jueves, 12 de enero de 2012

Fractura

Hoy estoy viviendo una ensoñación despierta como si a mi mente le atacasen millones de sueños que no son nada más que pensamientos, narraciones de hechos concretos perfectamente definidos, parametrados, conscientes, analizados a su extremo, consensuados, que no han sido expresados correctamente aún en palabras como narración lineal, como la parte de la realidad que viví. Y también me pregunto, que si siendo tan distinta de otro ente evaluador, merece aún la pena ser expuesta... ser nuevamente evaluada, discutida, negada...

Hay algo que no funciona bien en este engranaje, algo desestabilizó un sistema que hasta ahora era a prueba de fallos y está produciendo desajustes que se hacen patentes en mi. Y no me sirve ninguna formulación anterior para paliar la situación actual. Algo está fallando. Y aquí es donde presiento que viene lo más importante: la verdadera ruptura, la fractura.

El asfixiante sentimiento de tratar de remendar una y otra vez algo que a penas se ha considerado vivo o compartido... No sé si es madurez o desgaste, o lo que parece evidente y me niego a ver: la decepción absoluta.

Perdí la noción del momento en que la mentira llegó a ser una posible verdad y ¿ahora debo fustigarme por no creer en alguien que llegó a hacerme despreciar la existencia? Por no correr con más brío detrás del eterno imposible y no cerrar los ojos inmediatamente a todo lo demás. Sí, los cerré, los he tenido cerrados muchísimo tiempo, y siempre ha importado lo mismo: nada.

Demasiados juicios, demasiadas acusaciones, demasiado todo...

A fin de cuentas sola en las peores circunstancias.

No me apetece seguir llamando y pedir permiso para seguir empujando puertas que siempre han estado entreabiertas, que han pesado demasiado. Con lo fácil que hubiese sido abrirlas con honestidad. Tampoco me apetece dejar la mía entreabierta.

Fuegos fatuos y la alternativa de la espera. Ya conozco esa novela.


Voy a quedarme calladita y a mis cosas. Y quien me quiera que venga... y no precisamente volando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario