domingo, 21 de abril de 2013

Hipsters

El viernes estrenaron la adaptación cinematográfica de On the road en España. Aún no la he visto y no puedo opinar pero por el adelanto de algunas críticas me parece que ¿acaso no hay algo más acertado ahora mismo que sacar un film que recrea el movimiento beat y las vidas de los auténticos hipsters? es decir, una síntesis pobre (de antemano) que pasa por alto las consideraciones más profundas de la novela de Kerouac como símil perfecto de la moda hipster actual. Miles de personas que desconocen el autor más allá de alguna cita suya en facebook pero tratan de encarnar los valores de sus personajes y la era que le tocó vivir, movidos por el consumismo básicamente a pesar de escudarse en la "forma de vida". Supongo que hay gente que cree que vive en un videoclip de Lana del Rey y se acaba convenciendo de que así es. Al menos a ella le sale bien. Pero me gusta, me gusta la idiotez moderna porque dentro de ella hay cosas muy verdaderas, de hecho bien podría ser una reinvención el vestir como un sin techo y parecer ultrafashion, lucir una segunda piel que te haga parecer un arrastrado mientras portas en las orejas un equipo de sonido que vale más de lo que gana el padre del que pasa por tu lado al mes. Esto no es casual. Es una repercusión directa de las motivaciones actuales. Soy como tú, soy austero, quiero ser sencillo, pero quiero tenerlo todo, lo mejor, lo más cómodo, y las precariedades que las viva ése otro que es igual que yo (o eso digo) pero mejor que padezca él, que yo no quiero ser pobre. Ahora sí, quiero ser auténtico, quemar cada minuto de existencia como si fuese a morir mañana, confundirme con la multitud pero sentirme distinto, probar, correr, experimentar, como si hubiese vivido toda mi vida en los barrios bajos y supiese más de todo que ningún otro.

No sé vosotros, pero yo siento que esa lectura está pasando. Tener 14 años, un smartphone última generación, Ipod, Ipad, portátil, una réflex digital, y aún así estar descontento por todo aquello que te falta. El otro día entré a Zara y había dos chicas que no tendrían más de 18 años hablando de los viajes que querían hacer y los recientes, como si ir a París o Milán fuese una opción tan sencilla como elegir un autobús u otro. Es una gran re-Invención de lo beat. Rescatas la moda (y no por ello la misma camiseta de algodón llevada cuatro días en el cuerpo), las drogas, el sexo, el viaje, pero no vas a lo básico, no estás sobreviviendo, la comida de mañana no depende de ti.

No sé, habrá casos en los que realmente este espíritu "moderno" tenga sentido y verdaderamente uno se gaste el dinero en herramientas que le permitan comer, que ingrese en base a su esfuerzo y se mueva por cualquier lugar del planeta porque puede (y es inmensamente afortunado). Pero la mayoría me lleva a pensar que es precisamente la gente que se queda en casa cuando debe protestar, que no está dispuesta a perder el control y mucho menos su estatus, y que por supuesto de poder elegir se quedaría en este tiempo y no en aquel.

No es que yo haga mucho, porque de hecho últimamente en lo único que pienso es en encontrar la manera de ganar algo de dinero para largarme del país para siempre, pero al menos admiro a los que aún se preocupan de reconducir este sinsentido más activamente, sin modas, sino, más bien, todo lo contrario.

Si lo pienso abril se me está haciendo largo, y 2013 inmenso. Tengo la sensación constante de haber agotado ya medio año y sin embargo aún seguimos en la primavera. Supongo que son las ganas de pasar a otra cosa, muy absurdas, por otra parte, ya que aún no he zanjado mis asuntos pendientes. Pero bueno, estamos en el camino.

miércoles, 10 de abril de 2013

Desprecio

No me parece que lo infinito sea la estupidez humana, sino más bien su egoísmo. Esas personas que sólo se acercan para curarse las heridas y divagar acerca de lo mal que están o se sienten, su 'falta de', o lo que toque y luego cuando los necesitas se lavan las manos completamente. Otros que te buscan para que les soluciones tú los problemas, o qué sé yo... Que les hagas un papel pasajero y luego adiós.

Puedo aguantar muchas cosas, pero que encima me comparen con gente que creo peor que yo, eso ya no.

domingo, 7 de abril de 2013

Vivir lo salvaje

Fin de fiestas. Semanas entretenidas pero poco productivas. Tengo que empezar a redactar seriamente el proyecto fin de máster. Mientras, balance. Supongo que en este último año he aprendido bastante. Creo que  he logrado entender dónde estaban mis errores en el pasado y dónde estuvieron los de los demás. Igual hoy lo haría mejor, pero "ahora" es simplemente otra cosa. Márgenes y fronteras, no sé bien cuán profundas. Bastante... diría yo.

Amé (no siendo sólo pasado) mucho tiempo a una persona que creía real siendo más bien una imagen basada en el físico de otra material. Imagen creada por su actitud y mi fantasía. Poco a poco, con el tiempo lo real llegó a ser muy distinto del ideal inicial pero conservando irremediablemente la atracción irresponsable por esa imagen. Creo que algo sigue siendo real y lo que no simplemente es la brecha que nos separa, que no logramos salvar. Esta campaña es sin duda una aventura de dos, un compromiso importante, pero el pasado es pesado y la fuerza no es la misma. Muchas heridas y decepción a pesar del gran afecto y esperanza, no de cambio, sino de entendimiento. No sé hasta qué punto uno puede seguir creyendo.

Pero no me siento cansada en seguir intentando cruzadas a favor de mi felicidad, sobre todo las que tienen recompensas tan importantes. No hacer nada es renunciar a lo que te da la vida, y debería ser intolerable hacerlo. Pero este camino no se parece en nada a ése otro que pensé. Ahora todo se muestra con su color natural mucho menos brillante y exótico, mucho más triste, pero ciertamente más real. Vamos a tener que aceptar que Matrix quedó atrás y vivir en la nave es lo que nos toca, a menos que seamos el Elegido.

Ningún ser enjaulado desea una nueva jaula una vez que ha encontrado una salida y ha logrado contemplarse a sí mismo. Yo no ansío conquistar a nadie, sólo quiero vivir lo salvaje junto a él. Pero las fieras son escasas y a estas alturas no sé en qué piensan. No hay emoción sencillamente, aunque haya reflexión y mucha. Me basta para andar un tramo más pero no como el estado definitivo.