sábado, 16 de febrero de 2013

Esas multitudes son ficticias

Acabé San Valentín rodeada de dulces de todas clases. Ningún año he comido tantos. No eran para mí, pero no importaba demasiado. Ha sido un febrero ultracalórico con dos tartas en mi cumpleaños y decenas de pastelitos la semana siguiente, en el que misteriosamente he conseguido adelgazar. Supongo que dormir mucho y comer menos (a excepción de los dulces) está ayudando, porque lo que es el gimnasio no lo piso. Asunto conflictivo de momento. Intentaré ir.

En la era de los pulgares hacia arriba y la sonrisa virtual yo voy a empezar a hacer cosas de verdad.

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