lunes, 24 de junio de 2013

Las semillas duermen en el secreto de la tierra hasta que a una de ellas se le ocurre la fantasía de despertar

He empezado a leer el Diccionario de las artes, de Félix de Azúa, obra que debí haber leído hace unos años, durante la carrera, pero que ahora comprendo mejor. Entre algunas cosas interesantes como que el Arte ha dejado de mirar al inicio para mirar el final (siendo la misma cosa), reflejo del cambio de mentalidad misma, la pérdida de fé y el aburrimiento, resaltaría algo que me llama especialmente la atención y en lo que no había reparado. De la vida de los artistas la gente conoce sus trepidantes y turbulentas vidas que se relacionan directamente con su obra. La crítica busca la significación en ésta como si necesariamente tuviese que ser la explicación de tal influjo. De los filósofos en cambio sólo importa sus trágicas muertes, algo curioso... Pero el Arte actual ya no se conoce sin filosofía, sin cultura de la estética, así que espero que alguien narre mi muerte.

Últimamente he tenido la suerte de dar una entrevista en radio y aparecer en la prensa local, supongo que si mantuviera esa trayectoria podría ser el comienzo de algo. Tengo que comprar más poliestireno.

También llevé las obras para el creajoven, a ver si este año hay algo de suerte. Una ayuda en metálico sería vital.

Supongo que sí me influye el comentario de la entrada anterior y me surgen cuestiones acerca de qué impresión causa mi escrito en el receptor, si realmente sueno tan dramática. Mi percepción es optimista dentro del desastre, si tengo que elaborar una lectura interior. Mis amigos lectores o conocidos esporádicos que a veces se han referido a alguna entrada no suelen compadecerme tanto, de hecho empatizan bastante con algunos modos de actuación. Algunas reflexiones no son tan alejadas de lo que la mayoría siente, lo único es que no lo hacen público. Estoy convencida de que la vida de los demás no es un camino de rosas tampoco. Hacer literatura del dolor es como hacer Arte de la locura, otros escriben canciones puestos de speed, yo no me drogo. Pero es cierto que mucho de esto no se transparenta debajo de mi estética habitual y por eso la interacción directa les ayuda a paliar algunos temas.

Interacciones curiosas últimamente. Retomar ciertos contactos no viene mal si se tiene claro lo que se quiere.

Esta es la primera vez que a pesar de estar sola me siento bien y puedo preocuparme de construir mi identidad de la manera que me apetezca. Hace semanas que estoy experimentando con mi cabello, tanto en peinados como en color, sin pensar en absoluto en lo que le parezca a nadie, y a la mayoría le gusta. Es similar a cuando comencé a experimentar con el poliestireno, me puse a hacer y ya está, sin pensar en nada más que en expresarme. Ya no va a decirme nadie más que cambie algo porque no le gusta a menos que considere que debe cambiar porque no es demasiado bueno. Ésa es la manera en que quiero que me quieran los demás y no voy a conformarme con ser querida de otro modo.

Así que agradezco con sinceridad las críticas y los comentarios, y algo de retroalimentación para variar. No quiero hacer de este espacio un eterno lamento, pero sí que reconozco que escribo cuando peor me siento. Las peores épocas tienen bastantes más entradas, las aún peores cero. Pero las buenas no tienen la visibilidad que merecen. Sí que son apenas unas gotas en el manantial, pero no me considero una infeliz completa. Mi evolución tiene sentido, mi vida es la que ha sido, todo lo que falta es seguir mejorando.

Como me dijo mi gran amigo en el extranjero, que pronto volverá para degustar la playa española y el ritmo veraniego y solazo codiciado, (visto que en Londres apenas pasan de los 15º) aún estamos en la primera mitad del año, no sabemos cómo acabará el partido 2013. Lo que sí sé es que tengo la equipación perfecta, y que ya no la busco fuera sino que la siento dentro.

miércoles, 12 de junio de 2013

Koi

Es común el error de cometer actos egoístas pensando que en realidad lo haces por otro, proyectando tus propios sentimientos, de ahí que preocuparse de lo que queremos al margen de lo que otros quieren sea en sí más honesto, y que prestar ayuda sea algo que responda a una llamada y no a una imposición. Hay bondad en la naturaleza del fin, pero no éxito práctico. No a la larga...

Hay un dolor profundo en todos nosotros, aunque también una fuerza desconocida.

A veces redacto largas cartas mentales de cosas que aún diría a alguien, de hecho muchas veces llego al punto de escribir. He llegado a enviar algún correo. Pero no sé si hacerlo en este punto tendría sentido ya, no es que no me atreva.

He encontrado algunas historias que me dan esperanza y deseo hacer algo por vivir como quiero. ¿Por qué las personas llegan a renunciar a lo que aman? Siempre me ha parecido que dejarse el alma es la única manera verdadera de hacer, y sin embargo, yo sólo sé ser así por algo. Lo demás... va más lento.

Si me despertase una mañana con el ímpetu con que corro, cojo un autobús, un coche o viajo a la luna por alguien, ya habría conseguido vivir bien. ¿Por qué no me sale? Supongo que me paro demasiado a mirar las piedras en el camino y de la otra manera nunca dudo.

Los recuerdos son perfectos siendo recuerdos, pero debo crear otros nuevos sin la sensación de que los de ahora son peores.

Vivo enamorada de un sentimiento que no todos quieren, por el que no todo el mundo se desvive, que otros incluso evitan, pero no puedo hacer nada, es algo que me enloquece y da sentido a lo demás, es el hilo conductor de mi vida, y caigo en el error del principio una y otra vez pensando que el resto miente cuando dice que no lo necesita (porque para mí no hay más).

martes, 11 de junio de 2013

No todo está perdido

Puedo presentar el proyecto en septiembre.

lunes, 10 de junio de 2013

El precio por saber quién eres

Hace un año me trasladé al lugar prácticamente perfecto, pero es como si apenas hubiesen pasado unos meses. Desde entonces he invertido lo que tenía ahorrado en empresas que no han llevado a ningún punto más que a conformar el cómo me siento ahora. Como sé que soy. Es difícil de creer...

Esta semana volviendo a casa me crucé con una pelea de adolescentes en la puerta del instituto que hay de camino. Pasaron otros antes, pero nadie paró. Al llegar al punto donde estaban las chicas crucé entre ellas. Me paré, las separé y me quedé en el grupo observando para que no continuasen pegándose. Los chicos se extrañaron. Supongo que estaba tan nerviosa como lo estaban ellos, sobre todo por mis antecedentes en cuanto a acoso escolar, pero no me importaba nada. A pesar de los muchos defectos que poseo y mi falta de interés puntual por determinadas circunstancias no soy alguien que pueda callar o pasar de largo ante lo que creo injusto. Normalmente la gente no toma parte y menos por problemas ajenos pero... yo no quiero huir, de hecho todos mis planes son siempre una manera de afrontar las situaciones que me desbordan.

Pero la huida es común, ahora la conozco, y no quiero ser nunca así. Triste es depositar tus esperanzas en alguien que abandona, que deja en la estacada a quien le ha regalado sus brazos.

Ojalá no hubiese nunca que pelear y todo fuese sencillo, menos doloroso, pero jamás lo es...

Mis planes se han modificado. He perdido un curso. He gastado unos 1500€ y algunas otras desventuras melancólicas que no parecen tener solución pero... a ratos casi puedo convencerme de que esto saldrá bien. Quiero creer que así será, que llegaré por fin a un presente donde me basten mis propios logros, donde los que me rodeen sean suficientes, donde no necesite nada más allá de lo que soy para ser feliz. Donde no me deje llevar por el miedo ni el bloqueo, donde confíe plenamente en mi.

Deseo de corazón que este verano no me aguarde más tragedia.

miércoles, 5 de junio de 2013

El país perfecto

Hace poco leí en un grupo abierto de facebook que hay extranjeros que se quejan del trato que reciben por parte de algunos ciudadanos japoneses, ya que tienen el prejuicio de que la intrusión del exterior puede hacer peligrar su país perfecto. Sólo con pensar en eso mi imaginación es capaz de volar.

No creo que exista el país perfecto (ni que los japoneses sean xenófobos), pero de ser uno ¿por qué no podría ser Japón? Desde fuera no puedo valorar ninguno objetivamente pero en la tremenda lejanía se ve tan maravilloso... que si tuviese que cambiar mi lastimada España, desde luego, podría ser ésa la opción de mis sueños. Hasta en las canciones hablan del color y del papel, de detalles tan pequeños y naturales que me hacen llorar. Imaginar, pensando en no estar aquí.

Me han llamado para hacer una entrevista en Onda Regional este jueves. Estoy un poco asustada. Ya de por sí llevo un tiempo con el estómago encogido y poco apetito, en el que no puedo dejar de pensar en el futuro próximo desde la nueva perspectiva. Tengo miedo, estoy sumergida en una estación de pánico, pero para mí es un reto importante hablar por radio y explicar algo de mi trabajo así que acepto. Creo que puedo hacerlo bien. Aún así he de agradecerle a mi tutor el contacto y a otro profesor del departamento de química que me ha orientado sobre algunas cuestiones con respecto al material.

Mi voz es realmente desastrosa y mi acento del sureste mucho más... Pero hay cosas que uno debe hacer fuera de su área de confort.

Esta semana se ha complicado sin querer, y la que viene no empieza mejor. Quiero echar a correr.

sábado, 1 de junio de 2013

Por un puñado de tierra

La Historia de la Humanidad: llegar a un lugar distinto, tomarlo haciendo uso de la fuerza, aniquilar a sus habitantes o someterlos, e imponer tu estilo de vida simbolizado, a poder ser, en una obra arquitectónica o escultórica gigante.

Ahora hay personas que tratan de estudiar y cooperar con otras culturas (como si tuvieran que devolverles el favor por haberles oprimido y masacrado), y otros quieren salvar a los animales y liberarlos del sistema, incluso. ¿No queda suficientemente patente el hecho de que el hombre es inhumano?

Para empezar es inhumano un sistema que te obliga a pagar por la tierra, por el agua y por la comida. Donde no se puede comerciar en la calle libremente con objetos fabricados por ti mismo si no es a cambio de dinero. Donde lo diferente es una amenaza en vez de una oportunidad.

Los americanos se jactan en los diálogos de las películas en recordar que fue la tierra de los aventureros que encontraron la oportunidad gracias a su propio esfuerzo. ¿Qué pasa con los nativos americanos entonces? ¿Dónde queda la otra parte de la historia?

Asesinos, ladrones, mentirosos... vivimos conscientes del crimen y seguimos como si nada. Y seguir en esto es repugnante, indecente y degradante. Y lo peor aún, es indiferente.

Cuando ves tanto quieres cerrar los ojos, pero sabes que tienes que volver a abrirlos. No sé qué lugar puede ser bueno para refugiarme cuando nada de lo que hay alrededor me convence.

Somos una especie de víctimas y criminales al mismo tiempo orgullosa de su propia vida, de su origen y su trayectoria. La sinrazón más absoluta.

Me gustaría creer en un futuro de cambio donde se acabe con el hambre y con el sufrimiento a nivel mundial, donde todos tengamos un lugar, dignidad y respeto. Donde el trabajo diario sirva para el bien común. Me gustaría que cualquier persona fuese educada con las mismas oportunidades y que en base a sus capacidades desarrollase una labor u otra. No sabría bien plantear el tema de la libertad, ya que es, en sí misma, inversa a un sistema. Supongo que cualquier sistema es limitante, incluso la ausencia misma de éste. Pero estamos contenidos en un tiempo y un espacio, no se puede ser tan ambicioso. No me importaría nada que personas más inteligentes que yo o con mayor voluntad ostentasen cargos de responsabilidad civil y que eso les mantuviese en un estamento superior al mío. No me importaría nada con tal de que todo el mundo tuviese comida y techo. Padecemos gobiernos conformados por indocumentados y no nos quejamos, no lo vemos descabellado.

Es tan triste como el perseguir a gente que se ama con independencia de su sexo, que quiere vivir junta y formar un hogar. Un verdadero hogar no tendría por qué tener número ni sexo, sólo amor.

Pero no creo que mis cansados ojos de 1985 logren ver un paraíso semejante, a pesar de ser aún un poco jóvenes. No me costaría nada dar la vida por una causa semejante pero tampoco sucederá...