Sábado por la tarde, tras una semana de idas a clase y comienzo laboral, todos los trabajos se me amontonan. Supongo que a partir de ahora tendré que acostumbrarme. Salidas moderadas los viernes, o sin salida, como éste, y como mucho salir sábado para ser persona domingo y aprovechar el día. En realidad es una sana dinámica que me mantiene más centrada, aunque los pocos ratos libres que tengo, me da por elaborar pensamientos más profundos que de costumbre, incluso mis sueños son más activos.
Pero me apetece hablar de cosas agradables así que describiré un poco qué tal ha ido esta semana de trabajo entre libros. Es un sector agradable, que en parte me resulta familiar, donde el público en general es educado o guarda las formas. No he tenido ningún enfrentamiento con clientes, ni me ha tocado ninguno lo suficientemente estúpido para darme el día, cosa rara, pero de la que doy gracias.
Mi alegre mentora es una chica sencilla, amable y simpática, con una visión espacial portentosa, sentido del orden, carisma y una persona con la que realmente siento que podría encajar, al igual que el resto de mis compañeras. Todas se mostraron de lo más abiertas, con una actitud acogedora y atenta, para ayudarme en todo lo que necesitase y adaptarme lo mejor posible. Se preocupan mucho de que no me desanime si no sé aún como funciona algo, y aparentan un gran sentido de empatía. Hay un clima de trabajo amistoso pero basado en el respeto, cosa que de momento es inmejorable. El encargado es igualmente atento y desinteresado a la hora de explicarme cualquier cosa, así que a excepción de la jefa, nada me produce tensión.
La jefa, como no podía ser de otra manera, es una persona altamente competente, educada, que tiene interiorizada su posición y papel a las mil maravillas. Mirando por el bien de su negocio nos somete a un ritmo express, no apto para cardíacos. Supongo que tendré que adaptarme a su forma de trabajo lo más rápido que pueda, y es eso mismo lo que estoy intentando. De momento, presiento que por lo menos sabe que no soy tonta, y que a pesar de haber entrado por una recomendación, estoy trabajando como la que más en la medida de mis posibilidades, pues no puedo ser eficiente al 100% ahora mismo. Creo que hoy se ha percatado de que tengo carácter, y que no me gusta que me repitan las cosas muchas veces como si no asimilase. No quiero que piense que soy contestona, o que desafío su autoridad, así que tendré que vigilar eso.
Por lo demás todo perfecto. Voy alegre todos los días porque sé que me esperan risas con las chicas. Hasta las que no me conocen de las otras tiendas se han mostrado de lo más agradables. Igual con el tiempo puedo consolidar alguna amistad, me gustaría.
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