lunes, 15 de marzo de 2010

Porque el pasado siempre vuelve

No sé si será por vivir en una ciudad pequeña, o que ciertamente las personas tendemos a eso pero, en esta curiosa vida nuestra, el pasado siempre vuelve. Es interesante ver, cómo en un esquema temporal no muy extenso, el que está arriba anímicamente se intercambia por el que está abajo, el defraudado se convierte en el que defrauda, y otras circunstancias opuestas se van turnando hasta el día menos pensado.

Las personas que un día fueron importantes ostentan un lugar diferente a todas las demás, aún pasando al universo del "pseudesconocido". Asusta pensar en su vuelta.

Dentro de esta situación, que en ocasiones se antoja curiosa, tenemos la suerte de contar con un nuevo margen de acción para decir todo aquello que no dijimos, disculparnos, comunicar la falta de odio, hacer ver todo lo que se hizo mal o simplemente sonreir y saludar.

Es una vuelta al concepto de lo eternamente irreversible. Del amor al odio y del odio a la paz... y ¿de la paz nuevamente al amor? Lo natural es la negación, es obvio, pero ya son bastantes casos los que conozco de gente que habiendo dejado el odio tan lejos no le importa superar el miedo al error anteponiendo la añoranza del idealizado pasado que siempre con el tiempo se ve mejor.

Una de las mejores parejas que he conocido, le dió una oportunidad al pasado después de años, lo que me lleva a pensar que lo insólito no lo es tanto.

Con respecto a todo esto, sólo puedo decir que lo inverosímil para mí ya no existe. Hay ciclos infinitos convenientes y otros de los que conviene salir tarde o temprano, lo que ni aún así, garantiza no volver a verse envuelto.

El mundo es pequeñito y las redes sociales demasiado grandes (y con esto no me refiero necesariamente a las de Internet).

Pero por favor, en defensa de la salud mental, pediría a todo el mundo que enterrase sus fantasmas, que dijese e hiciese todo lo que le llene de paz, y ya si quiere después... que se vuelva a enamorar.

A la pregunta formulada hoy de si hay amor después del amor entre dos personas o la que exactamente ha sido: ¿Quién podría querer amar a esa misma persona después de haber dejado de amarla? Yo respondo, que sí, y que mucha gente. Falta observar más. En realidad es la historia del sueño de muchos niños con padres separados. Algunas veces se cumple.


Tengamos los ojos abiertos, que caprichos el destino tiene muchos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario