jueves, 21 de febrero de 2013

Este azul siempre refleja el cielo

Hay detonantes bastante sencillos para empezar a hacer las cosas. El 23 de enero adquirí por casualidad un esmalte de uñas de un azul eléctrico muy brillante. Si giras la uña el efecto es metalizado, con pequeños gránulos centelleantes. Me pareció una buena excusa para dejar crecer mis uñas comidas. Dije exactamente: "yo por este azul lo haría" y pasado un mes mis uñas están bastante bien, y largas.

Como esta insignificancia el acontecer diario se muestra cargado de leves decisiones que pueden o no alterar tu desarrollo en base a aceptar un compromiso, y ese compromiso será leve puntualmente y profundo generalmente si se incluye en una dinámica del "lo haré".

El azul de mi tristeza también refleja el cielo y mira ese pasado brillante anhelando un futuro resplandeciente, en un presente congelado al que espera algo después.

De pequeña me maravillaban las transformaciones. En las series de anime hay muchas, también en las películas de magia. A veces no eran sólo personas que se transformaban en animales y animales en personas sino gente que podía cambiar su cuerpo por otro alterando su personalidad para poder hacer algo que simplemente siendo ellos mismos no podían. En esa metempsicosis se percibía igual, pero encarnado en un concepto distinto capaz de revolucionarlo todo. Nosotros necesitamos esas metáforas igual que un cristiano que lee la Biblia. Mi primo se obceca en pensar que ese libro no tiene sentido, porque lógicamente no es actual, olvidando que se escribió hace más de dos mil años, que ya en sí mismo utiliza alegorías clásicas, mitos y referencias a culturas más antiguas. Nuestra formación como personas, la inmersión en la cultura natal, parte de la conceptualización, de remitir una idea a una forma concreta, o una forma concreta o concepto a un significante y un símbolo. De ahí que me pregunte ¿acaso no podemos reeducarnos? En la decisión y la voluntad se está creando. En la imaginación se está creando. ¿Por qué no podemos creer en seguir creando psicológicamente? Y no me refiero a algo material sino al darnos la oportunidad a nosotros mismos para hacer las cosas, permitirnos ese lujo tan perturbador. Somos seres autolimitados con un aparato para pensar, sin embargo, alucinante, fabuloso; con un cuerpo capaz de interpretar tantas sensaciones y matices que jamás una máquina podrá llegar a asemejarse. El arqueo de una ceja, un leve temblor en el labio, temperatura, presión, olor, sensación, gusto... y todo eso envuelto en capas y capas de sentido, contexto, concepto, y aún así aún nos preguntamos ¿por qué a veces no somos capaces de entender la realidad tal como es?. ¿Cómo es la realidad? Un ente tan abstracto..., una convención... y ninguno de ambos. Cuando divago intento volver a la objetividad como quien mira una brújula pero todo el mundo tiene un lado objetivo tan válido como el nuestro. Un hecho es simplemente un suceso que se produce frente a todas esas miradas, entre todas ellas, y cada uno lo narrará en base a cómo ha aprendido a interpretar las cosas y lo expresará en base a como ha aprendido conceptualizar las cosas. De ahí que la frase de que cada persona es un mundo tenga sentido, pues el transcurso de la vida es único, tarado, lacrado, bendecido, favorecido, merecido o no.

Hice de un azul una realidad diferente porque me di a misma la oportunidad de hacerlo y ahora este azul siempre refleja el cielo. Podría seguir permitiéndome crear otras realidades, como la magia de mis series, creando cambios de estado sin necesidad de tan bellas metáforas. Podría dejar entrar al amanecer por mi ventana, como se presentaba antes, si arreglase la persiana.

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