios esfuerzos por no llorar, aunque hoy ha ido bien. Hoy todo el mundo me ha felicitado por mi pelo rosa, hasta mi encargada super seria lesbiana. Pero me da igual porque por dentro estoy en ruinas, y lo asumo. Asumo que tengo una depresión, vamos a llamarlo por su nombre. Estos días libres me despertaba por la mañana y me quedaba mirando al techo mientras las lágrimas rodaban, pensando en qué motivos tengo ya para levantarme. Y al cabo de un rato, y haciendo un gran esfuerzo, el único motivo era yo y seguir en esta mierda un día más, qué remedio. El caso es que el anime me está salvando, como siempre, de no despreciar la vida en su completa totalidad. Y en los ratos en los que me abro una cerveza me pongo Haikyū!! que es una serie de voleibol ultra optimista. En general habla de la superación personal y en equipo y los partidos son muy intensos, es como vivir una final del mundial de fútbol todo el rato, y me anima y me sube el ánimo. Pero hoy me ha jodido. Han perdido después de un montón de esfuerzo y he acabado llorando, que es justo lo que no quería. Y aquí estoy, después de dos cervezas con el estómago bastante vacío, en mi vertedero de catástrofe personal. 


Ayer le escribí un email a Legosi, para que mis últimas palabras reflejaran lo que siento. Pongamos que es mi despedida ante su indiferencia. Tampoco es que pueda hacer más. No me importa si me está leyendo, supongo que le dará exactamente igual. Realmente no creo que ni que entre aquí. Soy demasiado optimista a veces. 


El caso es que traté de aliviar mi propio dolor de alguna forma, y en parte un poco me ayudó. No creo en el orgullo cuando se quiere a alguien. Veo absurdo cuando las personas se distancian haciendo lo contrario a lo que sienten. 


Siento como si me hubieran arrancado la mitad del corazón y sangrara todo el tiempo. A veces siento dolor físico a la altura del esternón. Hoy cuando he llegado del trabajo sentía la espalda rota. Mi cuerpo y mi mente están destruidas. 


Pero quería escribir porque ayer vi el final de Horimiya y me llegó. Es un manga que empecé hace mucho tiempo así por tontuna, sin esperar mucho de él. El típico shoujo con protagonista chica tsundere (chica posesiva, bastante histérica, insegura, que ejerce dominación sobre el chico), que no es que sea mi rollo, pero he seguido algunos. El protagonista es Miyamura, que es un chico que por ser diferente no tuvo nunca amigos, le fue muy mal a nivel social. Se dejó el pelo largo, se hizo tatuajes y piercings... Cuando estás solo experimentas mucho con tu cuerpo, total, todo el mundo te da igual. Yo soy una antisocial por la disfuncionalidad de mi familia, mi pulsión es ser social, pero tengo un poco de obsesión con los chicos antisociales, que obviamente son disfuncionales porque tienen traumas (¿y quién no?). El caso es que me gustó el chico, era cálido y dulce, y tenía unas pestañas largas y unos ojos tristes. Y encima tuvieron sexo bastante pronto para ser un shoujo y no un josei. Lo leí y después sacaron el anime. Y, aunque es muy corto, aunque es muy sencillo, el último capítulo ha destruido mi mente por muchos motivos. Miyamura literalmente dice:

No hay distancia entre nosotros.
Nunca antes había estado tan cerca de una persona.
No hay límites entre nosotros.
Solía estar aterrado de eso.
Estaba asustado, Hori-san.
¿Sabes? No tenía ni idea de que yo pudiera sentir tantas emociones diferentes.
No creo que ninguno de nosotros supiera lo aterrador o estresante que puede ser ser uno mismo con los demás.
Pero me hiciste darme cuenta de todo.
¿Qué puedo hacer por ti?
¿Cómo puedo hacerte sonreir?
Eres mucho más fuerte de lo que pienso que eres,
y eres mucho más débil de lo que siento que eres.
Eres delicada,
eres frágil.
Por eso a dondequiera que vayas te seguirán días soleados y brillantes.
Durante años la única persona que conocía bien era yo mismo.
No sabía que existiera un mundo como éste.
Gracias por destrozar mi realidad.
Gracias por querer un futuro conmigo.
¿Qué puedo hacer por ti?
¿Cómo puedo pagarte lo que has hecho?
El cielo de primavera es más azul que nunca,
si tan sólo pudiera regalarte este maravilloso cielo...


Literalmente Legosi me dijo cosas muy similares a Miyamura. Realmente esos chicos solitarios se parecen mucho.


¿Qué puedo hacer para hacerte feliz?
¿Cómo puedo hacerte feliz?
No me he sentido nunca más cerca de nadie.
Pensaba que encontrar alguien así era imposible.
Siento cosas que pensaba que era imposible sentir.
Me das miedo.
Tienes luz dentro de ti, eres positiva y brillante.


Y yo me pregunto ahora, ¿cómo puede ser eso mentira? ¿todo mentira? y ¿por qué? ¿por qué la gente te dice que te quiere y sale así de tu vida? ¿por qué no se lucha por acabar con el vacío? Si las personas no dejamos de existir... Entiendo que se cometan errores pero, ¿dónde queda todo eso?

Supongo que sólo yo me cuestiono esto, porque me suelo cuestionar cosas distintas a los demás. Y que a estas alturas debe dar igual. Que soy una gota de lluvia insignificante. Tengo que asumir la pérdida, y da igual el grado de esfuerzo o la buena voluntad. La realidad es ésta.

Pero quería redactar un poco el por qué de la situación, aunque no pueda convencerme.

No puedo creer ya en nada. Estoy tan desgastada que seguir respirando es un esfuerzo extra. Sé que en un tiempo leeré esta entrada y me compadeceré de mi, pero no creo que el daño se repare fácil.

La mayoría de personas piensan que con treinta y seis años ya debería dejar de ser una ingenua, pero me lo sigo tomando con la misma ilusión de dieciocho. Quizá por eso me conservo bien. Por todas las veces que llevo empezando de cero. Y esta vez... lo racional era pensar que sería temporal. Que ¿qué se podía esperar de una relación con una persona diez años menor que yo? Pero.... yo no funciono como el resto de personas. No soy normal. Y creo sinceramente que esforzarse por las cosas debería tener algún tipo de recompensa. Pero no es así.

No es así.


viernes, 23 de abril de 2021

Está sucediendo

Hace ya bastante tiempo que vi Jojo Rabbit en el cine, básicamente a los pocos días de su estreno, y sigue viniendo a mi cabeza la cita de Rilke:

“Deja que todo te suceda: la belleza y el terror. Sólo sigue caminando. Ningún sentimiento es definitivo.”

Rainer Maria Rilke, El libro de las horas.

Lo tengo de estado en Whatsapp: La belleza y el terror (pero en alemán). Hay una línea tan difusa a veces... Y me he dejado llevar tanto por esta máxima desde que volví... Como cuando flotas en el agua y sientes tus pulmones llenos de aire con el miedo de ser arrastrada por la marea o sorprendida por una ola, pero en calma. Pienso también en Blue is the warmest color, cuando la protagonista peliazul está en esta misma situación. Sé que ningún sentimiento es definitivo.

Hay un precio alto en hacer lo correcto, pero sabes que en cuanto pase habrá merecido la pena. 

Si el sacrificio soy yo por ti, ¿por qué no? Si me odias desde lejos pero estás a salvo, ¿por qué no?

viernes, 2 de abril de 2021

Locked in a haze

Hacerlo bien requiere más esfuerzo que hacerlo mal y es fácil dejarse llevar y defraudar a cualquiera que te toque. Y puedes compadecerte de ser una mierda, pero sabes que es lo que eliges. Siempre puedes volver a encerrarte en la neblina de tu cabeza y viajar a otra parte donde nadie te conozca. Hacer de la huída tu legado, las lágrimas, el dolor o el silencio.

Tiene que ser jodido. Pero para mi desgracia vivo en la otra parte. El mundo de los que tratan de hacer lo correcto, los que se levantan para ir a un trabajo que no les gusta, los que lloran en silencio, los que hacen reír a los demás incluso, los que se esfuerzan por ayudar aunque les cueste tiempo, y sobre todo, los que esperan.

Por eso soy puntual, y me gustan los abrazos y los besos, y no pienso en que se acaben mientras duran, y le pongo ilusión y ganas, incluso si lo predecible es que no haya mañana.

Tampoco tenemos más.

lunes, 29 de marzo de 2021

Quemar los puentes

Llevaba tiempo queriendo escribir pero necesitaba descansar. Mi nuevo trabajo de subsistencia me está consumiendo la vida. Al principio estaba tan cansada que apenas aprovechaba el resto de las horas. Pero creo que mi cuerpo se está acostumbrando. Hoy incluso he ido al cine.

Es una pena que después de dar mucho y hacerlo bien todo se vaya a la mierda. Es ley de vida, lo bueno se acaba, y el final es lo que da sentido también a la experiencia. Vamos a intentar conformarnos con eso, qué remedio. Duele especialmente cuando alguien que quieres te dice que te jodan o que te metas en tus asuntos, cuando ves que la reacción constante es quemar todos los puentes limitando el poder volver atrás, tirando por tierra todo lo construido. En los malos momentos es cuando conoces a las personas de verdad. Pero bueno, vamos a pensar también que toda esta exacerbación y dramas fuera de control son los patrones maternos interiorizados, que se repiten una y otra vez. Que la victimización es la excusa cómoda para no afrontar las consecuencias, para no solucionar nada realmente. Porque las soluciones requieren valentía, amor y, sobre todo, dejar de lado el orgullo. Pero estoy demasiado cansada para hacer un análisis más extenso, dejémoslo simplemente en que yo no me merezco esto. Vamos a hablar claro, vamos a ser honestos: merezco algo mejor que toda esta mierda.

No pasa nada, siempre he valorado lo bueno mientras dura, lo muy bueno, lo increíble, lo excelente, y he vivido con lo mejor que tenía, pensando en lo mejor para la otra persona, anteponiendo su comodidad a la mía. 

Estoy bastante satisfecha. Creo que he sido pragmática, positiva y optimista como nunca.

Pero todo ardió.

miércoles, 3 de marzo de 2021

Cifras

A veces pienso que me gustaría tener diez años menos para así pasar diez más junto a mi lobo, pero sé que la persona que soy ahora es mucho mejor que la que era con veintiséis. También me preocupa un poco envejecer o enfermar y dejarlo solo. No quiero alejarme de su lado...

Pero bueno, siempre he sido medianamente sana, y no es que me conserve mal. Tampoco mi personalidad refleja la cifra del documento de identidad, así que supongo que son tonterías que pasan por mi cabeza los días antes de que me venga la regla.

Estoy buscando trabajo activamente, creo que puedo conseguir uno temporal en breve. Días sueltos, pero sigue siendo más que nada. 

Mañana me examino del ciclo de Auxiliar de Enfermería, creo que no he llegado a mencionar que he comenzado un pequeño reciclaje como plan de contingencia ante la falta de oportunidades, pero al margen tengo un proyecto en mente de ilustración. Realmente la idea es de Legosi, y si sale bien podríamos ser socios.

Me apetece dibujar. Hace poco le dije a Jordán que por fin siento que mi mente y mi cuerpo están en consonancia, he perdido mucho el miedo a probar. Ahora no me juzgo tanto, incluso admito hacer cosas bien. Impensable antes.

No sé dónde acabaré pero sí con quién. Es lo que más deseo en esta vida, seguir tan bien como estoy.

martes, 2 de febrero de 2021

Las heridas que nos unen

No me había parado lo suficiente a pensar que tal vez la clave del éxito no está tanto en lo bueno y positivo que nos une como en la tragedia que todos tenemos detrás. Y quizá la persona que más nos llena sea ésa que en parte nos recuerda a nosotros mismos. Y al margen de los valores, principios y cultura, el factor común más potente pueda ser un poco la manera de vivir la insatisfacción y entender la tristeza. Y mirarte en un espejo de aceptación donde tu dolor se entiende, por fin, es posiblemente lo que ayuda a curarlo.

Hubo un tiempo en que otras personas me miraron y sólo había un vacío incomprensible de ideas que no me tocaban; pero hubo alguien que me ayudó a crecer y a cerrar la herida. A aceptar lo que ya no podía cambiar, porque era tiempo. Y hoy soy yo quien mira a otro comprendiendo perfectamente cómo sufre. Recuerdo cómo me repetía que no me importaba, cuando sí, como único aliento para no romperme del todo. Cómo renuncias a compartir, cómo te acostumbras a hacerlo sola, o a no hacerlo.

Por el camino conoces gente que escucha Radiohead, y de repente el "creep" no eres sólo tú, y te vacías con algunas palabras, y aligeras el peso del desaliento. Y suena bien por fin, y los llamas amigos.

Así que quizá podamos aligerar la carga en una época en la que tampoco podemos ser sociales. La vida va ganando por paliza, ni siquiera ahora podemos resarcirnos. Pero nos hemos encontrado, y por fin nos tenemos.

Si yo estoy no caerás nunca. He aprendido a arreglar algunas cosas en este tiempo. No es que mi vida sea un éxito pero soy feliz con lo que tengo. Y si tú estás me basta para ser mucho más fuerte, aunque sola ni me lo plantee. Sé que no puedo arreglar lo que se rompió entonces y que eso es algo con lo que tenemos que vivir cada uno, pero he comprobado que puede verse con otros ojos, y entenderse. Y básicamente el resto es construir encima todo lo bueno que puedas conseguir. Vivir montones de experiencias, sepultar las capas de insatisfacción con todos los placeres que estén a nuestro alcance y hacer lo cotidiano único. 

Y ahí estaban las épocas en las que no se vivía en absoluto y otras donde una semana valía por todo un año de mierda. Y si logras verlo, y lo sabes llevar, puedes hacer que en vez de una semana sea un mes, y después quizá un año, y al final la sensación es un absoluto cambio de época. 

Es como escalar tu propia montaña o conseguir las pruebas de la espada maestra. Una vez que lo tienes ves a tu yo pasado mucho más ingenuo y te darías un abrazo. Y seguramente te dirías la frase que se leía en los balcones de "Todo saldrá bien", porque eres la prueba viviente de que eso es posible.

Y me queda mucho por vivir pero en los últimos tres años he aprendido mucho, y he seguido creciendo en cosas que no pensaba que cambiaría. Y siento que he conseguido fluir más que antes y dejar de darle importancia a lo que no tiene tanta. También he aprendido a amar mejor y a amar a las personas en todo lo que son, como quiero que ellas me amen. Y no es que haya funcionado con todos, obvio, pero de momento siento que no lo estoy haciendo mal.

A veces pienso que el que me sienta tan bien interiormente puede ser porque algo malo viene detrás, y supongo que esa parte miedica y pequeña siempre está aunque trate de no hacerle caso.

Hay muchas cosas que me agobian interiormente pero creo que en general todos los días de mi reciente vida son perfectos. A veces miro a mi lobo y no me creo poder quererlo tanto en tan poco tiempo, y es un sentimiento totalmente pleno. No sé, creo que sólo se puede amar así cuando lo aceptas todo, empezando por ti, cuando no pides más de lo que existe, cuando estás simplemente preparada para lo impredecible. Y eso me gusta, porque siento que no vamos a dejar de descubrirnos en lo nuevo que vivamos.

Siento mucha curiosidad por saber cómo seré en la siguiente década, y me gustará mirarme desde lo lejos.

miércoles, 20 de enero de 2021

Soaked in sadness

Hay demasiadas cosas agolpadas en un escaso periodo de tiempo y cada bomba que estalla está a la altura de las sensaciones extraordinarias. Y supongo que ése es el precio de la inmensidad, de lo intenso. Y te vas dejando desbordar, tratando de improvisar el movimiento más lógico. Pero yo no tengo el poder ni las respuestas, sólo la voluntad.

Posiblemente lo que estoy escribiendo ni siquiera se entienda, pero tampoco me importa. Sólo quería hablar del peso sobre los hombros, de las cargas autoimpuestas, de la tristeza amenazante, de lo que un día se rompió y no se consiguió arreglar después. Y sé mucho de todo, y encontré mi manera de crear una compensación, de crecer dejando atrás lo malo. Pero otro enero estoy aquí, sentada mirando una situación parecida, y veo el sufrimiento delante de mi, en esos preciosos ojos tristes. Y sigo en la anestesia de pensar que no es posible que muera de cáncer, que la vida no se acabará por esto, y me olvido de mi propio yo. Pero sé que la montaña es mucho más grande que mis cansadas manos, que mi espíritu no puede soportar "otra voz" más. 

No puedo ser healer si jugamos con trampas, ese enemigo está fuera de todo alcance, porque eres tú. Y siento que no tengo mayores fuerzas que seguir siendo fiel a mí misma, y mantener mis miedos a raya. 

Demasiado roto, roto en lo cotidiano, en los días que no se olvidan...

Sólo podemos empezar de nuevo hoy.