martes, 31 de enero de 2012

Llegó... el frío

"Fue bonito mientras duró..." y me pregunto: ¿acaso has muerto?. El final es un límite tan difuso que se puede fantasear con él millones de veces, escribir el último correo, apuntar el último mensaje y tal vez... que no lo sea.

Hoy he conocido a la hija de mi primo, tiene sólo un mes, es un bebé. Y estando tan a gusto entre su mantita rosa, con los ojitos cerrados soñando un buen rato ha empezado a sonreír. A sonreír plenamente y a ratos levantaba sólo un lado como una media sonrisa, como cuando piensas en algo pasado que te viene a la mente, algo que te viene a la memoria cuando recuerdas a alguien. ¿Con qué soñarán los bebés? Qué pasaría por su mente para elaborar esa sonrisa tan increíble. La sonrisa que me descubro cuando voy por la calle pensando en alguien, en su rostro, esa media sonrisa chulesca de decir: qué bien me siento, o cómo me importa, o qué tonta fui... ¿Con qué partimos?

¿Siempre hemos sido así?, ¿realmente se puede seguir un camino no contaminado después de haberlo ensuciado? ¿seriamente?. Yo siempre he creído que sí. El problema es el estímulo que nos mueva a ello.

Sinceramente, no tengo mucha queja de mi misma. Lucho por mantenerme igual en algunos aspectos y tratando de mejorar otros. Aunque a veces se estropea todo, pero bueno...

Tengo listas intocables que seguirán paralizadas por bastante tiempo pues no merece la pena acrecentarlas de ningún modo. Querría reservar el espacio inédito de mi corazón a observar a un hijo mío sonreir de esa forma, estando convencida de que algún día se sentirá orgulloso de los ojos que lo contemplan.

No se puede perder lo que no se tiene, así que no debo estar triste. De hecho estoy contenta de muchas decisiones y actos, de algunos argumentos vehementes pero coherentes, de seguir siendo la mejor Lash.

No se puede amar lo que no se respeta, lo que no se acepta. No se puede ser juez cuando no se sirve de ejemplo. Tampoco conviene la demagogia, ni la verdad por episodios.

Pero sí, los insomnes al final somos los mismos. No porque nos pese la conciencia, sino porque somos más conscientes de lo que sentimos, y nos podemos pasar la vida suspirando por una alternativa al desastre.



Mañana retomo las clases. No me apetece nada volver a conducir todos los días hasta el campus. Hace mucho frío, y me pone sensible. Porque me encanta el invierno...


No tengo a nadie para ir a la filmoteca a ver Melancholia, es posible que pruebe a ir sola por segunda vez.

2 comentarios:

  1. Yo empecé las clases ayer y hoy ya me he tomado el "día libre". Terminé los exámenes el jueves, joder. Sabes? De todo lo que has dicho creo que brilla intensamente esta frase: "No se puede amar lo que no se respeta". A mí, por lo menos, me ha puesto el vello de punta.

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  2. Ánimo con tus clases, a mi también me cuesta ser constante a veces, pero luego agradezco tener actividad. Gracias por comentar :)

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