domingo, 20 de junio de 2010

In crescendo

Me maravillo de experimentar cómo una persona puede involucionar hasta el punto de transformarse en una adolescente de 12 años teniendo 25. Sí, soy yo misma. Vale, asumido queda que todas las cargas pasadas me han convertido en una persona altamente insegura. El control y yo hoy no nos hemos cruzado.

Miedo a todo todo el tiempo. Nada en mi es suficiente. Me odio.

Al margen, una tarde tranquila y divertida. Vértigo... y alegria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario