domingo, 27 de junio de 2010

Judas y la eternabilidad de Cristo

Judas negó a Cristo hasta tres veces antes de que cantase el gallo. Otros me miran y agachan la cabeza, debe ser porque me he vuelto tan poderosa como el mismo Dios, o tan benevolente e indolente como su Hijo. Conocer la historia sagrada está bien (recomiendo leer la Biblia aunque se sea ateo, reinterpretarla), sobre todo para derramar la vida con sus metáforas. Pero la cuestión de hoy no va a ser la cobardía ajena y la prueba explícita de falta de verdad, sino lo bueno de este medio; es de lo que me apetece hablar.

Internet como red social, un medio no efímero (de momento) que transgrede la existencia de las personas. Hay gente que construye su perfil y muere en esa trayectoria dejando un documento eterno (hasta que este medio viva), que sobrevive a sí mismos. Tiene su parte maravillosa. No se me había pasado por la cabeza que eternamente irreversible me verá morir, pero seguirá aquí para ser leído por otros.

Por España corría un dicho que decía así: "En la vida hay que hacer tres cosas: tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro". De momento este es mi libro. Supongo que elegiré un mejor lugar para plantar un árbol y quizá lo haga cuando sea algo mayor, si es posible después de tener un hijo. Qué mejor forma de plantar un árbol que en compañía de éste. Dos cosas hermosas que crecen y florecen.

Esta semana hablando con mi madre del sentido de tener un hijo le expuse mi visión de que el acto tiene tu gran parte de egoísmo, no sólo el altruismo de regalar vida y dotar de la posibilidad de disfrutar de ésta. Se quiere vivir la experiencia indescriptible (porque aún no la conozco) de formar a una persona, ver sus primeras sonrisas, sus abrazos, el latir de su pequeño corazón, cómo aprende, cómo se desarrolla y como se desenvuelve en este mundo que a veces es una maldita jaula, donde se experimenta una soledad desgarradora si no se da con las personas adecuadas desde bien pronto, donde tu propio cerebro puede convertirte en víctima del miedo o distintos tipos de sufrimiento, donde tendrás que dejarte la piel para ser alguien, donde verás morir a tus seres queridos, y sobre todo, donde tendrás que vivir con el trauma de saber que desde el momento en que naciste estabas condenado a la muerte. Sí, eso a grandes rasgos puede ser la vida que en mi caso podría ofrecer a esa persona, no sin antes haber conseguido lo mejor para ella, y haber intentado trasnmitirle lo mejor de mi pensamiento y mi alma, tratando de hacerla libre y autónoma para que el día en que faltase me recordase con orgullo y se enfrentase a mi pérdida con valor, siendo mi testigo en el mundo.

A fin de cuentas se acaba el bonito párrafo con algo egoísta, tu semilla, tu impronta, tú. Pero no hay otra cosa, es posible que tenga que empezar a aceptar que la gente es mucho más egoísta por naturaleza y dedicarme a aprender de la observación de los ultranarcisistas o apreciablemente narcisistas. Siempre que no se abandone una postura profunda este tipo de rasgos pueden llegar a cautivar, nadie está a salvo de ellos realmente, pero me inquieta ser un simple espejo sin llegar a ser descubierta.

Todos resultamos ser espejos para los demás, nos reflejamos unos en otros para llegar a conocernos, para conformar nuestra identidad. Experimentamos en diferentes ámbitos gracias a los demás, nos probamos, y en esta experimentación probamos a los otros, llegando muchas veces a amarlos, sin darnos cuenta de que estamos penetrando en el espejo. Y acabamos ahogados, como Narciso, lo que pasa es que en este caso sobrevivimos para recordar la experiencia y de ahí el miedo, el saber que si olvidas el espejo estás perdido.

Igual esa es la teoría que debería tener en mente. En realidad hablo con gente, escucho sus historias y lo único que busco es aprender, conocer otros puntos de vista y ampliar mi visión. Supongo que para ellos soy sólo el espejo de sus íntimos pensamientos. Pero cada loco con su tema.

Mis íntimos pensamientos suelen relacionarse en torno a pasiones que subyacen de los valores de esa persona. Una persona sin pasiones difícilmente puede inspirar en mi el deseo de poseerla, de unirme de cualquier manera a su ser, de ahí mi problema y mi virtud. Aún así, tengo una mente activa y creativa, que, a pesar de los bajones anímicos cotidianos, aspira a seguir desarrollándose en dicho ámbito tanto como en los demás.

Ésta ha sido una de las semanas más absurdas de lo que llevo de año y las causas son inexplicables. Desde el encargo absurdo de mi jefe, a la absurda búsqueda de planes, hasta la absurda situación de ayer. Lo único que puedo hacer es no sentirme absurda, simplemente contrariada.

A las malas me queda Dorian Gray.

viernes, 25 de junio de 2010

A falta de dos días para la luna llena

A falta de dos días para la luna llena, tengo el corazón más bien vacío, la mente algo desordenada, desorientada, y el alma llena de lluvia. No es que haya llovido mucho, más bien no ha pasado nada. Supongo que es precisamente eso lo que me distrae. Sinceramente no lo entiendo.

He comenzado a leer "El retrato de Dorian Gray", adelantado de la lista por la peli. Supongo que es sublime, pero ya dedicaré otro día a comentarlo.

Debería estar llevando otra vida y no ésta, creo que hubo un error de guión, lo sigo diciendo. ¿Qué hace un mundo tan grande encerrado en un cuarto tan pequeño?. Definitivamente sí, estoy harta de las palabras sin actor, de los muchos pensamientos sin respuesta, de la falta que me hace llegar a casa cansada y escuchar la única frase que me interesa: ¿qué tal el día? o un simple ¿cómo estás?.

Tengo tres moratones en una sola pierna porque no paro de correr y coger peso. Ayer miré las fotos de 2005 y casi lloro de ver la vida que había en mi. Aunque ahora la hubiese tampoco la percibiría. Mi fin no es contemplarme eternamente en soledad.

Junio es el mes 06, y ya se acaba. Ecuador del año de la conciencia. Ecuador, 25 vital. Seguiremos pues con ello sin más aspiraciones. Hoy no tienen sentido.

miércoles, 23 de junio de 2010

Orgullo sin prejuicio

Decidido. Esta tarde le diré al hijo de mi jefe que paso de su "encargo" de límites no estipulados. Puedo ser una 'doñanadie', pero no soy ninguna puta barata, y no regalo el trabajo que forma parte de mi ámbito. Soy una profesional, sin rumbo, pero profesional, y no voy a pasar por el aro de nadie por mucha publicidad que pueda hacerme ni mucho que se crea que me hace un favor con esta oferta. Soy una dependienta explotada, no voy a ser una dependienta-diseñadora explotada, gracias. Mi trabajo tiene un precio y un valor (lo que es mucho más importante), que se busquen a cualquier mono de feria que yo paso.

De reset nada. Mis ideas están bien claras. Proyectos y medios informáticos a muerte. Este verano nada de vaguear. Las ciencias se quedarán suspensas, el año que viene pasan a ser una sola asignatura (suerte). Sigo con mi especialidad, aprendiendo, y de Publicidad cogeré algunas, que tendré que estudiar con detenimiento.

Respecto a lo demás, nada de venirse abajo. Cada uno es como es, tengo mucho tiempo para encontrar 'tiempo' y explotar. Ese ha sido el fin desde hace años. Parar para crear algo definitivo, pero no he podido. En casa todo se desestabiliza cuando intento ponerme a ello, hasta el punto de tener que irme para que esto mismo pueda producirse. No quiero hablar de esa profunda decepción, posiblemente nadie aquí quiera hacerlo.

En las verdaderas catarsis sale a la luz la verdad. Demos gracias de que se produzcan, por muy aterradoras que resulten.

Sigo con mi esquema. No encuentro estímulos colaterales fuertes que me orienten en otro sentido más que en el de seguir mejorando.

Sin razón, sin dirección...

Ahogada. Así es como me siento. Llegando a un punto peligroso de bloqueo donde todo se acumula, desdibujándome hasta el límite en que no sé ni quien soy ni qué pretendo. Esta mañana todo tenía sentido y esta noche estoy en una extraña deriva que no logro comprender siquiera.

He ido a la escuela para intentar divisar el camino. Más presión, más posibilidades. Charla agradable. Esta tarde, el proyecto asfixiante de trabajo hipotéticamente remunerado, sin acuerdo tácito previo y sin tiempo. Planes truncados, análisis varios...

Estoy paralizada (y contemplar la grandeza ajena sólo me empequeñece), temo levantarme mañana con la intención de pulsar el reset otra vez, para muy posiblemente volver a caer en mi propio agujero de inseguridad, mientras sigo decidiendo qué he venido a hacer a este mundo. Sola y malquerida.

Sólo quiero caminar, escuchar, crecer... no quiero comparaciones, ni prisas... ni gente que sólo se escucha a sí misma.

Tengo una capacidad de admiración absoluta, de verdadera devoción, auténtica fascinación, pero sólo por aquellos seres capaces de hacer germinar en mi la confianza suficiente como para creer en ellos.

martes, 22 de junio de 2010

Happy summer?

A ver si fuera verdad.

Es comprensible estar nerviosa por hacer cosas que no hacía desde 2007...

domingo, 20 de junio de 2010

In crescendo

Me maravillo de experimentar cómo una persona puede involucionar hasta el punto de transformarse en una adolescente de 12 años teniendo 25. Sí, soy yo misma. Vale, asumido queda que todas las cargas pasadas me han convertido en una persona altamente insegura. El control y yo hoy no nos hemos cruzado.

Miedo a todo todo el tiempo. Nada en mi es suficiente. Me odio.

Al margen, una tarde tranquila y divertida. Vértigo... y alegria.

viernes, 18 de junio de 2010

Benedetti

Puedes
venir a reclamarte como eres.
He conservado intacto tu paisaje.
Lo dejaré en tus manos
cuando éstas lleguen, como siempre,
anunciándote.
Puedes
venir a reclamarte como eras.
Aunque ya no seas tú.
Aunque mi voz te espere
sola en su azar
quemando
y tu sueño sea eso y mucho más.
Puedes amar el alba
cuando quieras.
Mi soledad ha aprendido a ostentarte.

Antioptimismo... pasajero, espero

Es jueves... y prácticamente ayer fue lunes...

Anoche terminé La gata sobre el tejado de zinc caliente. Puede decirse que lo leí entero ayer, ya que cuando dije que lo empecé leí unos párrafos y me acosté. Me gustó. Es mordaz, evidencia la decadencia personal, la derrota interna... la decepción.

Hoy en la librería he leído en uno de los libros de Stieg Larsson (la versión inglesa) un párrafo que decía: "No hay nadie inocente, sólo diferentes grados de responsabilidad". Creo que no se puede ser más sincero y dar más en el clavo.

No soy de las personas que se dejen abrumar por los best sellers ni por las modas feroces (aún no he visto Avatar), pero por favor, si alguien aún no ha leído la trilogía de Millenium, que lo apunte, que lo deje en las listas de cosas pendientes, porque es totalmente recomendable.

Este mundo no es perfecto y nunca lo será, y lo más perfecto que encontraremos en él será su propia imperfección, que amaremos, como amamos la imperfección ajena por ser única. Nos enloquece...

Es posible que haya enloquecido, llevo días sin conciliar mucho el sueño. Hoy me he puesto una canción que necesitaba escuchar. No me centro. Un día que empezó medio bien pero internamente es malo. ¿Por qué la gente olvida tan pronto?

Estoy empezando a derrumbarme, a no divisar un horizonte claro... a mandarlo todo a la mierda otra vez, a pasar las mañanas durmiendo, convertir el día en una tarde de trabajo, seguida de una noche infructuosa, dormir, comer y otra vez. Me siento un poco débil, y estos días tengo miedo. Tengo miedo de conocer más gente, cosa que antes no me pasaba. Tengo miedo de ser decepcionada, de ser olvidada y repetir fracasos... que no dejen nada a nadie, y que sólo yo recuerde. Porque así es como pasa siempre.

No tengo un mundo... mi mundo ahora es cualquier parte. Y eso es muy cansado. No tengo algo a lo que llamar hogar ni sentir propio, sentir calma, confianza, paz... amor recíproco.


Autodestrucción inminente, dormir, mentirse, crecerse, seguir, volver a caer, empezar...

martes, 15 de junio de 2010

Coleccionando suspiros

Como artista me debato entre el altruismo y la autoexpresión, el interés por preservar lo íntimo y la necesidad de dar a los demás. No necesariamente esta entrega debe estar completamente impregnada de mi, basta con que albergue cierta esencia. Ningún producto es aséptico respecto a su productor. Me gusta denominarme creadora visual aunque mis construcciones rebasen por supuesto el simple hecho de percibir a través de los sentidos, demando un ejercicio no sólo mental, sino emocional.

Somos animales emocionales, a pesar de que muchos hayan perdido la capacidad de empatía. Me muevo en un semimundo de Asperger donde nadie da muestras de cualidades asombrosas como la memoria fotográfica o cualquier otro tipo de alta capacidad. Simplemente cruda incapacidad para ponerse en el lugar del otro.

Casi todos los días sale el arcoiris. Llueve y sale el sol. Hoy hasta agua-nieve... en junio. Es lo especial de este año, no saber si alegrarte o llorar.

Llevo 21 años estudiando, pero no es suficiente. Como para la mayoría de metas que se emprenden al final los años invertidos en nada dependen. Ni en el amor, ni en la amistad, ni en la familia.

¿Qué hace gente de apenas 20 años formando seres humanos? Si yo con 25 apenas me planteo el hecho de contribuir a la docencia española por falta de bagaje. No entiendo a los padres que delegan la educación en ajenos, ya sean docentes o cuidadoras.

Creo que los seres humanos experimentamos una gran soledad, que sólo logramos paliar compartiendo un plan de vida con otro, a veces incluso ni eso. En ese caso, nos refugiamos en nuestra propia fortaleza, fomentándola ficticiamente hasta interiorizar que existe... hasta que otro golpe nos derriba. Pero ese es el encanto, lo débiles y maravillosos que somos.

Estoy un poco perpleja, levemente paralizada y a la espera de nada en concreto.



Debe ser por la lluvia, que en vez de dolerme los huesos, me duele el corazón. Sólo hay algo peor que acostarse sola... despertarse sola. Y no me libro de ninguna de las dos.

sábado, 12 de junio de 2010

Un gran amor, una gran tragedia

Shakespeare hizo lo más humano que estaba en su mano: condenar a la muerte a sus amantes. Romeo y Julieta vivirán amándose en la eternidad sin sufrir la tragedia en ellos mismos, pues la tragedia la vive el que se queda.

Nos encantan las historias con pasiones desbordantes y problemas inabarcables donde finalmente triunfan los sentimientos, pero en la mayoría de los casos, en la vida, las tragedias son el propio final de los sentimientos, la decadencia de los mismos, la distancia, y la larga o imposible curación de las heridas que provocan.

He dicho todo lo que tenía que decir a todo el mundo que tenía que decírselo y eso me da tranquilidad. Pocas cosas quedan por solucionar aquí en la ciudad, a diario. Me estoy despidiendo de mi ambiente poco a poco, cerrando un apartado. No experimento ningún miedo, comparto, asumo que mi vida es como es, pienso a ratos en la gente a la que no volveré a decir nada aunque estén en mi corazón. A veces los extraños nos hacen rememorar cuestiones pasadas que no son tan vitales ahora y sentirlas tan lejanas reporta una verdadera paz.

Mis ataques vehementes no duran más de unas horas. Es dificil padecerlos, dificil aceptarlos. Lo siento. Es la compensación al resto de virtudes.

Éste era el camino, estoy casi segura. El año donde se quema lo anterior en la hoguera purificante (como si fuese San Juan) para resurgir siendo otra cosa. He cerrado muchas etapas en pocos meses, descartado muchas vías, retomado la estabilidad desde el volantazo de hace un año y estoy bien. Siento que he crecido. No tanto como para querer asumir una carrera profesional adulta que me delimite a un ámbito concreto, pero sí como para desligarme del ahora y dejar lo de atrás.

El pasado será siempre perfecto siendo pasado.

Soy adulta, qué remedio. Grato, en 2009 no lo era.

martes, 8 de junio de 2010

Another Kind Of Death

A la gente que califica la fotografía como "un tipo de muerte", un instante congelado que pereció, parte muerta del pasado, les preguntaría: ¿no está acaso igual de muerta cada mirada que regalamos al mundo? Nos vemos inmersos en un esquema temporal igualmente caduco. El presente es inmediatamente pasado, y tratar de poseer un momento no es más que un pensamiento ilusorio. Nada permanece, nada es nuestro, ni siquiera seremos capaces de conservar la propia vida. La única esperanza, lo único que puede reconfortarnos es que a pesar de lo finito de nuestra existencia pertenecemos a realidades infinitas como el espacio y el tiempo, y que dentro de esa infinitud, todo lo que hagamos, pervivirá en esos parámetros para siempre.

Creo que lo que más echaría de menos, si acaso pudiese hacerlo, sería la autoreflexión, el poder utilizar mi intelecto para preguntarme por qué y por qué no, y sentir así que esto tiene algún sentido.

Lo único que podemos hacer frente al deterioro es aceptarlo. La partida está perdida de antemano. Es la metáfora más cruel, el precio a cambio.

No me interesa nada más allá de este planeta, pero quiero abarcar todo él. Necesito a la humanidad a pesar de lo poco que ella me necesita, no puedo evitarlo. Esa es mi historia una y otra vez.

Otro apunte de hoy es que la mayoría de las personas creemos que somos buenas, justas, nunca egoístas, solidarias y amigas de sus amigos. La mayoría caen en el error de solipsismo.

Odio ser siempre la inevitable reina del desengaño, encerrada en la soledad del castillo dorado, el que todos contemplan con admiración mientras yo me pudro detrás de los barrotes.

Consecuencias

Es obvio que hay cosas que hay que hacer sin esperar nada a cambio. Ni siquiera para la persona a la que va destinado el fin, basta con ayudar a alguien que es más pobre que tú y punto. Hay personas que jamás serán tus amigos, aunque traten de ponerse en el papel por interés. Hay seres que sólo funcionan por conveniencia y egoísmo.

Pero bueno... me alejo. Que se junten los infieles y se impurifiquen con ellos aquellos que aún guardaban una esperanza salvable. El deterioro interior es aún peor al físico. Se me quitan las ganas de todo.

Me paso el día soportando quejas por todo lo que hago y a través de la ventana sólo veo "mierda" endogámica. No veo el momento de largarme.

Sólo hay algo peor que alguien que te ha hecho daño: que una persona que quieres se alíe con alguien que te ha hecho daño. Por supuesto, las represalias sólo tienen un objetivo, la persona de la que aún esperabas un mínimo de lealtad. Enterrado.

Los únicos capaces de elegir mi bando son los valientes y los íntegros, los que resurgen una y otra vez y están en la distancia, no sé de qué me enfado o me sorprendo.

domingo, 6 de junio de 2010

En construcción

Estoy construyendo una mesa para poner la máquina de coser que quiero comprarme, con la que materializaré la línea de complementos que quiero diseñar. ¿A que suena efímero? Pero por algo se empieza. Aprovecho al máximo los días libres.

Hoy se me pasa por la cabeza que uno de los trabajos ideales podría ser figurinista y escenógrafa, ayer sin embargo ideé mi nombre artístico por si quiero ser diseñadora de moda. Hace algunos meses me debatía por elegir el nombre de mi empresa gráfica, igual que hace años emprendí la búsqueda de mi firma como dibujante. De momento está todo en la fragua hirviente de mis posibilidades, ebullendo cada vez más. Pero el punto álgido está cerca.

A veces siento que el mundo está lleno de cobardes que te restan energía, o que muy pocas personas son valientes realmente. Basta de tratar de acabar con la ilusión de los demás gratuitamente, basta de dudas que inhabiliten el futuro de otras personas. Tener personalidad es un bien preciado, pero también una dura carga y un viaje indefinido a la incomprensión.

Otra cosa curiosa que he analizado hoy es que las señoras que se quejan de que a cierta edad sus maridos "no les rinden" (a nivel sexual se entiende) posiblemente se hayan pasado media vida diciéndoles que no porque les dolía la cabeza en vez de aprovechar la suerte de tener una pareja sexual estable con la que disfrutar y evolucionar. Las pobres se quejan de su mala suerte... Mala suerte ellos, desde luego.

No es que este tema tenga relación directa con lo anterior, pero sí que en parte me sirve para hablar de lo desigual que es la vida y lo distintas que son las percepciones interiores acerca de la realidad personal. Lo que para algunos es una desgracia para otros es la dicha, como el hecho de tener un hijo o estar casado. Ayer sin ir más lejos una compañera de trabajo con la que estaba, se encontró con su prima embarazada. Ésta, no paraba de animarla a "darle nietos a su padre" (el padre de mi compañera), simplemente porque ella estaba encantadísima. Mi compañera la miraba completamente escéptica claro, porque en sus planes (por lo menos ahora) no entra ni por asomo tener un hijo.

En fin... de momento me conformo con tener deseos al alcance de mis posibilidades o sentir mis posibilidades por encima de lo que son para crear espectativas más altas que me motiven a pesar de que concluyan en otra ilusión infructuosa. En el plano emocional no tengo ninguna y huyo de tenerlas, por si acaso.

Se me empiezan a notar los años, de aquí a un año nadie dirá que no aparento la edad que tengo. Pero me siento bien, me encuentro atractiva y contenta con mi figura, a pesar de no tener un adulador habitual a mi lado (ahora tengo muchos, ocasionales, que en absoluto me conocen; pero a fin de cuentas, la única que importa soy yo). Pasado el tiempo lo que un día se creía como verdad se demuestra como falso o hechos con una caducidad tan pasmosa que, sin duda, no pueden pensarse como memorables a pesar de lo edulcorado, que en la mayoría de ocasiones, se evoca el pasado. Tan poético como el desengaño.

Prefiero seguir emprendiendo proyectos, dispersarme, disgregarme en la multidisciplinaridad o multidisciplinariedad (como se quiera) y seguir con mi obra inconclusa, incipiente, apenas atisbada pero madurada interiormente... porque es así como funciono. Y sólo cuando lo perfecto sea perfecto será real... si eso existe.

jueves, 3 de junio de 2010

El desamor crea vagabundos

Es siempre así, desde que conocí el amor. Vagabundos. Y seguro que los vagabundos algún día sufrieron desamor, dejándolos en la cuneta, enfrentados a un abandono emocional y no encontrando fuerzas para afrontarlo. La única fuerza a veces es vagar y hacer por hacer. Pero no es mi caso, eso ya pasó. He visto personas realmente destruidas que lo único que pueden ofrecer es dolor. Otras, en cambio, no tienen conciencia, y por lo general, la mayoría se vuelve medio gilipollas y olvida la persona que un día fue.

Me conformo con mantenerme dignamente en la distancia acumulando fuerzas para el golpe de gracia. No puedo depender de nadie excepto de mi misma, lo sé desde que tenía 18 años. Hay golpes invisibles y heridas igualmente invisibles que la memoria no es capaz de borrar, vengan de quien vengan. No puede haber decepciones más profundas ni más cercanas. Estoy sola, lo estoy mucho tiempo. A la mínima todo lo demuestra. Pero ya no necesito nada, puedo pagarme poco a poco mis alas hasta que salga una mañana por la ventana.

Ser una buena persona sólo te recompensa interiormente. Mejor no aspirar a ser nada para nadie. Todo el mundo es egoísta por naturaleza, incluso aquellos que se erigen en pro de tu bienestar. Todos mienten, todos te traicionan, te venden y te abandonan...

Pero el chantaje se acabó. Me pagaré la operación, me iré a Madrid y conseguiré todo lo que persiga porque tengo voluntad, y no se me olvidó, ni la vendí, ni la cambié por la de otro.

martes, 1 de junio de 2010

Como una sentencia emocional

Hoy he salido a pasear, aprovechando la vuelta de la escuela. Me suele sentar bien caminar. No es que haya sido un trayecto demasiado original, ni lleno de análisis decisivos, más bien evasivo. La única reflexión interesante es que una melena canosa no estaría tan mal si se llevase completamente blanca y cortada a lo Pulp Fiction (con flequillo). Eso sí, ultralisa, y poblada, que es el mayor problema.

Cuatro para septiembre; interesante. El 14 charla informativa sobre el grado y la adaptación a Bolonia, la decisión final: Publicidad vs Diseño (otra vez). Parece que el presente se está volviendo caprichoso, pero bueno... hoy me lo he tomado de relax, de perdidos al río. Esta noche me pondré con el último trabajo y fin.

Las razones que tenía para condenarme tres años y medio a permanecer en la ciudad se han ido desvaneciendo. Pero la huida no es nada fácil. De momento si algo he decidido es no dejarme el trabajo. Aunque no cobro mucho, tengo unas vacaciones muy agradecidas, un ambiente de trabajo excelente, pocas obligaciones, actividad y pronósticos de seguir contratada, que es mucho más de lo que otros pobres pueden decir. Aparte, es la actual manera de ingresar y mi único pasaporte al cambio. Sí que no me aporta una experiencia valorable, pero no me importa.

A Madrid en julio, mientras... reestructuración mental y conclusiones.