viernes, 24 de septiembre de 2010

Vine a llevarme la vida por delante... y eso voy a hacer

Hoy me he despertado muy agobiada, soñando con algo que me da mucho miedo. En el sueño era vieja, veía mis dientes deteriorados en el espejo a pesar de ser yo misma por dentro, siempre joven, y no sé porqué veía a mi hija, que estaba encarnada por una compañera de trabajo, y nos poníamos a llorar recordando los buenos momentos juntas, en casa, que no fueron tantos, pero yo lloraba sobre todo por contemplarla a ella como una persona de mediana edad, digamos los treinta-cuarenta años. Le decía lo bella que era, lo guapa que estaba, y seguía llorando de la emoción, de saber que ese momento (irrepetible) se desvanecería, que moriría y la dejaría sóla, y me iría... Y no quiero irme.

Hace un par de días volví a agobiarme como hace años pensando en la muerte. Siento vacío y ataques de pánico pasajeros si pienso que algún día no podré ser 'yo', seguir pensando, analizar este mundo. La nada, la parte negra de los sueños o cualquier cosa comparable.

Debe ser, en parte, porque ayer tuve una noche boombastic, de las que deseaba hace cinco años, con gente buena de verdad. Y me siento felíz por eso, siento que alguien me quiere y me acepta, y me doy cuenta de que toda mi vida he ido a la zaga de las cosas que otros pudieron vivir antes. Hasta los dieciseis años digamos que había sido por culpa de mis padres y su sobreprotección, algo que se diluyó levemente un par de años hasta que a los dieciocho comenzó el juicio emocional intolerable. Supongo que el que hayan tratado de elegir todo por mí me hace ahora una persona ávida de mundo. Actualmente no puedo culpar a nadie de las cosas que no hago, nadie más que a mí. Supongo que esto es recuperar un poco el tiempo, aunque tenga más edad. No hay nada establecido al respecto de cuando o cómo vivir lo que uno desea llevarse. Pero sé que me ha restado energía, que interiormente tengo un desgaste grande que se traduce en todo lo que quise y 'ahora es tarde'.

A los cuatro años quería ser compositora, y trataba de escribir partituras, pero nunca fui al conservatorio. Aproximadamente a los nueve años quería ser bailarina, desde entonces he bailado en mi casa soñando con que todo eso podría experimentarlo en una pista, o rodeada de gente, pero hasta los catorce no pude salir a bailar, y tampoco podía hacerlo así. Sabía que cualquiera de esas cosas se me daría bien, aparte del dibujo, pero no luché por ello lo suficiente. También es que siempre he necesitado gente que me apoye y me diga que puedo... Aún así, creo que jamás he focalizado el hacer algo concreto más que a partir de los diecinueve o veinte, en algunas cosas, pero para lo que es el futuro... perdí el norte. Empecé la carrera movida por la ilusión sin pensar en el después y el durante me bastaba, pero ni siquiera trascendí en el propio mundo que estaba estudiando porque estaba ocupada trascendiendo en las cosas que no había podido hacer antes, cuando tocaba. Y fuí a festivales y conciertos, fiestas, conocí gente y me enamoré locamente, pero el Arte no fue siempre lo más importante. Necesitaba nutrirme, igual que lo necesito antes de ser profesora, pero ahora, necesito nutrirme de Arte si de verdad quiero dedicarme a esto. ¿Qué pasa? que aún queda mucho por vivir, mucho por recuperar.

Me distraigo, pero es que la vida es eso, lo importante son las personas, siempre ha sido mi fin artístico, y si puedo estar con ellas ¿para qué estar sola?.

Debería meterme a danza, y a interpretación. Debería pintar, porque no es tan difícil, y no soy tan mala. Debería tallar porque amo la madera y me siento poderosa cuando trabajo con herramientas pesadas y grandes estructuras. Debería dibujar y tocar más los programas de diseño. Debería echar más fotos y estar contenta muchas más horas al día. Debería ahorrar...

Ayer visité por primera vez el museo de Bellas Artes de Murcia. Me tomé tiempo, y salí positiva. No es todo tan difícil, es cuestión de voluntad.

Tengo que irme, pero me gustaría seguir escribiendo. Siento no escribir todo lo que me apetece cuando estoy en el trabajo o por la calle, pero no soy tan tecnológicamente avanzada como para tener una pda o aparatitos de esos con los que cuelgas directamente lo que escribes en la red. Mi móvil tampoco hace eso, creo...

En fin... es una entrada poco literaria, pero no me apetece otra.


No Volveré A Ser Joven

Que la vida iba en serio
Uno lo empieza a comprender más tarde,
Como todos los jóvenes,
...Yo vine a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
Y marcharme entre aplausos;
Envejecer, morir, eran tan sólo
Las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
Y la verdad desagradable asoma:
Envejecer, morir,
Es el único argumento de la obra.

Gil de Biedma

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