Últimamente tengo más energía y ganas de emprender cosas. La sola posibilidad de llegar a ser profesora este año me motiva mucho. También estoy motivada por mi lobo. No es cuestión de engañarnos.
Tengo muchas cosas que solucionar en la vida adulta, intento hacer algo cada día pero tengo que meterme más presión con el curso si quiero ser flexible para tener tiempo de ocio.
Lejos de mi habitual pesimismo siento que tengo una vida realmente buena, que rodearme de personas que me hacen sentir querida da sentido a los días que requieren más esfuerzo. Y da igual que esas personas no sean familia.