domingo, 26 de mayo de 2013

Gástalo... después no importa

Lo que para unos es la felicidad para otros es el infierno. Unos lloran por lo que han dejado atrás, otros lloramos por no poder dejar atrás lo que tenemos, siendo exactamente lo mismo. Distinto miedo.

Libertad es poder elegir (un privilegio escaso).

Una de las cosas más valiosas que me enseñó el chico de la tienda de cómics que ya no quiere ser mi amigo es que desde pequeños hemos recibido obsequios, algo tan absurdo como tener una caja de rotuladores, y en ese afán por preservarlos para que no se gastasen, los guardábamos y consumíamos mínimamente. Lo ridículo es que un rotulador que no se usa con el tiempo se seca. Podríamos habernos dedicado a pintar, disfrutar de pintar todo el tiempo, y no lo hacíamos pensando en agotarlo. Un lápiz, un rotulador... algo que no habías ganado de ninguna forma, no te permitías el lujo de disfrutar de él.

Para mí no sólo se aplica a los objetos. Tenemos a los demás, y se acercan sin ser muy conscientes de merecerlo, y pensamos en el final, y en el desgaste, y no pintamos todo lo que querríamos.

Tengo una caja entera de rotuladores Carioca, siempre quise una de las grandes, las de dos filas, así que cuando la conseguí apenas gastaba. Hace tiempo cogí alguno que otro. En su mayoría están casi secos. Tenía muchas ganas de tener esos colores y los tuve, pero no pinté apenas. Qué absurdo...

Pues así todo, todo el tiempo que se va, la gente que te deja y lo que ya no se puede recuperar. Sólo me permito gastar lo que creo que merezco o es mío de alguna manera, aún así modero bastante el exceso. Pero las cosas inmateriales deberían disfrutarse con bastante menos miedo.

Sólo me he sentido valiente en una época, una muy concreta, y aún así alguien me dijo que tampoco lo hice bien. No sentí poder hacerlo mejor que entonces, ni siquiera ahora. Pienso que podría haberme lanzado bastante más a ciegas pero lo hice prácticamente por completo. Es decir, la perspectiva correcta no existirá, hagamos lo que hagamos. Me hubiese gustado que saliese bien esa vez.

Todo lo que viene después siempre es por algo, o eso dicen... Todo lo que viene después...

No sé realmente qué creer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario