martes, 25 de mayo de 2010

la utopía del descanso

Tenemos que saber informática, saber idiomas, saber de todo y cuanto más mejor, y no sólo eso, adaptarnos a los cambios, la evolución continua que nos sobrepasa si nos descuidamos un segundo, ser creativo, aprehender la realidad en su completa magnitud, tratar de innovar, ganar dinero con ello, rivalizar y destacar para conseguir un puesto, mantenerlo, mantenernos, mantener una hipotética familia, y todo eso en apenas 25 años...

Los retiros espirituales son posibles interiormente, a ratos, o inmersos en el cúmulo estresante del sistema, porque si se practican en rotundo, a la vuelta nos tocará una nueva adaptación que difícilmente logrará posicionarnos donde quiera que estuvíesemos al principio.

No me gustan los adictos al trabajo, pero tampoco la gente que se cree que puede estar al margen de todo esto, del sistema, pues consume como todos los demás y contribuye a la desigualdad como el resto hacemos. Nadie recoge su agua, confecciona su ropa, cultiva sus alimentos y subsiste solo. Nadie que yo conozca.