miércoles, 26 de diciembre de 2012

Queriendo encontrar un arcoiris infinito

No quedan vuelos baratos para pasar la Nochevieja en Londres, pero no importa. Igual es bueno incendiar todos los rituales hasta ahora practicados.

Así es el fin. El fin de esos tiempos.

martes, 25 de diciembre de 2012

Navidad

Amo el olor del napalm por la mañana tanto como amo despertarme con gritos el día de Navidad a las 09:45, es decir... nada.

sábado, 22 de diciembre de 2012

vamos resumiendo

No hace falta esforzarse tanto por comprender al mundo, a veces con intentar vivir tenemos bastante. Sólo pequeñas excepciones de ese bombardeo masivo merecen el interés, siquiera dedicar ese minuto o esa sonrisa, así que seamos felices, que ya va quedando menos.

Yo también tengo miedo, todos lo tenemos, pero no a las mismas cosas. Y supongo que lo que más me asusta es desaprovechar la vida y por eso no dudo un momento en hacer lo que me apetece en base a lo que puedo. Pero muchas cosas se escapan de ese margen y me excuso y me conformo pero sé que podría llegar a conseguirlas con más esfuerzo, con un compromiso real por crear un cambio. Y lo estoy buscando, buscando mi propia fortaleza.

No sé qué nos deparará el 2013 pero no estaría mal ver un poco de mundo o crear uno nuestro, distinto del que tenemos dado. Supongo que sería lo mejor que podría pasarme...

En lo demás no me quejo. Tampoco siento que sea el momento de seguir machacándome sino encontrando puntos fuertes para llegar a otro lugar. Cuando hablo claro me siento bien, y aún mejor si se suceden respuestas en consonancia. En eso suelo ser más lenta (en responder), en la ruptura de mis limitaciones cotidianas. Pero me estoy esforzando y pongo atención en dónde están las barreras.

Y sí, me compré la Singer, primer paso hacia algo más, y en 2013 expongo aparte de aparecer en un libro. Buenos proyectos.


martes, 18 de diciembre de 2012

el universo...

Hablar del universo suele ser una ventana abierta hacia mis traumas y mi fobia irracional hacia la muerte. Es algo que mi hermano sabe, pero que no suelo comentar.

Sí, sí que es verdad que muchas veces pienso que tener un hijo es un acto, en parte, egoísta. La gente engendra vidas por autosatisfacción sin pensar realmente qué vida está ofreciendo a ese nuevo ser. No se piensa en el día en que tengas que explicarle que va a morir, que ésto es pasajero, que le has condenado a un tiempo limitado, que es el único que tendrá. Siento el mismo pánico que sentí el día que lo descubrí, que pensé que mi madre moriría sin pensar hasta minutos después que yo también lo haría. Horror, desesperación, vagar por la habitación como posesa...

Algunos otros tienen descendencia para no quedarse solos, para que alguien les cuide. ¿De verdad estas motivaciones son lícitas? Y por otra parte ante la cuestión de si otros no pueden tener y que si teniendo la oportunidad no se aprovecha... Tenemos la oportunidad de hacer muchísimas cosas que no tenemos por qué hacer, para mi en tal caso sería un acto de honestidad y verdadera generosidad el ahorrarle ese tipo de sufrimiento a mi hijo, mi vida, esa parte germen de mi cuerpo y otro cuerpo, lo más preciado que pudiera imaginar. De antemano el pensar en alejarle de esa tortura que me inunda ya es un acto de gentileza y amor. No sé si puede comprenderse.

Aún así, por supuesto, no he descartado la idea de hacerlo, de poder concebir. Sí que hay cosas hermosas aquí por las que merecería la pena estar. Que esta experiencia dolorosa y gozosa es lo único que existe para la raza humana. Que no tenerlo implica seguir reduciéndolo a la nada y a lo inmaterial.

El verano de 2010 estando en Ibiza comenzaron unos fuegos artificiales junto a la playa. En ese momento estábamos tomando una cerveza en una terraza, así que nos aproximamos a la arena. Era ya de noche, estaba fresca, era fina y se notaba limpia. Las luces reflejaban en el mar desde lo alto, con juegos de formas y sonidos, y luego se extendían a una especie de isla donde continuaban estallando. La gente nos rodeaba mirando al cielo. Estaban nuestros amigos, amigos ya lejanos, pero en ese momento me encontré sumida en la soledad de mi propia experiencia, volcada en la contemplación y pensé... Pensé que estar allí era maravilloso, que gracias a momentos como ése la vida tenía sentido, que debía tenerlo más en cuenta, que era un paraíso, no sólo la isla (que ya conocía), todo, el poder estar allí dilucidando eso mismo, a pesar de lo horrible que resultó ese viaje. Supongo que llegado el momento pensaré en lo bueno que podría descubrir a esa futura personita desde la más absoluta humildad, asustada, cargada de responsabilidad, pasando por alto ese egoísmo que percibo a veces en quien no se pregunta tanto acerca de esta cuestión.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Música, danza y todas esas cosas que podían haber sido y no serán

A veces me agobio pensando que un día necesitaré usar gafas porque no podré mirar con claridad los objetos. Que sin ellas al levantarme habrá cosas a mi alrededor que no perciba y no pueda admirar para retenerlas en la memoria.

Esta mañana he abierto un cuaderno de cuando tenía unos seis años quizá, no mucho más. Era un comentario de texto del libro: "El archipiélago de la cabra" (Anaya, colección el duende verde). Me encantaba ese libro... Hice ilustraciones con los personajes y el trazo es muy bueno para una niña de esa edad, el color ya no tanto, pero es sin duda mejor en comparación que la letra, porque estaba aprendiendo ortografía aún.

De pequeña ensayaba muchas cosas, como inventar canciones y pasarlas al pentagrama, pero las mejores melodías de mi cabeza nunca sabía cómo. Ahora me sigue pasando, imagino ritmos que resuenan, que me gustan, que serían grandes canciones... y no sé extraer nada de eso, no sé hacerlo material, no sé cómo compartirlo. Pienso entonces la gran suerte que ha sido, durante años, el poder dibujar cualquier idea, y con un trazo sencillo explicarla a otra persona tan fácilmente. Me hubiese gustado saber hacerlo con la música.

Si lo pienso cuando estaba en aquel colegio también ensayaba canciones, me llevaba el radiocassette y las bailaba en el patio. Cuando me cambié al siguiente lo hacía en casa. Nunca pude ir a clases de ballet o danza, porque eran privadas. A los catorce me gustaba salir a las discotecas light para poder bailar, pasaba completamente de todo lo demás, no me pintaba los ojos. He seguido bailando toda mi vida sin esperar nada más de esos lugares.

Hay gente que sólo se para a ver lo que rodea a tus actos pero no te pregunta el por qué, por qué te importa tanto, o qué te aporta, qué sueñas o qué soñabas, qué querías o qué quieres. Yo querría haber sabido más de todas las artes, y evolucionar mucho antes, y no ser tan pobre; ahora me da igual todo eso, no quiero ver gente pobre que no pueda hacer cosas; leo, y sé que el mundo podría ser distinto y la gente no lo sabe, y se resigna, como cuando yo bailaba en casa. Pero las opciones estaban ahí fuera, aunque yo no lo supiera, igual que ahora siguen estando. El problema es que nadie ha venido a arrojar luz a esa oscuridad, o decirte que sí podías, que sigues pudiendo. Pero ha pasado algún tiempo, y para algunos es un poco tarde, y lo único que nos queda es librar a otros de errores, lo más temprano que puedan.

X siempre dice que "el que puede lo hace, y el que no puede lo enseña", como si enseñar a otros no fuese valioso. Sigue equivocado como en muchas otras cosas...

Me he tomado la mañana libre.

sábado, 20 de octubre de 2012

De la monogamia o el privilegio del cuerpo

Es curioso como un mismo concepto puede ser una condena para unos y una aspiración para otros. Hace unos días en clase un compañero se asombraba al escuchar que algunas personas de las que estábamos allí nunca hubiésemos sido infieles, es más, se asombraba de que hubiésemos podido estar un año sin sexo o tenerlo sólo con personas conocidas. Decía que para él el sexo con la misma persona es aburrido y que la sola idea de pensar en practicarlo con el mismo miembro toda su vida le aterraba. Para mi la monogamia, aparte de no estar basada en eso solamente, ciñéndonos a este contexto, supone que cuanto más conoces a alguien mejor es la calidad en todo, y precisamente opino que en pareja es cuando más se progresa en este ámbito, que poco a poco se consigue derribar las barreras mentales de cada uno hasta llegar donde sea, o se quiera. Pero también comprendo que para otros esas barreras no existan o sean más fáciles de dinamitar con personas completamente extrañas, de las que no quieran escuchar ninguna clase de juicio ni constatarlo. Hola, adiós y fin, y todos contentos.

A mi me gusta bastante lo del privilegio del cuerpo, lo del uso y deleite exclusivo de ese cuerpo, de cederle el uso del mío a otra persona y es por eso que tiene sentido el que nadie más lo disfrute. Nunca una relación es igual a otra, y normalmente todo el mundo ha cedido su cuerpo antes de cedértelo, pero las situaciones recreadas no serán igual, las metas a cumplir o los deseos siempre varían. En parte es como quien alquila un piso, da igual de quien provenga, ni qué pasó allí, sólo importa lo que vayas a vivir en él a partir de ahora, todo será nuevo y tuyo. Así que es por eso que no le veo sentido a buscar más pisos cuando el que tienes te parece perfecto, aunque el baño y la cocina estén cerca o no tenga microondas; puede hacerte la persona más feliz del universo. Pero bueno... ya ni tengo piso, ni cedo privilegios, ni tampoco disfruto de ningunos, así que sólo escribo, que ya es bastante. Supongo que pienso en ello porque he pasado la tarde mirando fotos y veo tanto por hacer, poder ser y llegar a ser que no me explico cómo la gente está tan falta de inventiva, iniciativa y creatividad, cuando ni siquiera se necesitan herramientas. Lo más difícil de todo eso ni siquiera es la carne, sino la mente, y el poder desearla al mismo nivel que se desea lo que se observa es muy difícil. Es otra opinión personal, claro, ya que sí que lo prefiero; prefiero ceder el poder a quien merece ostentarlo y no a cualquier imagen ilusoria que desconozca. Ni siquiera en mucho tiempo llegamos a conocernos...

En fin, me pone triste, supongo que por mi edad. De aquí en adelante va a tener que importar mucho más mi personalidad que mi cuerpo, que cada día es menos joven.

Tengo que trenzar, coser y seguir, y dejar de pensar en amantes, pisos y años que ya no tengo.

jueves, 18 de octubre de 2012

Negro, muy negro

Sí, es muy negro, como todo lo que seguramente llegue y nos quede. ¿Qué más da? sólo un color para ver la realidad de otra manera, tal vez más cerca. El infierno fue ayer cuando huías, yo por lo menos era consciente de que así era, pero se aguarda con la esperanza de que mejore en ese futuro que pasa a ser presente y luego pasado. Trágico, las miradas al margen de nuestros intereses, que evidencian que yo soy yo y estoy bien sola. No es una fórmula que funcione, y tal vez aquellos que hablaban de química llevaban cierta razón en eso de que entre ambos las reacciones se desarrollan de tal manera que no todos los elementos funcionan de la misma forma con otro al lado. Conozco muchos neutralizadores, otros que no producen nada y dejan todo igual, alguno que me haya llevado a la efervescencia exacerbada, llamémosle reactivo, pero simplemente necesito un catalizador, que aumente mis reacciones sin alterar mi esencia.

Es bastante básico, era básico en el papel, en el prejuicio pensando que no estudiaríamos nada, que sería fácil, que no costaría trabajo. Y sí, estoy estudiando química en peluquería y me gusta, y le veo utilidad y aplicación directa, y manejo los resultados, y doy forma. Y todo eso es crear.

No voy a deshacerme en la lluvia llorando, porque hace años que padezco la patente de que el viaje no te lleva a ningún lugar diferente del camino que recorras solo en tu interior. Que si no logras salir de tu propio laberinto te dará igual partir hacia Londres o hacia Tokio, saltar hacia casa o correr hacia ninguna parte. Mi equipaje es ligero por eso.

Lo sé desde 2006, lo sé, pero aún sigo apuntando todos los viajes y eventos que he realizado desde entonces, el por qué no es más que para recordarme que sigo en movimiento a pesar de todo.

He vivido a pesar de... quién, y no de mi, y ese ha sido el lastre, no vivir por lo que deseo al margen de qué piense o qué valore x. Anteponer el juicio absoluto a mi juicio, o fundir el juicio propio con ese juicio hipotético, logrando un listón tan alto que me reduzca siempre a una perdedora. Pero he llegado a verlo, y más vale después de años que nunca.

Sí creo en el cambio, en la superación y adquisición de sabiduría, popular o erudita, aunque haya partes a las que nunca renunciemos, que se manifiesten desde lo profundo o signifiquen costuras en ese almohadón de seguridad. Pero existe.

La evidencia es dura.


miércoles, 10 de octubre de 2012

Estamos en ello

Supongo que un tiempo tan dramático era ideal para mi. No sé por qué me gusta tanto el drama, cine o vida real, el caso es que le veo sentido, no como penitencia, sino más bien porque el dolor fortalece y hace ver el resto con una mirada nueva. Pero es triste, contemplar todos los días algo peor sin nada que lo compense.

Estamos locos por encontrar algo a lo que aferrarnos para salir de esto. La gente inteligente que conozco busca ideas aunque no todos tienen voluntad, talento, constancia o fortaleza. Hay circunstancias adversas, siempre, pero no nos excusemos: podemos conseguir todo lo que persigamos. Y no cualquier día me siento así pero en el fondo lo siento. Todo puede aprenderse, se puede mejorar, y con algo de ayuda más aún.

No hay otra cosa. No nos tocará la lotería, nadie vendrá a salvarnos, en tal caso nos salvaremos nosotros pensando que es por alguien. Sólo eres tú, y la fuerza que no creíste tener.

Sonríe, sal, piensa, actúa, lee, sé humilde y empieza a cambiar las cosas desde ya.


lunes, 8 de octubre de 2012

y al tesoro perfecto lo cubrió la tormenta

Llevo un par de días sintiéndome desolada, con una sensación parecida al final de un concierto, pero semejante al suelo: sucio, lleno de vasos y arrasado. Igual es sólo un descanso y hay otro grupo esperando, pero no lo escucho.

De repente el mundo es extraño y ficticio pero más real que nunca. Irreconocible pero familiar, y lo que antes era un diez ahora es un cero, o un uno... Nada parece tener calor ni color, ni servir de alternativa. Ni tan siquiera un abrazo...

Me asusta sentirme tan lejos emocionalmente. Sufro, porque todo lo que amo es un error. No sé ni quién lo dijo...

Cuanto más se aleje el verano más a salvo estoy, aunque este año no creo que el frío me reencuentre. No me siento, no es que no me sienta yo, es que directamente no estoy en ninguna parte, no me siento formando parte de nada. Soy un pequeño trazo con sutil movimiento, ligero, y no tan intenso; y no me apetece marcar más.

Debe existir, seguro, algo y alguien que pueda necesitarme, para lo que cuente y sea importante, para lo cual mi aportación cree otra cosa aún más grande. Debe existir realmente pero no se ha manifestado ante mis ojos o ante mis sentidos. No sé dónde está, si sigue siendo lo que era, si lo que era alguna vez lo fue, si no lo ha sido. Quizá sea pronto para hablar, con esta neblina de tristeza, melancolía, o ambas...

Alegrías, tragedias y periodos transitorios.

Tengo que cambiar mi pelo.


miércoles, 3 de octubre de 2012

protocolos coercitivos

Supongo que en el mundo en el que me gustaría vivir sería un mundo donde todos pudiésemos decir te extraño o te echo de menos, pienso en ti y no sé bien cómo vivir ahora mismo, sin sentirnos patéticos, desesperados, psicópatas, o dar pena. Es un mundo que podría crear haciendo esto mismo, en este momento, pero es obvio que ese juicio o miedo es una barrera demasiado fuerte, aislante, asumida como protocolo sentimental. La diplomacia es genial salvo porque al final no sientes nada de lo que has dicho, es básicamente una convención para quedar como una persona sensata que razona y es madura, que asume lo aparentemente objetivo pero... no convence; no te convence. Y lo único en lo que piensas es en gritar todo aquello de las primeras líneas sin importarte nada de lo que pase después.

No sé si soy sólo yo la especialista en cometer los mismos errores de siempre una y otra vez pensando que esta vez será la buena, que aprendí algo en el camino y ahora saldrá mejor. No me siento bien actuando de esta manera, ni veo sentido real cuando todo lo que siento es contrario a las palabras.

Sigo creyendo que ser feliz es posible, y que ser feliz con quien quieres también lo es; que podemos compartir lo que tenemos con quien queramos y que nunca será más verdadero que entonces. Pero es un camino bilateral, recíproco, de ahí que fracase cualquier empeño, por muy desmesurado que éste sea, si no te devuelven lo mismo.

domingo, 30 de septiembre de 2012

la vuelta a casa

Se acaba el lugar casi perfecto. Tengo que marcharme.

Nunca lo mencioné pero la antigua inquilina que residía en la vivienda se llamaba María Dolores. Como la dueña de la maleta, como mi tía muerta.

Recogiendo todas mis cosas he sacado los cajones para asegurar el que no se hubiese colado alguna cosa. Al mirar en el fondo he encontrado unas cartas dirigidas a Lola. Lola la enfermera maravillosa, con amor de Pepe, felicitaciones y lindas frases, medias y por qué no decirlo, unas bragas. Las bragas las he tirado, también porque era lo primero que he encontrado y no sabía bien de quien podían haber sido. Lo demás lo he juntado todo y lo he metido en una bolsa. Ahora, esa María Dolores, vive enfrente. He llamado a la puerta, le he explicado y se lo he devuelto todo.

No sé bien si guardó esas cartas como recuerdo secreto que nadie debiese leer. Yo he leído por accidente, porque podían haber sido de mi tía. El caso es que son recuerdos bonitos que no deberían perderse. Para mí hubiese sido importante recuperarlas.

Se cierra otra etapa. No voy a enumerar las causas, me quedo con las consecuencias, con lo bueno que el trayecto a puesto a mi favor, con el bien que haya podido brindar a las personas que me acompañaron.

Vuelta a casa con algo más que una mochila a la espalda.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Lo intangible

Esta mañana he recorrido la ciudad tratando de encontrar un sitio barato donde revelar unas fotos. He recogido a mi prima del colegio, he comido, he dormido y poco más. Esta tarde he salido en busca de ingredientes interesantes, he ido con mi primo. Hemos salido a correr, y, aunque lleve mal la respiración, el cuerpo me responde. Igual podría mejorar. Al llegar hemos preparado la cena, humus muy rico. Hemos cenado juntos, todo vegano, con guacamole, alcachofas, aceitunas y demás. Luego hemos vuelto a salir a andar.

Todo el recorrido ha sido por la huerta, se nota la humedad en la piel. Dicen que el ejercicio físico hace que segreguemos endorfinas, y a mi me hacen falta unas cuantas. Sigo sin comprender por qué sucesos vanos pueden llegar a tener una repercusión tan catastrófica. En lo que a mi respecta suelen ser excusas para justificar otros. Supongo que me equivoco, pero tal vez no.

Nadie tiene el mismo prisma, y menos llegar a pensar que otras personas tengan que sentir igual. Pero sí, nadie se separa de las cosas que quiere sin más, es el resumen, de ser así es que lo primero falla.

Pensé mucho tiempo en eso de que los perfeccionistas son los que intentan algo una y otra vez hasta que lo alcanzan, y no es que para todo sea así, pero sé perfectamente cómo se produce ese proceso, cómo se ha materializado ese proceso, gente que funciona para todo de tal forma. Y no me ha importado nunca repetir.

Pero la verdad está ahí fuera, y no sólo lo dice Mulder, sin estímulo no hay respuesta y sin causa no hay consecuencia, y así como lo quieras llamar.

Demasiados ratos en el plano virtual, demasiado poco interés en el presente, muchas hipótesis, poco futuro. Ningún lazo.

Prefiero el silencio a hablar y que nadie me escuche, o ser predilecta sólo en lo indeseable.

Iba a citar unas líneas pertenecientes a George Orwell en su libro 1984, pero primero citaré la respuesta a mi anterior post suscitada en otro espacio:

Como los sentimientos son intangibles, a falta de palabras quedan los actos. Cuando no hay palabras y no hay actos simplemente queda la nada.

Y las palabras también son nada. Pero por muy intangible que sea el sentimiento, si existe se traduce en algo tangible, es algo natural.

Si lo intangible debe materializarse en algo como proceso natural y la respuesta en el proceso natural es una ausencia, entonces el intangible al que nos referimos no existe.

Y ahora, Orwell:

"Pero en este juego que estamos jugando no podemos ganar. Unas clases de fracaso son quizá mejores que otras, eso es todo".



Mi amiga independiente decía que cuando pierdes algo encuentras otra cosa... hoy he encontrado una pulsera.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nada

Como los sentimientos son intangibles, a falta de palabras quedan los actos. Cuando no hay palabras y no hay actos simplemente queda la nada.

Por lo menos no es otra máscara...

sábado, 15 de septiembre de 2012

Familia

Hermano es quien te ayuda en la adversidad, no sólo alguien que comparte apellidos contigo.

Mi familia es un desastre aunque se insista en decir y aparentar lo contrario. La democracia no sólo dejó de existir en este país, también dejó de existir en mi entorno.

Ayer acabé cenando con gente que definitivamente no es de mi clase social, básicamente porque no somos la misma clase de personas. No sólo porque venían de ver los toros y porque nos llevaron a cenar a uno de los tantos sitios para ricos de la ciudad, sino porque todas las ambiciones, todas las conversaciones giraban en torno al desprecio por lo diferente y la aspiración de ser aún más. El ejemplo a seguir Paco el Pocero, o como se llame ese individuo. Alguien que pegó el pelotazo comprando terrenos, qué sé yo. El resumen al margen es que me vi increpada por ser lo que soy, por vivir con quien vivo y por salir con quien salgo. Si eso no fue suficiente, se acercó un pobre a la mesa, un hombre que vaga por el centro igual que tantos otros. Siempre pide una ayuda con educación y de forma simpática, me ha pedido muchas veces cenando en otros locales. El caso es que dijo que era su cumpleaños, que cumplía 48 pero parecía que tenía 2000. Se rió cuando lo dijo. Está muy delgado, yo diría que consumido por las drogas. Él también lo sabe, supongo. El caso es que nunca suelo dar dinero, porque no lo tengo o porque son muchos, o porque ya doy a los que aparcan... no sé. Saqué 70 céntimos y se los di. De las 20 personas que habíamos cenando posiblemente soy la única que no trabaja, que vive sola, y que no tiene ingresos ni perspectivas cercanas de conseguirlos. Los demás con sus ropas de marca, hijos de papá, señoritos hijos de nadie con camisa para aparentar pseudo-opulencia, demás fauna ibérica indefinida, o precisamente, gente más bien indefinida de los del no sé, no contesto. Ninguno, ninguno, ninguno se rascó el bolsillo para sacar una moneda. Nadie exceptuándome le dijo "felicidades".

El resto de la noche no fue tan mal pero al volver, supuestamente, cogimos un taxi para ir a casa de mis padres, dormir y a la mañana siguiente poder coger el coche que uso ocasionalmente para desplazarme (por no decir mi coche) y así regresar a mi piso. La diversión viene cuando después de gastar el dinero en el taxi, llegamos y mis padres han escondido las llaves. Ya no había ninguna razón para dormir allí. El caso es que llamé y no me dijeron donde estaban. Mi hermano tampoco se ofreció a acercarme en coche. Me vine andando a las cuatro de la mañana o la hora que fuese. En el asedio de camino por la lluvia de llamadas me caí de rodillas en el asfalto. Tengo las rodillas despellejadas. La izquierda me duele bastante. El resto del camino no contesté. Saqué la batería del teléfono al llegar y me acosté.

Mi primo, el huérfano, el que no estudia, el que no tiene la enseñanza básica terminada, el aparcacoches, el artista callejero, el vegano, el etc. me acompaña con la bici por la noche siempre que volvemos juntos a casa.

Ya no pertenezco a ningún hogar.

viernes, 14 de septiembre de 2012

De la memoria selectiva y otras muestras


No sé hasta que punto el mundo puede justificar su falta de profesionalidad con la confianza, ni su falta de interés tirando balones fuera. Por lo que a mi respecta, me voy fuera con los balones y el otro resto que muestra lo que hay.

Siempre llueven las piedras aunque estés en casa. Obstinarse en dialogar lo dialogado es seguir nadando en el mismo pozo. No vamos a llegar a ninguna parte, es circular.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Romances fantasma

Los romances fantasma, los amores platónicos, o cualquier otro afecto de carácter secreto, suelen resultar emocionantes en las películas cuando se conoce de primera mano qué se siente. En la realidad, son frustrantes, dañinos y finitos.

Tampoco hay poética en la espera. (yo) Tengo la firme creencia de que si un hombre no verbaliza lo que siente es que no lo siente, y aún en el caso de pronunciarlo no siempre es verdad. Mucho menos confiar en que algo suceda por debajo de capas y capas de silencio.

Siempre es demasiado tiempo para el que está esperando, es cierto. También es cierto que hay cosas que o suceden durante un tiempo o no suceden.

Creo que no sé qué creer y no me conviene divagar mucho, ni llorar mucho. Creo también que la ausencia de palabras me destroza la mayoría del tiempo, cuando sin embargo no dejo de escuchar gilipolleces y nada de lo que quiero oír. Que por muy fuerte que sea mi autoestima es difícil reponerse a la indiferencia día tras día, o la falta de aprecio o esa barrera neutralizadora de palabras que no da lugar a un mínimo comentario estético, mucho menos sentimental. Igual a deterioro mental.

Supongo que ahora viene el punto en que todo me empieza a dar igual y me acuesto igual de mal que me levanto, sin nadie que me necesite.

La verdad es que estamos muy lejos en casi todo. Y esa distancia no se está salvando.

No voy a empezar a sentirme mal por ser yo misma, ni porque se espere o porque no se espere nada. Pero eso sí que son sólo palabras, porque ya me siento mal, por todo. Por el silencio y por las palabras.

También me siento muy lejos de lo que eran mis antiguos sueños, y aunque sueño muchas veces con cómo serían, mi camino no se parece en absoluto.

El sentimiento constante es que esto no puede ser definitivo si es así. Hay una lucha en mi interior para traducir todo esto pero no puedo, no sé, lo he intentado ya. No es un complejo de inferioridad es más bien el creer que no soy lo que se quiere, no ser como debería ser para que eso se produjera, no ser el ideal, o parecerme. Ser distinta y no ser candidata a ostentar esas palabras.

viernes, 7 de septiembre de 2012

1K


No sé si conocéis que la expresión OK viene de 0 killed. De ahí el título de esta entrada.

Tampoco estoy segura de si puedo permitirme el lujo de decir: se acabó, pero se supone que he entregado todo lo que había que entregar en septiembre.

Me he quedado sin fuerzas. Y llevo un extraño día cuesta arriba que ha conseguido desmoronar la montaña tambaleante que era mi ánimo.

Ya está. "voy a sentarme en esta silla de mimbre a ver la vida pasar, hasta que suene el timbre. Septiembre, hoy como siempre, mañana ojalá..."
[Que no hay  alcohol - Kase O]

miércoles, 29 de agosto de 2012

Lanzando piedras a los equilibristas


Se es muy tonto en ocasiones buscando la perfección para luego acabar intentando salir del paso tirando por el camino del medio. En muchas cosas me ha pasado, este curso no será otra excepción, pero al menos he producido, he trabajado al final y creo que puede ser el comienzo de un buen ritmo. Trataré de seguirlo a toda costa, aunque no tenga entregas a la vista que me presionen con una fecha.

Cuando uno vive solo siempre hay cosas que hacer. Algo que limpiar, cocinar, comprar, y hacer lo que quiera que hagas para seguir comiendo, cocinando, comprando y limpiando.

La verdad es que me parece que ser conservadora en un mundo donde casi nada permanece, donde la importancia es relativa a prácticamente todo, donde hoy es blanco mañana es negro y pasado será azul, no es que sea nada malo. Todas mis reglas estúpidas, el "yo quiero ser así", el "yo soy así" aunque no sepa ni de qué estoy hablando, me ayuda a sentirme un poco más cercana a ese concepto, y en las decisiones leves construyo el espíritu de aquello que quiero amar, de lo que me atrae, me gusta o me vuelve loca. Todos tenemos la opción de decir sí o no, de no querer pasar por ciertos aros por muy trillados que éstos estén, no querer ser lo más normal del mundo para ser lo más normal del mundo desde tiempos inmemoriales. A veces lo inmemorial es lo que antes llega a la memoria.

Pero tampoco estoy preocupada por las etiquetas, las llevo mucho tiempo, de hecho es casi genial llevarlas. Da risa cuando pasan los años y el tiempo ha puesto etiquetas a los que las lanzaban sin más. Habrá que vernos dentro de algunos años...

No creo que logre escribir una novela porque mi forma es imperfecta, todos los marcos donde elaboro contenidos lo son. Los sentimientos acaban corrompiendo la envoltura. Pero sé esforzarme por transmitir la pasión, creo que fluye por las líneas. Me gusta solapar la realidad contando sólo su efecto. A todos los que me hayan leído alguna vez, gracias.

¿Qué se puede ser de mayor cuando el mundo no te gusta? creo que la mejor respuesta es buscador de otros mundos. Si uno se gusta tiene mucho camino andado.

La gente se entretiene tirando piedras a los tejados, y algunas se cuelan y logran darte. A mi suelen dañarme más las flechas envenenadas, pero reconozco que el "porque sí" no lo soporto, como piedra arrojada "porque sí".

Queda muy poco. El tramo antes del final es el más difícil, donde se suele caer con más facilidad. Si el suelo se tambalea habrá que ser equilibrista, mirar un punto fijo en nuestro horizonte y seguir como si no pasara nada.

sábado, 18 de agosto de 2012

Tampoco dormir arregla mucho


Pero a la mañana siguiente despiertas y prefieres dar descanso a la mente, aunque el suelo que pises siga igual de ígneo. Tal vez es el efecto de la jaula en verano, la aproximación. Estar aquí por la conexión y saber que el momento de la vuelta llegará. Aunque ayer la tormenta llegó al lugar casi perfecto como cúlmen de días donde la conciencia no se había percatado de lo que inconscientemente me desestabiliza. No será lo más importante, pues hasta ahora es sólo un daño mental que puedo infringirme, sin detonante material como práctica, aunque sí como teoría. Quizá el influjo de septiembre tiene la culpa y de repente la marea me ahoga como cuando estaba aquí. O igual es el espejo y el tiempo, que por mucho que lo niegue me presionan hasta hacerme caer cuando, sin embargo, deberían ser mi testigo para ser más sabia. Para mucho siento que lo son...

Quiero que llegue el frío. Que me invada por fin el cambio de estación y me sorprenda en el lugar casi perfecto. Ver caer las hojas de la morena que hay enfrente de la ventana y respirar la noche fresca, anticipada por la feria y su olor ultradulce. Quiero que el camino aparezca por sí solo, que algo sea fácil.

Pero no quiero pedir, porque todo está mejor que hace un año, en ese periodo de silencio que vivió este blog. Hay cosas que es mejor imaginárselas.

Así que seguiré imaginando lo menos malo, a pesar de los asaltos casuales, hasta que la realidad se convierta en lo que es normal para tantos otros, y tenga que volver a buscar o me quede en standby.


Nadie lo llama alevosía


He tardado en volver. Lo siento.

Salí de la jaula dorada. No sé cuanto durará...

Vivo en un lugar casi perfecto. Tengo vistas al cielo, a los tejados y a los patios de luces. Tengo espacio, tengo ganas, tengo energía, he hecho cosas. El bloqueo se quedó en la jaula, y por eso temo el día del regreso. Cada interferencia de ese mundo es una nueva parálisis, un problema, una hecatombe derivada de algo que para el resto de la humanidad sería una brizna de paja, imperceptible. No sé si es que hoy todo ha vuelto a colmar ese vaso que se ha vuelto pequeño, o si es que los logros son aún más superficiales de lo que creo. Quizá desde fuera todo lo que no me parece evidente realmente lo es, o sencillamente sigo dañada y es normal... pero no logro quitarme ese sentimiento que susurra una y otra vez que se nace, se vive y se muere solo, que por mucho que te quieras acercar a algo o alguien, éste no tiene por qué pretender el mismo tipo de unión, ni siquiera una unión en sí.

Hay muchos tipos de relaciones, pero para mi sólo una es verdadera. Y es verdadero lo que no acaba, lo que no tiene fin, lo que evoluciona y se transforma pero no deja de ser. Sé donde está la grieta, las varias que hay en este surco vital. Puedo ver con claridad el miedo que en su día no comprendí, ese mundo que no conocía y ahora tengo la certeza y la tristeza de que existe, todas las acciones furtivas que detesto, las personas que no parecen capaces y lo son, el contarse un argumento y creérselo, el hacer del argumento ajeno tu argumento, tu cuento... No creo que pueda llamarse fobia, es más parecido a lo que me pasa con la muerte. Sé que existe, sé que llegará, que no podré evitarlo, que perderé. La decepción, la pérdida y el engaño, las justificaciones.

Con diecinueve años no se puede entender muy bien eso de los 'tesoros silenciosos'. Con veintisiete, por fin, lo entendí. La más guapa de la fiesta al final baila sola... Así que no se puede querer ser ella si se quiere no acabar así.

Pero es tarde (tal vez)... el miedo está sembrado de alguna manera. No importaba el dentro, importaba el fuera. Como en mi casa... Y no podemos culparlos a ellos por nosotros, somos el producto de todo, no se puede cambiar el ayer. Y no sé bien si esas taras a estas alturas no han destrozado la esperanza... la humanidad, la inocencia de todo eso que antes no sabía, de eso que es la vida, que es la realidad, de la gente que se hace daño. Porque creo que no sé perdonarlo, que hay una tecla que imprime desequilibrio cuando escucho cosas como "flexible". O que en su día olvidé o no entendí bien lo que se aclaró hace días y no, eso no puede ser. Me niego a que haya realidades tan distintas a todo lo que da sentido a mis creencias, del fin último, aunque sea irrealizable, aunque ya me lo hayan hecho. Precisamente por eso.

No voy a seguir viendo Madmen (de momento). Porque tengo algo de fuerza renovada para focalizar en la plástica y sin embargo todo el futuro es oscuro, y los sentimientos están muy solapados, o me siento tan desamparada con estas cosas que no sé si sigo creyendo que ser feliz sea posible. Estoy tranquila y alegre a ratos pero... hoy quería desaparecer, hasta sin miedo de lo que eso significa. Como cuando me echo en la cama casi intoxicada por el disolvente, llena de pintura y aún así, tengo que lavarme con estropajo por muy cansada que esté, y echarme aguarrás en la piel. Me duele ver que hayan tantas heridas abiertas aún. Y me está empezando a desesperar que todo el mundo esté cerca de lo que pretendía y yo tan lejos.

Y es que no quiero huir a ninguna parte. ¿Por qué siempre es tan difícil? ¿No bastaba ya con lo de hace un año? ¿Siempre es necesario el "un poco más difícil"?

Ha llegado ese punto. Me miro en el espejo y ya no soy perfecta, eso fue en el pasado. Y lo llevo bien, porque no me importa, me da igual empezar a ser muy mayor. He regalado mucha de mi ropa y quiero simplificar todo mucho más. Y puedo seguir haciendo el bien y haciendo algo que esté a mi alcance, pero también quiero algo para mi, algo que se parezca a lo que siempre he querido, que no tenga que ser un camino intermedio que esté tan lejos, que no tenga que ser lo que quiera otro, lo quiera mi madre, o lo que quiera el mundo que sea.

Supongo que a todos nos contagió alguien "la rabia", y nos dejamos contagiar, y volver a ser el mismo no es posible. Y en vez de estar celebrando que estoy sana estoy aquí llorando.

Estoy así porque vivo una circunstancia, no una constante. Y no se puede ser incondicional cuando tu condición es condicional. Hay gente que es de perros y otra que es de gatos. Yo pensaba que era idealista y resulta que soy una cínica... y tengo una mina en la cabeza que estalla a ratos, y una brecha en mi confianza, de lo que soy y espero, que me dice que desde un plantemiento inicial de ese tipo el resultado final sólo puede ser la tragedia. Y nadie lo llamará alevosía pero existirá, y nadie pensará en mi en ese momento.

No quiero que me engañen más veces.

No sé qué compromiso de fidelidad puede ofrecer alguien que no cree que la fidelidad sea estar sólo con una persona, así a grandes rasgos, por mucho que comprenda otras posturas. Y yo puedo entender otras posturas, pero ésa cerca mío no la quiero. De hecho, es la grieta que destroza mi confianza y mi cabeza, que quebranta todo mi amor propio, ajeno, y mi fortaleza, que lo destroza todo porque es siempre la que todo destroza desde tiempos inmemoriales.

Se puede tener una vida aparentemente rutinaria y que esencialmente sea extraordinaria, y se puede ser una excepción dentro de lo que aparentemente es como todo lo demás. Y también se puede creer ser una excepción entre todo lo demás y ser como el mismo montón del que quieres alejarte.

No voy a jactarme, más que nada porque agoté prácticamente lo bueno que tenía para regalarlo a otras personas, y no he dejado mucho más que ese "yo" que no suelo valorar a veces, y que otras, es lo único que tengo y lo mejor. Pero sí... muchas veces pienso que no hay más Lash.

Nadie piensa en el elefante hasta que le hablan de él. Nadie se aterra hasta que le hablan de su miedo, pero si encima lo que temes es una opción plausible... entonces no sé si se puede vivir así, si yo puedo vivir así.






lunes, 28 de mayo de 2012

Euphoria

Tal vez porque la semana pasada empezó bien, se volvió una tragedia y cada instante fue una huída. Igual porque la huída salió bien y me encontré en ella. O quizá porque toda mi vida haya sido algo así... Puedo abrir los ojos y pensar que esto no puede más que mejorar, que seguir siendo constante, que hacer cosas por fin, va a cambiar lo que tengo. Este año le estoy haciendo caso a Einstein: he empezado a aplicar métodos distintos para obtener resultados diferentes. Creo que funciona. Aunque me queden asignaturas para septiembre, he ido a clase, me he presentado a algunas. Tengo ilusión por hacer proyectos, aunque sean más por ocio que por creatividad. Y van a cumplirse.

La ayuda es posible, es una cuestión de voluntad, y no sólo la que puedo ofrecer a los demás, sino la que encuentro en ellos. Y es tan sencilla... Pero lo mejor es que es real y que me está alejando de dejarlo todo a medias, que me da impulso cuando estoy acercándome al suelo y no deja que vuelva a parecerme a la persona emocionalmente autodestructiva que he llegado a ser. Así que, muchas gracias chico de la tienda de cómics si me estás leyendo, por estar conmigo, por tomar cervezas martes y miércoles, por hablar y por no ver pelis :)

Esta vez las huídas serán pequeñas para no tener que elaborar una huída enorme. La idea es construir progresivamente algo sólido que resista esta tormenta para salir de ella. El mundo puede parecer grande o pequeño en función de lo grandes o pequeñas que sean nuestras aspiraciones, así que se acabaron las aspiraciones que nos infravaloran. Somos grandes y el mundo es pequeño. Que se minimice la gente que es realmente mala. Entre todos podemos sumar mucha fuerza, tomando fuerza en las pequeñas acciones.

Igual esta semana lo peor no me ha pasado a mi y siento fuerza para levantar a otros si empatizo con su situación o buscar alternativas. A lo mejor es que cuando alguien está mal otro tiene que estar bien para funcionar. No sé con certeza qué ha pasado, sólo espero que dure.

[We're going up-up-up-up-up-up-up!!]

martes, 22 de mayo de 2012

Optimista manifiesta en estado de protesta

Creo que lo de las precauciones emocionales es algo que se me olvida tomar de una vez para otra, por muy interiorizada y asumida que tenga la teoría. ¿Causa más agobio pensar en casarse que cambiar tu residencia a Japón, dejar tus amigos, todo lo que conoces y empezar una vida nueva alejado de todo eso? Para mi lo primero es un mero trámite que te concede un libro que pone: familia. Lo segundo es posiblemente la decisión más importante que tomes en tu vida. Pero cada uno tiene su prisma, es curioso...

Igual es mi impaciencia o la teoría de mi hermano de que cuanto más das más se aprovecharán de ti. Siempre se puede perder todo buscando "un poco más". Supongo que mi hermano siempre ha esperado que reciba sin tener que esforzarme por dar o dar primero, o esperar sencillamente. Que alguien como yo no tendría por qué pasarse la vida esperando cosas que no tienen por qué llegar. Pero espero y desespero por inercia e inconsciencia impulsada por esa parte optimista que sólo se manifiesta en escasos aspectos concretos.

No me gustaría estar dando vueltas en círculos ni redescubrirme perdida en mitad de otro desierto. Quiero palabras nuevas, sonidos nuevos, un futuro que no suene a la misma tristeza, a los mismos miedos.

No queda tanto tiempo para dudar. Ni siquiera sabemos cuanto tiempo queda...

martes, 8 de mayo de 2012

[ ]


No se puede animar a una persona desanimada por la fuerza, ni con la mejor de las intenciones. Es un caso perdido quien se cree caso perdido. Sé perfectamente que las cosas las consigue el que las busca no el que se queda parado asumiendo su derrota de antemano.

Sólo necesito resistir cuatro semanas y pensar entonces qué será lo próximo.

sábado, 5 de mayo de 2012

Wong Kar-Wai, en un día cualquiera

No he explicado en ninguna entrada por qué me interesa estudiar para el proyecto fin de máster y mi futura tésis a Wong Kar-Wai. No sólo pienso que visualmente su obra es deliciosa y sensual, a la par que fuerte, colorista, evocadora, ensoñadora, vibrante, trepidante y muchos otros adjetivos que normalmente se asociarían a la trama pero que ya en ese impacto creo sentir, sino que me siento conectada a todo eso, retratada en ese mundo, donde pasado, presente y futuro convergen y son parte de un todo lleno de contrastes, melancolía, ilusiones, sueños, recuerdos. Quizá en ese compendio de lo clásico y lo ultramoderno, de la pasión interna que se vive en ocasiones en el más riguroso silencio, de las miradas y las voces que no se escuchan, de los llantos y los sollozos en un callejón... quizá sea mi obsesión y la suya por el amor y el desamor, o que miramos el mundo de una forma parecida, o que me veo narrada en slow motion alguna vez... el caso es que ese hombre encarna un cine que conecta íntimamente con todo lo que soy, con mis noches, mis lágrimas, mis amores frustrados, mis deseos, el futuro, el choque de esos extremos, el color... Tal vez el día que ví Chungking Express me fascinó, y me sentí impregnada de los cuatro personajes de alguna forma... Y cada historia me contaba cosas que reconocía. Puedo ser la chica misteriosa con peluca, corriendo por la ciudad, a la que nadie conoce realmente, de la que todos sacan conclusiones. También puedo estar lamentándome por el amor a cada instante y tener algún ritual secreto que no abandone con el paso del tiempo. Puedo soñar con una vida que no es la mía y querer simplificar y volar, y mejorar la realidad de algún extraño, o puedo ser ese extraño al que le haya ido mal y quiera cambiar para mejorar, no estando demasiado segura de si el cambio surtirá efecto o si cambiaré realmente.

Después vino "In the mood for love" y habría tanto que decir... tal vez lo más importante sea la negación y lo que al final acabamos haciendo, o ese sentido del honor y la dignidad más grande que nosotros mismos... o esos sentimientos imborrables y otra vez un viaje y un ritual secreto... Conscientemente no logro verme en la circunstancia por el hecho de que ellos estén casados con otras personas, pero supongo que en ese mismo punto inicialmente sería ella, con el miedo, con el "no somos como ellos" y luego acabaría siendo él, con sus preguntas, con su herida, su amor, y su secreto.

Cuando estaba en quinto de carrera mi profesor de audiovisuales, Antonio, nos habló de la emoción. Y aunque toda la clase hablaba de otros puntos, que ni recuerdo, me quedé con eso y con que el cine debía emocionar. Ese hombre era un filósofo también, y un apasionado. Así que nos mandó un trabajo: rodar una escena cotidiana. Y a mí no se me ocurrió otra cosa que ir a un jardín como solía hacer por las tardes, con la persona que solía hacerlo y grabar. Grabar cómo estábamos ahí juntos, despreocupados del mañana, felices, mirando el cielo... Cuando lo puse en clase la gente se quedó un poco sorprendida. Todo el mundo había grabado desayunos, puertas abríendose, escenas caseras... Yo hice un corto, muy corto, sobre el amor y las cosas sencillas de la vida porque quería expresar eso que él dijo: "la emoción". Cuando terminamos de verlo Antonio se acercó a mí y me preguntó: "¿En qué estabas pensando para grabar eso?". En ese momento dudé, me puse nerviosa, pensaba que no le había gustado nada y creo que titubeé un estúpido "no sé..." seguido de algo poco importante. Entonces me dijo que era un gran trabajo, y que le había sorprendido mucho. No pude decirle que lo hice pensando en eso, en la emoción y en retratar lo que es el amor en realidad la mayoría del tiempo: estar juntos, felices, y ya está. La cosa más sencilla del mundo.

Cuando acabó la clase me sentí bien, el problema es que la persona que salía conmigo no lo entendió nada. Me dijo que era un trabajo exhibicionista (porque salíamos besándonos) y supongo que algo así como hacer pública nuestra intimidad. Pero esa nunca fue mi intención, de hecho no era nada escandaloso. Sólo quería hacer un homenaje a eso mismo, a lo que éramos, y universalizarlo, y convertirlo en Arte... Así que fue la segunda vez que hice un regalo íntimo en relación al Arte y no fue bien entendido.

A final de ese curso Antonio me dijo que lo expusiera, que me atreviese a hacerlo, que merecía la pena, y fue expuesto, pero no fui a verlo. Segunda exposición donde participo y no fuí a ver... A esas alturas al otro protagonista ya le gustaba más. Supongo que logré hacerme entender un poco.

No siempre se entienden las motivaciones de una pieza. En 2008 yo aún no conocía a Wong Kar-Wai, pero creo que quería lo mismo. Él hizo su primera película con 29 años. ¿Por qué yo no podría hacerlo igual?.

Me encanta ese corto y es de las obras más optimistas y bonitas que he hecho, pero nunca más lo he expuesto y no lo voy a mostrar más como obra, posiblemente. Quizá porque soy yo en un tiempo que es pasado, que sale otra persona, y que no es ficción. Pero quiero hacer muchos más como ese, no importa si son otras personas, quiero que lo sean, quiero que haya algo entre ellos que sea verdad. Quiero que la gente mire la pantalla y sienta.

También me siento tentada a introducirme en la trama, como quien está cocinando y no puede evitar probar todo el tiempo lo que elabora. Supongo que tu reflejo se plasma en lo que haces, aunque no estés directamente tras el objetivo. Puedes vestir a otros con tu traje y ver cómo luce, y moverlos en circunstancias conocidas y tener otro prisma, y trasladar el pasado al presente, y fijarlo, y reinventar e inventar lo que quieras y construir una historia a la que nadie importe si es real o no, pero donde todos quieran estar en algún momento.

Estoy convencida de que intelectualmente soy una artista, sólo necesito serlo prácticamente.

martes, 1 de mayo de 2012

Otra vez no, gracias

Durante todo el 2006 mi nick del messenger fue: "No se puede correr hacia atrás, ni esconderse en ninguna ciudad. Lo siento no repara el mal, ni la vida". Todos decimos lo siento, no quería, no era mi intención, no pensé que te... Ya está hecho. La mayoría del tiempo nadie quiere dañar a otros, no deliberadamente, pero lo hacemos, todos lo hemos hecho. Así que piensa ahora donde estás, quién eres, quién quieres ser, al margen de quién fuiste, de qué circunstancias o quién tuvo la culpa.

Hoy conviene repasar mi entrada de 2010: http://eternamenteirreversible.blogspot.com.es/2010/03/pequenas-ilusiones.html ; también conviene repasar ésta de 2011: http://eternamenteirreversible.blogspot.com.es/2011/02/aurora-contra-las-supersolteras-y-su.html ; y por último esta otra de 2012: http://eternamenteirreversible.blogspot.com.es/2012/02/no-tengo-otro-motivo-mas-importante-que.html

Es posible que sólo crea en dos tipos de personas: las que afirman ser incondicionales y las que verdaderamente lo son. Nos relacionamos con los demás para ser felices, no para que nos impongan algo que no deseamos, no para cambiar quienes somos. He escuchado demasiadas historias que no quería escuchar, confiado en personas que no debí confiar y amado a otras que jamás me amaron. Soy adulta para elegir, y cualquiera que esté conmigo lo será también para hacerlo.

Supongo que cuando la lista pasa de cinco el sexto "dará igual" (en ese mundo de ahí fuera donde la gente no sabe ni dónde se despierta). De momento me sobra toda una mano y el resto de la vida para atestiguar si sigo leal o no. Ya lo leeréis.

miércoles, 25 de abril de 2012

Párrafos sin importancia

Lo bueno de esto es que no busca reconocimiento. Lo lees o no te importa, y eso basta. El llegué por casualidad...

Me siento aún peor que ayer, también físicamente, pero tengo que avanzar. Y alejarme de la red es la mejor de mis opciones. Pero aquí estoy, porque cuando no estoy demasiado bien me queda esto, y puedo gritar incorregible lo que me molesta y me hace daño, aunque ahora permanezca silenciosa y me sacie con algunos párrafos sin importancia.

No voy a ir a clase.

Chistes: el maldito plan B

Blogger se moderniza y mi ánimo aterriza. No pensaba empezar con una rima tan poco elaborada, ni con un tema tan insustancial, pero tampoco esperaba vivir esta vida y la estoy viviendo. Sí, es el inevitable plan B de una existencia que aspiraba a seguir el A. Quizá casi por arte de magia. Y aquí estamos, lo de hundidos en la miseria es literal a fin de cuentas, no sólo emocional. Y cada día es un esfuerzo por salir de la angustia y tratar de convencernos de que esto va a llevar a algo mejor, pero la situación no es demasiado esperanzadora.

Presión y más presión... Cuando tengo un buen día y me pongo a hacer cosas por fín, de repente alguien consigue dispararme y acertar, derribándome. Y volvemos al mañana será mejor y el todo saldrá bien.

Desconfío de la gente que sólo huye, o rehúye, que ni construye ni deja construir, que avasalla, que me está quitando la vida en dosis, que me está matando, o me mato sola...

Hoy no tiene arreglo, por muchas sonrisas que me pidan. Podemos seguir viviendo en la mascarada pero sabemos lo que hay. Tengo angustia y vértigo, y siento desamparo a pesar de estar en casa y me pregunto por qué no nací en otra parte.

Lo más sensato sería asumir de una vez por todas que estoy sola y no esperar que nadie me comprenda o piense semejante a mi, aunque quiera pensar que eso existe.

Aquí no se puede ser felíz.

viernes, 13 de abril de 2012

Social media

En una era en la que lo privado se hace público por voluntad propia, creo que conviene proteger la intimidad.

No sé si llamarlo fetichismo, narcisismo, egocentrismo, exhibicionismo, todo a la vez o nada de eso, pero ¿nadie analiza que un extraño podría tener tu evolución vital en años compilada en su pc?, ¿que ese material le otorga un margen de acción y conocimiento?. Me preocupa, sobre todo por el uso que no hago yo y hacen otros de mis imágenes. Hay una banalización en la fotoexposición, un yo imperante que se reivindica entre la multitud convirtiéndose con ello en la misma masa que actua con clónicos patrones. Queremos ser individuos y somos masa, queremos ser mejores y somos exactamente iguales. ¿Dónde está el carácter crítico que va a sacarnos de esto?.

Creo que quiero desligarme cada vez más de ciertas modas, tendencias, novedades o lo que sea que deba usar para estar a la última. Ahora es instagram, otro día será 'pepito'. Me cansa...

Frenético, todo es frenético y el diseño se presta a servir a ello, a servir a gente que sigue a otros, otros que se lucran, olvidando los que padecen, y yo padezco pena inmersa en este mundo al que un día quise mejorar con el Arte para darme cuenta más tarde de que sólo es una herramienta más al servicio del poder. Y creo que detesto el control, que casi tres décadas de control han sido suficientes, que no quiero estar alienada nunca más, ni debilitada. Y hablo desde la apatía y la frustración, desde la parálisis y la demagogia, pues no puedo hacer gran cosa, y consumo redes sociales como todos para seguir en la utopía y la ingenuidad de que igual publicando algo alguien lee por casualidad y se replantea algún aspecto que le haga analizar esto mismo.

Sólo podemos salvarnos nosotros mismos, si acaso alguien te presta su ayuda aprovéchala, aprovecha el tiempo que te ceda y trata de hacer algo grande, lo más importante que puedas. Y sigo diciéndomelo a mí misma.

jueves, 12 de abril de 2012

Versos que construyen lágrimas / lágrimas que construyen versos

Al margen de que cada persona tenga cualidades para tareas diversas y ámbitos distintos, siempre he creído que hay dos tipos de personas: las que son capaces de hacer realidad las ideas que están en su cabeza y las que tienen que copiar o reelaborar las ideas que tuvo otro y supo hacer realidad. Supongo que la traducción es que hay personas que podemos dibujar un caballo sin estar mirando la foto de un caballo ni copiando el caballo que hizo otro. Igual nuestro caballo no es perfecto, pero a cualquiera que se lo enseñes te dirá que es un caballo. Partimos de un concepto, claro está, todo el mundo tiene un inventario previo, que engloba referencias visuales de su cultura u otras, pero aún así, o se puede expresar o no se puede.

Me pareció una pena ver a Marta Nael en el salón del manga de Alicante firmando ejemplares y dibujando mientras tenía que copiar todo el rato sus propias ilustraciones. Es perceptible el que trabaja basándose en fotografías, pero digamos que el estar ahí, copiando como una alumna en vez de elaborar un dibujo libre, propio de lo que ella misma puede hacer, en ese momento, no sé... Ahora su trabajo me resulta menos atractivo, aunque sea igualmente lícito. Pero no dibujaba una chica pensando en una chica, dibujaba la chica que tenía delante, se copiaba a sí misma.

En fin... no se necesita ir a Australia para escribir sobre Australia. Un buen escritor debería poder recorrer el mundo entero con su mente, documentarse para parecer creíble y aportar pasión a esos recorridos imaginarios. Carlos F. Heredero no conocía nada de Wong Kar-Wai y escribió un libro monográfico sobre su obra, de referencia para aquellos que deseamos escribir algo en relación al tema con bibliografía castellana.

Tengo un proyecto literario en mente desde el verano pasado y consiste un poco en eso, la ficción autobiográfica. Aunque en realidad quiero jugar con la forma convirtiéndome por capítulos en muchos autores que me gustan, pero sin dejar de ser yo, de añadir pinceladas reales.

Tú que me estás leyendo no sabes si estoy en China o en Japón. Ahora puedo estar en una barca de dimensiones limitadas. La figura de delante es un hombre en contraluz que nos acompaña desde que dejamos la orilla este. Si acerco la mano un poco más puedo tocar el agua. Atravieso el río Nilo, como me recomendó mi profesor de griego cuando tenía 16 años. Las experiencia es aún más sobrecogedora de lo que él anticipaba. La neblina se posa sobre la superficie. El tono, la humedad, puede envolverte en esta mentira que estás leyendo, ¿qué más da?, tú sólo quieres leer, yo sólo quiero escribir. Tengo 27 años y medio, puedo ser Durás y narrarte cómo me siento en esta habitación. Puedo ser Bukowski y patear camden, y decirte todos los locos que me encuentro y las ganas que tengo de echar un buen trago. O tal vez Nabokov...

Un creador puede llegar tan lejos como desee, puede crear fronteras, puede destruírlas, puede construir ficción dentro de la ficción y vida donde no hay vida, vida más allá de la vida u otra vida distinta.

Si alguna vez escribo quiero poder ser lo que quiera ser, no lo que puedo ser o los demás me dejan. Puedo estar en Saturno y hablar de Urano o de la constelación de las estilas carmesí, y convencerte de que estilas son como escamas lanceoladas de textura geométrica que se desarrollan de un modo similar a la formación de un copo de nieve y por tanto su visión es única en cada unidad, que no hay dos estilas iguales, que cada estila carmesí se crea de un grano de azufre combinado con hidrógeno y oxígeno, y de ahí que su color parezca rojizo. Ahora quieres verla, yo quiero tocarla, queremos conocer su formación, y sin embargo... todo lo que existe son estas letras.

domingo, 8 de abril de 2012

El sentido entre la maraña y demás historias de cómo y con quién

Hay una necesidad inminente de dejar de mirar sólo lo negativo y detenerse un momento a vibrar con la belleza. Y a los artistas nos toca ese papel, dar al mundo razones para seguir girando. Los motivos no tienen por qué ser complejos, puede pasarte mirando el cielo de noche, viendo estallar fuegos artificiales en la playa, en Ibiza, a pesar de estar experimentando el peor viaje de tu vida; o puede suceder en Barcelona mirando el puerto, comiendo un helado, en otro viaje que suponga una hecatombe... El sentido a esto aparece entre la maraña de desidia y de frustración y consigue darle la vuelta a tu pensamiento hasta que quieras estar aquí.

Queremos estar aquí aunque no esté claro el cómo o el con quién. Vamos vislumbrando el 'cómo no', y el 'con quien no'... el 'por qué' sucede a cada paso.

5 for me

También en la alegría se hace evidente la pena... todo lo que nos limita y determina. Cuesta verlo, pero sí, yo también me acomodé. Y no quería hacerme a la idea de que otros han ganado, pero no conozco otra manera: soy dependiente. Intento recordar y aún no me viene a la memoria una sóla cosa que emprendiese en soledad sólo por mi misma, a excepción del viaje a Londres... Supongo que en el "todo perdido" el egoísmo nos resguarda pero, a fin de cuentas, mi futuro siempre está hipotecado a estímulos, a seguir "por x", no a seguir por mi. Me han vuelto inútil y yo he dejado que pasase, y la rebeldía del "ahora ya no quiero" es comodidad en cierta manera. Supongo que en mi espacio sería útil, o eso quiero creer. En planes con más gente funciono bien, o eso creo...

Ir a Mauritania, a Madrid, a Japón... ¿el fin soy yo?. ¿Donde estoy en las decisiones? en los cambios que realmente dirigen mi rumbo. No he salido de esta jaula aunque ansíe escapar para siempre pero... supongo que asumir con frialdad esa salida será otro temor, saber casi sin duda alguna que no hay vuelta atrás. No hay ayuda, hace años que no la hay. Ninguna.

Piedras y más piedras en el camino, y yo tropezando con cualquiera de ellas. No importa apenas el que la culpa sea mía o inducida por la presión, el resumen es mi cansancio. Ya no soy joven. Y escucharlo encima en esta casa como otro reproche: "o te sitúas ya o serás demasiado mayor... demasiado mayor". No quiero necesitar a ninguna voz limitante nunca más, sólo voces que me ayuden y me digan que puedo llegar donde me proponga.

Soy una perdedora porque me he refugiado en la pérdida y no he avanzado realmente, no he construido cosas que me sirvan, sólo he pensado en lo que perdí, en lo que podía haber sido con otros. Olvidé lo más importante: que lo único que sigue a fin de cuentas soy yo misma, hasta que estuve a punto de perderme... y fui a Londres.

No se necesita estar al borde, pero sí, creo que lo merezco, que lo merecía para ver lo que queda con estos ojos, para dejar la añoranza en paz y hacer algo de verdad. Dejar los intentos, las pobres excusas, las justificaciones, las culpas y terminar algo. Y sumar otra cosa nueva después, pero ir sumando.

La gente ha crecido, y también ha llevado golpes. Vagar como he hecho, de un lado para otro no era más que no querer levantarme, no ser suficientemente fuerte.

Se podrían odiar tantas cosas, a tantas personas... lamentarnos sin fin preguntándonos por qué, y se puede ser valiente y responsable y tratar de dar el paso que no hemos dado hasta el momento, y dejar que sólo nos haga vulnerable lo que amamos, y también querernos a nosotros mismos. Si logramos no defraudarnos, posiblemente consigamos levantarnos.

Quiero que todo deje de ser un intento, quiero que sea verdad, que me lleve por fin a otra parte, que sea mía...

La gente está probando cosas y encima a veces dudo de sus iniciativas, cuando por lo menos son iniciativas. ¿Qué tengo yo?. He perdido lo más importante: mi voluntad. Al final la fiera no recuerda quien era, sólo conoce la jaula, y la pantera acaba echándose a dormir, otro día más, a la espera (insensata) de otra oportunidad, de lanzar un zarpazo y volar.

Estoy cansada cuando debería estar pensando alternativas a esto. Muy cansada...

viernes, 6 de abril de 2012

itadakimasu!!

A veces es difícil asumir lo que sentimos. Igual ha estado delante, un tiempo, inmerso en las circunstancias, en la casualidad, en el día a día. Y hacerlo serio asusta, por nuevo o porque dure, o simplemente porque suponga otro "volver a empezar", y el inicio de nuevas preocupaciones. Pero las preocupaciones existen al margen de esos errores y grandes ilusiones. Dejar que el miedo gane es demasiado triste y creo que ahora siento grandes alegrías. Y proyectos inundan mi mente a pesar de hacerlos moderados. Y la repercusión sigue pesando, pero soy bastante adulta para afrontarla, o volar tan lejos como pueda. Ya da igual. Da igual todo lo que está al margen de mis deseos, de lo que me hace sentir bien, lo que me hace sentirme yo misma, de los espacios que defino como míos, donde jamás debieron meterse ni opinar, ni coartar, ni restringir...

El mundo contigo está más cerca, porque el mundo somos tú y yo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Sentimientos fluctuantes demasiado desconcertantes

Creo que ciertas actualizaciones de estado son un error. Que una comunicación no medida puede serlo. Que un sentimiento necesita tiempo, sobre todo si se espera como algo de gran envergadura. Y sinceramente, la gente que cambia su forma de pensar a los tres días me desconcierta y no me da ninguna confianza. Y prefiero silencios a contradicciones o sensaciones que se escapan de mi entendimiento. Normal que deje de hacer planes...

Si tuviese que estar huyendo de algo ahora mismo sería de mi propia vida. Del hastío continuo que me produce sentir que no es mía. Del absoluto dolor que me produce un día en el mundo sola. De tener que dar de lado el pasado porque el presente sea un asco y el futuro se augure aún peor. Pero no contaba con desconectar a drede de ciertas otras cosas, y me va a servir bien ir a Praga o a cualquier parte.

No necesito sumar extrañeza a la extrañeza, ya la busco sola.

Creo que puedo ser dinamita ligeramente a punto de explotar. ¿Consecuencias? no me importan, tengo la semana muy nihilista.

-

sábado, 10 de marzo de 2012

La dolce vita

La madurez puede ser una época cruel en la que estemos tan absolutamente convencidos de que todo va a salir tan mal que ni sintamos motivación por empezarlo. Y seguramente fuimos aquellos jóvenes impetuosos sin miedo a las consecuencias. Los mismos que toparon con ellas cierto día.

No es exactamente miedo a pasarlo mal, el problema es que tengo un fantasma detrás. La historia sin final que se ha hecho crónica... mejor que no vea otro desdichado inicio. No sé muy bien qué hacer. Sobre todo cuando una vez por semana aproximadamente la ventana al caos se abre con alguna conversación que otra.

Y sigo siendo ilusa queriendo construir otra cosa. Sonrío porque estoy nerviosa, y me preocupo si los demás se preocupan por mi, cuando no sé bien hasta qué punto podré ser todo lo que ellos esperen. Sigo en standby. Y seguir de verdad implicaría reiniciar mi sistema emocional. Si desde 2004 todo ha ido igual de mal... debería estar sola.

No quiero ser un problema, preferiría no serlo. Al margen de que todo lo que está al margen de problemas me encante.

jueves, 8 de marzo de 2012

María Dolores

Debajo de lo aparentemente cotidiano siempre se esconde lo insólito.

Hoy podría haber sido un jueves como todos los jueves en los que al final pierdo la mañana durmiendo, pero como esta semana llevo bien los horarios y he madrugado, tengo cosas que contar. Ilusiones pequeñas, ilusiones inmensas.

Después de recorrer algunos multiprecio y papelerías a la búsqueda de papel interesante para un proyecto de estampación de forma no convencional, he recorrido el mercado en busqueda de material encontrado. Tras idas y venidas por los puestos, recopilando algo de papeles de cajas de fruta color añil (más bien violáceo), me he decidido a probar suerte dirigiéndome al barrio contiguo. Es mi camino habitual, y también lleva mi nombre.

Hay una tienda de cómics con bastante cantidad de ejemplares antiguos donde he pensado que podrían tener saldos, al estilo de lo que ví el verano pasado en Londres (pasaje que este blog desconoce). El caso es que he entrado, y le he preguntado al hombre por gangas de este tipo. Me ha sugerido unos a euro. No me parecían suficientemente baratos, pero los he estado mirando unos minutos hasta que me ha interrumpido para preguntarme qué era lo que exactamente buscaba, que para qué eran. Le he dicho que necesitaba material para un fin artístico, que si estaban estropeados o me podía vender algo al peso no era problema. Ha dudado unos segundos y de repente me ha dicho que tenía una maleta llena que podía venderme a buen precio a cambio de que me llevase también la maleta. Le he dicho que quería verla.

El caso es que el hombre ha sacado la maleta. Un trolley deshilachado de motivos Arts and Crafts, al más puro estillo William Morris, preciosa, lo más vintage que ni en mil búsquedas habría podido encontrar. La abre y me dice que por 25€ es mía. Le he pregundo que si era de un muerto. Con una interjección extraña ha tardado un poco y se ha referido a la cantidad de ejemplares que tenía dentro. Me ha parecido caro, se lo he dicho, estaba repleta, eso sí.

Era aún más caro comprar libros a un euro, pero igual mi padre me podría haber conseguido algunos... No me apetecía mucho pedir nada así que he regateado. No bajaba más de 20€, no he querido insistir (no es lo mío el regateo).

La he cargado como he podido, no tenía asa larga. Agachada todo el rato por la calle, turnando ambas manos, a ratos la cogía en peso, pero nada, tenía que descansar. Quien me viese habría podido pensar que era robada... o quien sabe.

He llegado a casa, impaciente, quería ver uno por uno cada libro. Quería buscar en cada rincón por si encontraba algo. Con algo de miedo, con sumo respeto.

Me parece increíble y especial, no sé por qué. No sé si es por propio fetichismo, porque valore los ejemplares en sí, por la pasión por los clásicos. Quizá me llame el misterio. Ahora sé algunas cosas y creo que quiero trabajar con eso. Posiblemente no hubiese escrito el suceso aquí, por preservar su secreto y ofrecérselo a su ahora conocida dueña (porque no la siento como mía aunque esté en mi casa), pero bueno, he decidido trabajar con la historia, como homenaje.

María Dolores. Así se llamaba ella. Sé más datos, pero no son necesarios aquí. Creo que era pedagoga, le interesaban temas sociales, de ideología de izquierdas, aunque también habían textos de tintes católicos, por lo que no descarto que fuese creyente. Es muy posible que viajase a América, pero sólo lo supongo. Hay anotaciones manuscritas, comentarios, ejemplares dedicados, otros prestados o adquiridos, alguno de muestra... un poco de todo.

¿Es posible que ese librero me haya entregado la maleta de su mujer muerta? sería cruel..., o tal vez ¿no sería una mujer que lo abandonó y a la que odia hasta el punto de querer alejarse de la maleta por completo?. Era de Valencia, eso sí, o por lo menos, residió allí un tiempo. También fue a Madrid, tengo un billete que no sé a ciencia cierta a qué tipo de transporte corresponde, pero sí, es de allí.

Ahora que sé esas cosas, ¿tengo derecho a pasarme por la librería otra vez para preguntarle acerca de ella?, ¿y si descubro algo que no quiero conocer?. Igual la maleta la abandonó alguien, y él no sabe absolutamente nada. Lo que sí sé es que los libros no son una mera compilación externa a la dueña del envoltorio. Su nombre coincide con muchos.

Estoy muy intrigada, y quiero construir todo el mundo que me ha dejado en sus pistas de una manera gráfica. Podría narrar sus viajes, algunas de sus inquietudes. ¡Esa mujer tiene un libro de Marguerite Duras!. Ella me gusta ahora, y siento rabia de que su maleta esté en mi casa y alguien la haya abandonado, alguien la haya vendido. María Dolores está muerta, estoy casi convencida. Sus libros datan del setenta y tantos la mayoría y 80's, algunos más recientes pero se nota que son libros leídos en la madurez, o tal vez. He encontrado también un par de cabellos, uno más trigueño, y otro cano. ¿Cuanto tiempo tendrá cada uno?. Los he depositado en la papelera. No quiero que se moleste (si acaso eso es posible) por el uso que hago de sus posesiones. Esto me parece casi religioso. Toco la maleta como si fuera preciada. Abro los libros como si fuesen a desmontarse. Poseo restos de la vida pasada de otra persona que alguien ha regalado o vendido. ¿Ella merecía eso?.

No me importa como fuese. Esa mujer merece ser respetada. Así que le voy a dedicar mi libro de arte, como pago a ella por dejarme usar sus libros, y no como el dinero que le he entregado a ese comerciante que ahora es un enigma para mi, moralmente.

Tengo una tía muerta que se llamaba igual que ella, aunque siempre la llamaron Lola. Y también adoro Lolita, así que voy a venerar su figura, sea cual fuese.

¿No es apasionante?. ¿No es acaso una razón para salir de mi parálisis?. Si no es una señal es por lo menos mi motivo ahora. La voy a convertir en una mujer increíble, a lo largo de los tiempos.

Tengo que comer, me reclaman.

martes, 6 de marzo de 2012

Mucho montón, poca excepción

Me encanta la gente culta, y la gente inteligente que explota su intecto para el beneficio de todos, pero hay tardes en que la sobredosis de gafapastismo, culturetismo y postgilipollismo se me empalaga tanto que hasta siento diabetes. Pero hoy es un buen día y no todo el monte es orégano.

Aparte de reflexionar un poco acerca de lo estúpida que resulta nuestra existencia gracias a la ya visionada y revisionada obra de Pierrick Sorin, recordar que nuestras alegrías son tan pocas que hasta tenemos que inventarlas y fortalecerme en la idea de que cuanto más simplifique más felíz viviré... siento realmente que cuanto más humilde se es más credibilidad se infunde. Me entusiasma la gente entusiasmada, sobre todo cuando esa gente tiene talento, cuando está informada, cuando investiga sobre sus intereses y construye su camino día a día. Tengo compañeros que son artistas con proyección en potencia.

Pero sólo voy a observar este mundo un rato más y admirarlo en el futuro para siempre sin tener que soportar la inmersión directa entre los que señalaba al principio, los que quieren vender la moto, y la gente que interesa algo. Supongo que la visión no es tan pesimista, pero este martes me siento cínica y puedo reirme un poco de todo.

Sorin me recuerda a Remi Gaillard, aunque supongo que el segundo es menos ortodoxo.

Cuantas contradicciones... personas que reivindican una formación seria en los centros artísticos y no colorear dibujos de Dora la exporadora y luego se escandalizan, rechazan o se ofenden por ilustraciones algo grotescas tipo Pica y Rasca en versión ultralight. Es mi impresión o ¿sólo vemos la paja en el ojo ajeno?. Hoy estoy con frases hechas, pero es que ¿cómo se puede estar criticando constantemente algo para que sea plural y luego querer censurarlo?. ¿Dónde está la capacidad de abstracción y de transformación?.

No voy a darle más vueltas, tampoco me interesa realmente.

domingo, 4 de marzo de 2012

y en mitad del relámpago llegó el mal de altura

Cuando estaba en primero de bachillerato me encantaban las clases de filosofía. Esa asignatura dió sentido a todo lo que me atormentaba, lo que me motivaba... digamos que conectó con mi mundo secreto apartado de lo que no dejaba ver a los demás por aquel entonces. Acabando ya ese curso, me senté con mi profesor a hablar con él, los dos solos. Se llamaba Belchí de apellido, siempre lo llamábamos así, ahora no sé si su nombre era Miguel o Emilio... ni idea. El caso es que era un hombre muy característico, con olor a café rancio, pelo grasiento tipo cazo, grandes gafas que le hacían los ojos enormes, voz de cuento, mirada penetrante, ideas rocambolescas, mente con cierta lascivia erótico-festiva, pasado de porreta... Para mi ese hombre era increíble, y la verdad, sentía miedo de que el siguiente profesor me decepcionase. Normalmente uno no suele esperar nunca que llegue algo mejor. Pero bueno... él me dijo que me animase, que el otro profesor ¡¡sabía mucho más que él!!, que me encantaría su clase.

El curso siguiente, segundo de bachillerato, lo impartió Buenaventura San Román San Román, posiblemente el docente que más me ha marcado. Aunque son muchos, del mismo centro. He hablado antes de él, creo, pero bueno... es de las personas que más he llegado a admirar, que más cosas me ha hecho ver, que me ha valorado como persona a pesar de ser una adolescente de 17 o 18 años... supongo que me te hacía sentir importante. Digamos que tomaba en serio y con sumo respeto la opinión de cualquier persona, que su reflexión era una filosofía tan válida como la de cualquier otro, aunque se llamase Kant o Descartes. Me dijo que era una buena filósofa. Me pasaba las excursiones hablando con él, mientras todos los demás pasaban o iban a divertirse. Yo quería escucharlo todo el rato, quería debatir todo el rato, quería dialéctica, quería aprovechar el tiempo de verdad. El hombre estaba casado felízmente después de haberse salido de seminarista por amor. Nos contó algunas otras cosas divertidas sobre su juventud que no voy a comentar por haber escrito su nombre, pero bueno. Era un amistoso hombre mayor de brazos cortos en relación a su cuerpo, que se perdía en la contemplación de los ombligos de las chicas de clase sin poder evitarlo. Digamos que no todo el mundo veía comprensible que yo viviese con tanto fervor la clase. Siempre empezaba las frases con su "es inmensamente interesante..." se cuestionaba todo. Adoptaba la postura del pensador de Rodin para analizar unos segundo antes de hablar, para elaborar un planteamiento más ordenado. Cuantas cosas...

Sí, es inmensamente interesante... la vida, la percepción, la connotación. Debe ser que todo lo que es claramente malinterpretable sea malinterpretado por cualquier tipo de persona sin excepción. Quizá ni siquiera es una malinterpretación, sino una interpretación distinta a la pretendida, y así suena todo mejor. Quizá no había ningún plan previo simplemente. Quizá el plan no puede preverse, ni siquiera desearse, simplemente es algo que puede pasar o no.

No sé si atraigo lo que niego, o me acerco yo sola. No sé si niego algo, ni siquiera si me suena convincente. Es demasiado pronto... es demasiado tarde... creo que pensar en esas cosas es tan ingénuo como creer que algunos pequeños actos sean inócuos. Se me hace un poco cansado teorizar siempre sobre el qué pasará, sobre todo cuando el ahora me gusta. Ese era un poco el plan, hacer que contase más el presente. También mi presente es algo mejor ahora, más equilibrado, con algo más de ilusión.

Creo que necesito impregnarme de cosas que me motiven a crear, a salvar ese máster que se va a convertir en una losa por mi culpa. Todo es simple y complejo, ¿por qué vamos a contemplar su complejidad aún disfrutando de su simpleza?. Es posible que ese plantemiento sea el dichoso carpe diem que siempre he detestado.

Quizá nada estaba descartado, ni siquiera medianamente meditado. Todo se resuelve en su proceso. El principal factor limitante suele ser el miedo. Pero bueno, la experiencia no es tan sabia como dicen, todos volvemos a equivocarnos, a veces porque queremos.

No sé porqué exactamente he comentado lo de mis profesores de filosofía, pero creo que lo sé perfectamente. ¿Se puede sentir eso?. En realidad no es un paralelismo tan parecido pero sí que denota algo de mi.

Igual estoy demasiado perdida como para buscarme en alguna parte. No quiero empezar nunca a predicar cosas que no practico, aunque con lo de la asistencia a clases esté fallando.

A ver qué pasa...

martes, 28 de febrero de 2012

Canela y madroño

Aunque ocasionalmente me dedique a la magia, mis aspiraciones personales son el "ser felices juntos aquí y ahora", es decir, nada de contemplación amorosa, nada de planes "para siempre", nada de decepciones, nada de fantasmas, nada de expectativas erróneas.

Planes moderados, planes factibles.

Esta tarde he leído la Biblia. El Libro de Jonás. Me lo recomendaron el viernes pasado pero... creo que lo tenían algo sobrevalorado. Igual es que la historia del perdón a mi no me parece sorprendente. Me sirve sobre todo la parte en que Jonás siente miedo de su misión y desobedece a Dios, y con ello ocasiona una tormenta. Me gusta que sea consciente de su huída, y del mal que trae consigo. También que se sacrifique por sus compañeros de tripulación.

Lo que no entiendo es por qué después tanto egoísmo al no apiadarse del poblado en el cual debía predicar. Él no había sido mejor que ellos. En la historia Dios es la voz sabia que perdona y explica el valor de la vida, y Jonás era un personaje coherente hasta que decide aislarse. No sé, igual es que no he pensado demasiado bien en que cuando se trata de nosotros demandamos más benevolencia, y cuando se trata de los demás somos siempre más egoístas y menos empáticos. Debe ser esa la lectura correcta.

Aún así, he disfrutado más con otras lecturas de ese libro.


Me gusta el olor de la canela, sé que a los chicos les suele parecer demasiado dulce. Mi teoría es que los hombres prefieren las esencias más frescas o cítricas, herbóreas, como la lavanda, el musgo, o similares. Las chicas preferimos vainilla, canela, coco... madroño. Olí el madroño hace meses y ese día no llevaba demasiado dinero para gastarlo en un tarrito tan pequeño pero... tengo que conseguir un poco.

Pero no todo es dulce siempre en el lado femenino y fresco en el masculino... o quiero pensar que no es regla fija.



Tenía un buen día hasta que alguien inició una fugaz conversación on line y me recordó lo muy triste que me siento y que soy completamente imbécil creyendo en... ¿qué más da?. El problema es que dejo que me afecte, no es de nadie más.

Una gota puede desbordar un vaso, un dedo puede tapar el sol. Cuestiones de tensión y perspectiva.

lunes, 27 de febrero de 2012

Podemos conseguirlo

Este blog es mi terapia. Es bastante evidente. Por eso no la abandoné por ningún artista al que no gustase. Es algo preciado.

No me la ha prescrito nadie, nunca he visitado un psicólogo, pero todos lo necesitamos.

Estoy emocionada, ultrapositiva, cargada de fuerza, de optimismo, dispuesta a levantar montañas, consciente del ímpetu arrollador que vive en todos nosotros, de la valentía, de las causas secretas...

Debo concentrarme en ir a clase, y dejar de evitarlas. Debo comprometerme a realizar los trabajos que tengo que hacer, dejar de procrastinar. Si quiero que sea "algo" perfecto (en esa utópica aspiración/concepción mía causa principal de mi autobloqueo) debo trabajarlo día a día, darle forma en el proceso, no sentir vergüenza de mis errores. Sé cómo hacerlo, con lo demás lo consigo. Tengo que superar la parálisis. No puedo predicar sin un ejemplo. No puedo servir de ayuda si soy una cobarde...

No estamos solos, tampoco queremos estarlo. Podemos ayudarnos de forma inimaginable con actos sencillos, con pocas palabras.

jueves, 23 de febrero de 2012

Spoiler

Alguien me habla como a una niña y ahora no puedo dejar de pensar, y no es un estado de enfado lo que me mueve a escribir esta mañana. Nadie puede medir desde su prisma aún ajeno el nivel de utopía en los pensamientos de otra persona, por mucha experiencia que tenga, serán sus juicios subjetivos proyectados sobre los míos. No es un tema de reglas fijas el que a mi me atañe. Tampoco la estadística me convence.

Desear algo simple y que no falle para mi amiga de sueños orientales, algo estable y verdadero que la haga felíz día a día, no tiene por qué referirse a que mis aspiraciones sean tan sencillas. Aunque lo intente mil veces me complico. Sin reflexión no hay vida.

Las relaciones pueden ser como el Arte. Uno sólo persigue ser contemplado y admirado, otro evidenciar algo que está mal con un ejercicio de análisis, intelectual, en el que ya no sólo nos regodeamos en el deleite de esas formas sino en el placer que intelectualmente nos aportan por su mensaje, por su valor, por su contexto. Al margen de otros tipos de fines, estos dos se asemejan para mi al sexo y al amor, respectivamente, o sexo con alguien que mueve algo más en ti que el puro encuentro, depende de lo que se comparta.

No hay mucha gente que haya conocido que suponga para mi una compañía emocional o que quiera expresar en palabras lo que en sus ratos autorreflexivos extrae. Estoy acostumbrada. Quizá perdí a las más importantes para eso, o están lejos, y ahora sólo hay pinceladas puntuales de ese tipo de relatos y poco más. Y lanzarse a divagar tiene su riesgo cuando algo definitivamente pulsa la tecla equivocada. Pero el resultado no es malo.

No sé qué hacer hoy, no tengo definidas mis ideas acerca del trabajo que debería estar haciendo y así no puedo presentarme.

Ayer en Shame el jefe del protagonista (Brandon - Michael Fassbender) le recrimina que en su disco duro hay cantidad de porno con algunas "modalidades" que yo he visto sin considerarme obsesionada por el sexo, como si fuese algo realmente sucio y oscuro. El tío que lo tacha de eso tiene mujer e hijos y se había tirado a la hermana de Brandon la noche antes, en su piso, y en su cama. Y todas las noches que salen le tira los trastos a cualquier chica que se le ponga a tiro, siempre sale a ligar. De ahí se extrae que toda la gente que trata de determinarte no tiene nada con qué predicar. Los íntegros son los corruptos, los eternos jueces para otros y no para sí mismos... La verdad es que prefiero ser del bando de la gente real. De los que estamos algo dañados, de los que asumimos que lo estamos, de los que buscamos una salida a eso, aunque sea leve, de los que dejamos vivir.

Y realmente esto no tiene nada que ver con lo que he empezado a comentar, sino con el estado de ayer y todo lo que sigo arrastrando de semanas y semanas de incomprensión. De querer gritarle a unos cuantos y cuantas que lo que necesitan es follar o que les den por culo, y que si no, asuman la frustración como lo hago yo, y se guarden sus comentarios en el bolsillo.

Igual ésta es una entrada que nadie quiere leer. Pero es lo único que me apetece escribir.

miércoles, 22 de febrero de 2012

battleground

Por fin. Primera vez que voy al cine sola, segunda contando la vez que fui a la filmoteca. Necesitaba escaparme, aunque suponga faltar ya dos semanas a la misma asignatura. Era necesaria la película, y el estado que necesitaba canalizar con ella.

Pulsiones, hechos, gente que está realmente jodida de base, que luchan por vivir, por acallar los demonios. Vías de escape, todos las tenemos.

Sí, nuestro cuerpo es un campo de batalla [your body is a battleground - Barbara Kruger], y peleamos contra lo que nos hace débiles, contra lo que nos aboca al vacío. Otras, el vacío nos envuelve y es la razón que nos mueve. El daño, la culpa... tantas cosas.

He disfrutado estando sola, del silencio de la sala, del pase de las 17:30. Igual que la vuelta pasando a saludar a mis amigos.

Los días sin pequeñas alegrías son días estúpidos sin nada que guardar, he ganado sacrificando la clase de videoarte.


Pero sigo teniendo cierta ansiedad que me llama a hacer lo contrario de lo que debo hacer.

o como quiera que lo llamase Sofía Coppola

Hay días en los que percibo muy viejo mi cuerpo, y me miro en el espejo añorando el que alguien lo recorra. Y me siento demasiado sola. Es probable que por esta causa busque alguien perdido en la misma traslación o traducción, o como quiera que lo llamase Sofía Coppola. Y hablo, hablo sin parar buscando refugios humanos que consigan tocar mi espíritu y olvidar la carne. Y busco inmateriales que posean bellezas ocultas y pasiones distintas, que se olviden de la piel. Sólo en esa comunión surgen verdaderas uniones, la extrema exaltación, el choque de intelectos, el instinto del ser.

Es fácil ser la loca entre los cuerdos, o la más cabal.

Esta tarde pretendo saltarme la clase e ir al cine sola... qué remedio. Necesito ver Shame.

jueves, 16 de febrero de 2012

Luna ladrona

Y la noche fenece, tristemente, a manos de la prístina luz del alba, y en ese hálito de vida robada, entre sollozos por las estrellas, la atmósfera nos regala su estallido dorado, el germen de un nuevo día. Solamente es la manera de poder ver entonces que el fulgor de luna no es más que otra parte del artificio, de la ensoñación. Adoramos ese ente como poseedor de luz propia, admirando la mentira en el reflejo rodeada de oscuridad. Pero la mañana se muestra sin intermediario. El verdadero sol irrumpe, magnánimo, con la luz que le es propia, en su talante, en su naturaleza. Nos baña, con la verdad de un planteamiento honesto, desmedido, devastador. Y recorre los confines de nuestros cuerpos tibios, paliando el desasosiego por la ausencia de esa luna, hipnótica, que en su recuerdo nos eclipsa envuelta en el delito del robo que le otorga esa delirante belleza. Y veneramos el robo, le somos cómplices, queremos vivir su oscuridad, y mirar sólo la llama lejana rodeada de destellos.

¿Por qué no amar el día con el mismo ahínco férreo? ¿Por qué no amar un sol protector que nos da calor?

-

miércoles, 15 de febrero de 2012

Altruismo, pobreza, ambición y riqueza

Cuando terminé el colegio en 4ºESO quise separarme de la mayoría de personas que habían sido compañeros en ese centro infernal, así que opté por estudiar Humanidades, o letras puras, y dejar de lado las matemáticas y el resto de ciencias. La idea, tras descartar la rama ciéntifica, era estudiar derecho con vistas a ser fiscal o notaria, ya que defender a un criminal no es lo mío. El caso es que conforme avancé, me dí cuenta de que el dinero no era lo más importante, que quería ser felíz y hacer felices a otros, que el mundo se merecía ser mejor, que tal vez yo pudiese aportar algo a él para llenarlo de color, de esperanza, para hacer reflexionar a otros, y no desaprovechar esas cualidades que los demás veían en mi y admiraban. Muchos profesores me decían de pequeña: estudia Bellas Artes!! tienes que estudiar Arte!!. Al final les hice caso.

La situación ahora es la que es. ¿Por qué es tan triste pensar en que la persona que tiene un fin lícito, altruista, desinteresado, que tiene esperanza en mejorar su sociedad, en aportar algo a otros, al final sólo se encuentra con pobreza? con un medio que no le da para abastecerse, para dar nada porque él no tiene. ¿Deseamos de verdad escuchar a nuestros hijos decir: Quiero ser abogado porque quiero tener dinero. Quiero ser ingeniero para ganar mucha pasta. Quiero ser rico. Quiero trabajar poco y ser rico?.

Todos queríamos vivir bien. Queríamos ser felices y hacer felices a otros...

Les salió mejor a los ambiciosos, a los que pensaron primeramente en sí mismos.

lunes, 13 de febrero de 2012

No tengo otro motivo más importante

Una de las hermanas maravilla ha puesto: "El amor no es una mierda, mierda son las personas que juegan con él", no sé si la frase será suya pero es de lo mejor que he leído últimamente.

Estoy un poco cansada de la gente que no se toma en serio nada. Cada uno puede refugiarse en lo que quiera, por supuesto, pero que dejen de ensuciar un concepto que aún hay gente en el que cree... Me parece bien que quien quiera juegue a saltar de cama en cama como quien juega a damas y en ello logre alejarse de sentir lo que trata de anular. Por mi parte salto de conversación en conversación, de sitio en sitio mientras mi cama lleva sin hacerse meses. Y no tengo ninguna necesidad desmesurada de regalar mi compañía a desconocidos que no ame en ese aspecto.

El sexo sin motivo puede ser la cosa más bana del universo... y si acaso busco algo son "cosas" de verdad, con forma y con concepto, materializar un sentimiento y no sentirme viva sólo por roces tan leves. No me voy a permitir el lujo de mirar unos ojos tan cerca y que no me digan nada pudiendo vivir la incomparable sensación de perderme en otros que me revelen algo auténtico, aunque me lleven al abismo. Supongo que quedará gente que comprenda que no siempre el ídolo de masas es el mismo. Jamás he vivido sin sentido, y no voy a empezar ahora porque esté sola.

Es verdad, el sexo mueve bastante el mundo, destroza hogares, trasgrede dignidades de aquellos que deberían ser emblemas del honor, y apenas importa. Como las cifras de personas que mueren en el mundo. Pasa y ya está. Y se sigue corriendo en busca de otra oportunidad para culminar. Así que ante tanto desenfreno yo opto por poner mi freno y no perderme nada. A salvo de personas nocivas a la mente y al cuerpo.

En la vida hay infinidad de pasión que rescatar de otros lugares. Incluso lo mejor de estar con alguien puede ser levantarse por la mañana después de haber dormido juntos. Nada de eso tiene sentido en los tibios encontronazos de turno.

Igual es porque mañana se celebra San Valentín y el tema amor está candente. Igual es porque para mi es vitalmente omnipresente. O tal vez porque mis dos amigas del instituto están felizmente emparejadas, siempre, justo cuando yo no lo estoy... que a pesar del empalago de corazones, el rechazo de los supersolteros, y otras especies, alguien tiene que defender el amor si lo ama de alguna manera. Así que me sumo a la frase de la alocada hermana maravilla. El amor no es una mierda, es mejor que el sol por la mañana radiante o la luna inmensa de noche. Alguien que no haya amado en su vida se ha perdido todo lo que había que hacer aquí. A pesar de que se convierta en una tortura o una montaña rusa frenética, a pesar del desgaste, de los golpes, las peleas, la pérdida de control, la decepción, el fracaso, los juicios, las acusaciones, las grandes aspiraciones... a pesar de lo inmensamente malo, del veneno que puede insuflar en una sola vida... merece la pena.

No tengo otro motivo más importante que defender ni al que corresponder íntimamente en el hipotético caso. Mi carpe diem es ayudar a mis amigos, construir felicidad, elaborar sonrisas, idear proyectos que logren ser realidades, crecer en el proceso, compartir con ellos... y esperar que a cambio, algún día, hacerlo bien implique que por fin me vaya bien. Porque si hubiese un juez que lo viese todo y pudiese elaborar una respuesta, sería consciente de que en la vida rara vez triunfa la justicia. Aún así los ideales son inquebrantables, incuestionables, inolvidables. Lo único que a fin de cuentas te retrata. Y nos rescatan cuando el desorden de los acontecimientos lo nubla todo, lo que queda siempre es lo básico.

Puedo gritar tan alto como me permita la garganta una defensa más ordenada, pero he decidido guardar silencio. Emisor y mensaje están en consonancia. Ya que todos mis profesores se mueren por decir "feedback", yo reivindico desde aquí el concepto de "retroalimentación" (sí, tenemos una palabra preciosa para traducirlo), y animo al receptor a unirse a él y lograr finalmente un diálogo que lleve al consenso y quizás a la paz.

"nena..."

¿Por qué no nos cansamos de esperar?, ¿por qué seguimos creyendo en la justicia?, ¿por qué aún deseamos algo?...

Nadie se preocupa por reparar lo que hizo mal, simplemente avanza y lo deja atrás.


Necesito sentarme en una sala oscura con alguien. Ver una película que me haga llorar. No hablar una palabra. Salir de la sala, como si nada hubiese pasado. Sonreir, como si esas lágrimas no hubiesen sucedido. Hablar... y volver de nuevo a casa.

jueves, 9 de febrero de 2012

Lejos ya de la ausencia...

Me acosté a la 1:00 pensando que podría dormir, pero la lluvia de ideas ha vuelto a atacarme. Cuatro y media, y necesitaba escribir.

Al margen de redactar algunas reflexiones con vista a una exposición de mi carácter el martes, me apetecía comentar un poco el bagaje reciente. Y la verdad es que en este devenir entre 2009, 2010, 2011, lo mejor aprendido y lo motivador es que sí, 2012 es un cambio de era, lo está siendo, lo va a ser.

He visto como la razón más fuerte por la que mi creatividad o mi amor estalló ahora se diluye consumida por su verdad, que implica algo que no era exactamente lo que había idealizado. Y en este tránsito también está el quererse al margen de personas que pueden mantenerse mucho tiempo a tu lado sin quererte en absoluto. Y continuar con esa relación masoquistamente por las débiles alegrías y aportaciones que se creen sinceras de entre todo eso. Y aún así, en ello, en la experiencia de encontrarse con otras mujeres, con personas "normales", de vivir una vida cotidiana por fin, cercana a lo que es el mundo, y bajar de la ensoñación impuesta en la sobreprotección que padezco... en todo esto, ver finalmente lo importante.

Lo que importa es la gente que está a tu lado, que te cuida día a día, que te quiere y lo demuestra. Hacemos ídolos a personas insignificantes que sintiendo ese poder lo único a lo que aspiran es a robarnos el nuestro. Y se lo damos, se lo damos todo. Pero no... ya no.

Cualquier caída puede superarse, lo he visto, lo he sentido. El verano pasado estuve en la tesitura límite (más triste, más importante) y ahora se muestran los resultados.

Quien te quiere permanece, pero no se puede permanecer donde no te quieren.

Si se me permite un consejo: baja de tu absurdo pedestal y dale la mano a quien tienes al lado, regálale una sonrisa, haz algo por él, y muy probablemente encuentres un amigo o esa persona comience a formar parte de tu mundo.

"Aléjate de la gente que te hace daño" es lo mejor que alguien podía decirme, porque ahora sí que soy capáz de escucharlo, de asimilarlo, y de hacerte caso amigo mío, como tantas otras veces tú has seguido mis consejos.


No espero nada a cambio porque sé que hacerlo bien implica recibir algo de bien. Así que el propósito es cuidar de mis amigos, por todas las veces que estuve pensando en el amor y la catástrofe y no les dí el lugar que ellos merecen. Y dejar de regalar mi atención a causas que me paralizan, que han bloqueado mi evolución, única y exclusivamente porque lo permití. Pero la gente está mirando hacia delante, y yo también quiero contemplar el ahora como una nueva oportunidad, y encontrar por fin una meta.

-

*Keep calm and carry on* (forever carry on!! a lo manowar)

-

martes, 7 de febrero de 2012

27

Dos y siete, siete del dos, veintisiete... un buen número, aparentemente el mejor. Hasta los 72 no creo que otro me parezca tan bonito, pero claro... no todo es la apariencia.

Este año me parecía bastante decisivo a la hora de esperar o no una frase agradable hoy, así que, cuento con las que han aparecido. Son muchos amigos, no me puedo quejar. Además mi abuela y mi prima me han cantado a duo "cumpleaños felíz", las compis del trabajo "happy birthday", aparte de los regalos, sonrisas y demás gestos cariñosos.

Han proyectado también unas frases simpáticas que nos hacían ilusión a la chica de sueños orientales y a mi, y nos hemos encontrado unas sombras de ojos en la basura (intactas) ¿qué más se puede pedir?.

Este año no pido nada.

lunes, 6 de febrero de 2012

Otra vez... Benedetti

I

Quién hubiera creído que se hallaba
sola en el aire, oculta,
tu mirada.
Quién hubiera creído esa terrible
ocasión de nacer puesta al alcance
de mi suerte y mis ojos,
y que tú y yo iríamos, despojados
de todo bien, de todo mal, de todo,
a aherrojarnos en el mismo silencio,
a inclinarnos sobre la misma fuente
para vernos y vernos
mutuamente espiados en el fondo,
temblando desde el agua,
descubriendo, pretendiendo alcanzar
quién eras tú detrás de esa cortina,
quién era yo detrás de mí.
Y todavía no hemos visto nada.
Espero que alguien venga, inexorable,
siempre temo y espero,
y acabe por nombrarnos en un signo,
por situarnos en alguna estación
por dejarnos allí, como dos gritos
de asombro.
Pero nunca será. Tú no eres ésa,
yo no soy ése, ésos, los que fuimos
antes de ser nosotros.
Eras sí pero ahora
suenas un poco a mí.
Era sí pero ahora
vengo un poco a ti.
No demasiado, solamente un toque,
acaso un leve rasgo familiar,
pero que fuerce a todos a abarcarnos
a ti y a mí cuando nos piensen solos.

II

Hemos llegado al crepúsculo neutro
donde el día y la noche se funden y se igualan.
Nadie podrá olvidar este descanso.
Pasa sobre mis párpados el cielo fácil
a dejarme los ojos vacíos de ciudad.
No pienses ahora en el tiempo de agujas,
en el tiempo de pobres desesperaciones.
Ahora sólo existe el anhelo desnudo,
el sol que se desprende de sus nubes de llanto,
tu rostro que se interna noche adentro
hasta sólo ser voz y rumor de sonrisa.

...


Asunción de ti - Mario Benedetti

domingo, 5 de febrero de 2012

Defendiendo el hoy como defendería el ayer

En las huídas, en los volantazos, en los cambios de ritmo, en las catarsis... en todo lo que es mirar otro punto distinto del que tuvimos como eje, en toda búsqueda de un sistema novedoso... ahí, es precisamente donde se haya "el comienzo". Y a veces está tan camuflado, tan inmerso en los acontecimientos que ni siquiera creemos en él. Pero tiene raíz en ello. Con el tiempo crece y suele disipar las dudas... aunque tal vez nos quede ese resquicio del "lo que viene después". Tenemos que creer en lo que construimos ya mismo, el pasado siempre llama para arruinar el presente, para sembrar la duda. Luchemos por este nuevo principio. Hoy es tan bueno como ayer. Hoy sabemos más de nosotros mismos.

Mil mareas crecen en mi todos los días. Van y vienen. Persigo un rumbo fijo. Quiero una vida más estable, pero nada lo pone demasiado fácil.

Sí, he tenido muchos errores, por mi vehemencia, por la pasión destructiva con la que proyecto todo, cuando me arrasa movida por razones superiores, imposibles, con las que lucho hasta el desgaste y al final todo fracasa. Pero me siento auténtica errando por sentimientos propios y sinceros antes que por papeleos sin sentido o burocracias.


No entiendo por qué llaman "Amante" sólo al que furtivamente aporta algo de sexo a la vida. Con lo bello y brillante que es ese término, debería corresponder a alguien que te ama... y ya está, de ahí partiría todo lo demás, el sexo por descontado.

Es posible que pase mi vida siendo la amante nunca amada. Desbordada y atacada por el vaivén de ejes que fallan. Volviendo una y otra vez a la huída, al cambio, y vuelta a empezar.

Hoy siento que no tengo nada pero lo tengo todo.