Llevo toda la semana sin dormir apenas. Exámenes, trabajos, presentaciones... y mañana más. La semana que viene me tocará recuperar alguna asignatura que otra, por aquello de ser junio e ir con todo. Pero no importa, he hecho lo que estaba en mi mano dentro de mis posibilidades.
Hoy ha llegado mi camiseta de diseño. Sé que el estilo no se compra, por eso lo fomento con mis adquisiciones. Hace poco alguien me comentó en un pub que creía que tenía personalidad, por mi estilo al vestir. Le contesté que en mi opinión sólo las personas con personalidad tienen estilo. Y eso practico.
La jefa ha puesto el reparto de vacaciones. El sábado empiezo, vuelvo el 14 de junio. Tengo un par de semanas libres para visitar Madrid, aparte de visitar doctores. El resto va en agosto, una semana más, pero es bastante. Las de ahora me servirán para arreglar el desastre producido en el examen de hoy.
Estoy en la misma situación que hace un año en cuanto al tema monetario, pero esta vez necesito mucho más del que tengo. Una intervención privada es muy costosa, la verdad es que me da tristeza pensar en la pobre gente que no tenga para eso y por imposición acabe a merced de la seguridad social. El tema plástico no es algo que cubran los seguros y no siempre las intervenciones dejan cicatrices imperceptibles, por no decir nunca. Ni siquiera un médico privado deja una incisión imperceptible.
Siguiendo al hilo económico, supongo que todo lo que pensaba ahorrar para irme un año fuera se esfumará, añadiendo una gran deuda vital que iré pagando con mis sucesivos trabajos. Mis padres no tienen la culpa de estos sucesos, y tampoco quiero deberles más cosas.
Estoy bien. Mi abuela es la única que realmente se ha interesado por mi estado de ánimo. Estoy serena, ya tendré tiempo de preocuparme cuando llegue el momento. Me gustaría que fuera cuanto antes, por no perder clases; este verano mismo, como me recomendó mi doctor. Supongo que el choque es menor al tratarse de las vacaciones, la vuelta a clase y eso, es otro nuevo comienzo.
Ahora mismo no tendría nadie de quien despedirme especialmente; todo el mundo sabe lo que siento por ellos, y si aún no, han tenido muestras suficientes. No haré el drama planeado ni ninguna chorrada de esas. Lo tomaré como quien se acuesta y se vuelve a levantar por la mañana, afrontando un día más, un día diferente.
El pequeño abrazador furtivo me ha dicho de ir a la filmoteca, si no este lunes el siguiente. Ese chico realmente me cae bien, me da alegría; es de las mejores personas que conozco.
Estoy un pelín dubitativa con mi decisión de estar en la escuela. Por una parte asumo el perder dos años de publicidad, por otra veo lícito seguir. La duda es si volcarme a fondo con una cosa, con la otra o ir tirando con las dos. Si fuese a fondo con publi mi estancia en Madrid no dependería de un año más, quizá dos. Tengo que pensar.
En los apuntes de psicología encontré un fragmento que me gustaría compartir, pertenece a Sigfried Giedion:
"No hay nada que lamentar en esta lucha entre lo efímero y lo eterno. Ella crea la esencia misma de la vida: el movimiento.
La vida no está quieta jamás. Está siempre en movimiento, siempre en tensión entre la constancia y el cambio. Constancia y cambio no son, realmente, opuestos: se complementan. La riqueza de la vida consiste en su amalgama correcta. Este problema perpetuamente recurrente sólo puede hallar solución en épocas en que la mente humana está orientada al curso de las estrellas."