Empecé a trabajar por cambiar el rumbo, tener nuevas oportunidades, ampliar la perspectiva... Lo he hecho, pero con un sueldo tan mísero no se amplia el rango de oportunidad, y menos la que esperaba. La falta de motivación laboral va minando. No sé cuanto más decidiré seguir. El tiempo en nuestra vida es demasiado preciado, mucho más caro de lo que nadie nunca pagará.
Debería ahorrar para viajar, que era una de mis motivaciones principales, dejando por imposible la independencia (o por lo menos pospuesta).
Esta mañana he comenzado a preparar las obras para el creajoven y al llegar (ahora) las veo bastante inferiores a lo que había proyectado. No me gusta el acabado, de ninguna de las dos. Veré qué hago mañana.
Todo se acumula: arte, tipografía, proyectos... el libro de Baudrillard abandonado en la mesita... y no sólo eso.