domingo, 28 de marzo de 2010

Algunos perros preciosos

Aún no puedo dar por terminado el día, a pesar de perder una hora por el cambio horario, pero, puedo decir que ha sido una buena semana. Nuevos y viejos amigos han aparecido con asiduidad, otros han desaparecido del panorama... pero nada que no pase en unos días, espero.

El mundo puede ser divertido a falta de alicientes como el sexo en compañía, o la compañía en general de un alguien x. Tener un trabajo de cara al público hace la vida dinámica, te permite codearte con desconocidos atractivos e incluso ver el tránsito urbano y ritmo de la ciudad; cosas que tanto me gustan.

Salir de fiesta como siempre, aunque charlar con extraños a veces es interesante. Gente que parece buena, con cosas curiosas que decir, mente ordenada y abierta y gente vacía, tonta del culo, chulos de mierda y demás gentucilla o fauna. Sin ir más lejos hablé con un blanco racista imbécil como él solo que sólo piensa en el aspecto exterior, obviamente, y con un chico negro muy simpático que me contó cosas de su experiencia en nuestro país, del suyo, que competía allí en deportes como el ciclismo... no sé, alguien agradable sin más pretensiones que hablar amistosamente, y ni siquiera me pidió el móvil. Este tipo de contrastes te hacen pensar en la casualidad de nacer en un tiempo, lugar y raza, y cómo tener que enfrentarte a eso en toda tu vida.

Los conocidos con novia que te mandan mensajes para quedar o te pegan el repaso tampoco molan. Desde luego si eso es moda que se vayan buscando otro plan, porque no conmigo. No entiendo porqué asumir un compromiso tan fácil de romper "supuestamente", con lo sencillo que es quedarse solo y estar con quien se quiera... supongo que es nuevamente por lo del sexo en compañía y de forma habitual, alguien que le lama las heridas si surgen y le abrace al despertar... pero sigue siendo egoísta.

El mundo a veces no da para más. Otros en cambio vuelven por sorpresa y viven el amor sin mierdas de este tipo. Menos mal, esperanza.

Cambiar de locales revitaliza, cambiar de esquemas o de música, pero cambiar.

Ya tengo chaleco nuevo... color color... alegría y optimismo, color de todas las flores que tienen polen, del sol cuando se pone, de los ojos de algunos perros preciosos, de los vampiros creo... y alguna que otra cosa más, salvando supersticiones escénicas y mala suerte.

El domingo me pone romántica, así que suelo quedar con mi amiga trascendental para librarnos de estos sentimientos. Tomar té y reirnos de nuestro patetismo es lo menos patético que podemos hacer, así que espero que así suceda. Se me ocurre hacer llamadas a gente que me apetece ver... pero no lo haré.

Mañana le daré el regalo a mi alegre mentora. Es un dibujo de una chica de New Orleans, quería hacer algo con estilo chulesco y más dinámico, y me ha salido. Estoy contenta.

Creo que voy a volver a escuchar los clásicos que escuchaba a los 18 y obtener más cultura musical. Voy a ponerme en marcha, iniciar un movimiento aunque sea interior, sin buscar apoyos que luego fallen.

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