viernes, 2 de abril de 2010

Sueños marchitos

Al llegar a casa toca aceptar la realidad. Huidas varias de conocidos tuyos, no tanto míos, tratando de evitar lo que otras veces será inevitable. No entiendo por qué tanta polémica por asuntos evidentes. Espero que el día de morir por dentro se retrase hasta unos meses.. años o milenios... no tener que soportar escenas insoportables, noches inaguantables y llantos inconsolables.

Mañana viernes santo. Nada que celebrar en realidad. Seguiremos sacando la cabeza para no ahogarnos en busca de algo de oxígeno y sonrisas que no hagan esta existencia tan turbia...

Sigo sin entender por qué tantas buenas personas vivimos esta depresión constante, esta amargura incurable de noches vacías, de sueños incompletos, de amores rotos y deseos marchitos, mientras los demás bailan insensatos como antes lo hicimos nosotros, con la inocencia de niños ilusos.

Peter pan me abandonó y campanilla tampoco me quiere, ni siquiera neverland subsiste para escapar a ratos... los niños perdidos nos quedamos huérfanos para siempre... no encontraremos la flor ni el zorro del principito... no pasearemos en moto como Amelie con el amor verdadero ni viviremos el mundo que quisimos vivir...

todo destruído, como siempre... pedazos que volveremos a dar sentido a la fuerza, sin más remedio, chapuzas... y millones de pensamientos que en absoluto piensan en nosotros... porque todos piensan en sí mismos, y los buenos hemos sido olvidados.

La fe está muerta y mi único Dios me abandonó hace meses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario