lunes, 5 de abril de 2010

Lagunas

El jueves después de escribir en el blog mandé un sms que no recordaba haber mandado. 5:46 de la madrugada del viernes. Es la consecuencia de que el sábado contestase casi lo mismo, a la respuesta que ahora conozco como derivada de mi sms anterior. Me asusta un pelín este tipo de cosas, pero por suerte todo fue coherente.

Al final a la comida no voy, tengo que comprar las cosas para mañana. Un lunes con pocas ganas, la verdad.

Baudrillard se lo carga todo en su libro, espero que no me cree demasiados daños emocionales. Si fuera católica igual necesitaba hablar con el profesor para solicitar un cambio de grupo, porque vaya tela... en 20 páginas ya ha puesto en duda a Dios, el resto no me lo quiero ni imaginar.

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